Phoebe O Experiencia
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Descripción de la experiencia:

A mediados de septiembre del 2010, Amanda, mi amiga de colegio, murió con 20 años tras ser atropellada a gran velocidad por un conductor borracho mientras montaba en bicicleta. El impacto fue tan fuerte que la lanzó por el aire a una distancia de 60 metros. Al enterarme de su muerte, quedé completamente conmocionada. No lograba prestar atención en clase. El tiempo pareció detenerse. Era mi penúltimo año de universidad. Mis amigos y profesores hicieron todo lo posible por consolarme. Recibí muchos abrazos. Los días siguientes, me las arreglé como pude para continuar con mi trabajo de observación de aves por la mañana temprano.

Fui al velatorio unos días después. Una de las primeras personas que vi fue mi antigua maestra de inglés, que abandonaba la funeraria cuando yo entraba. Nos dimos un largo y tierno abrazo. Sentí su gratitud por el hecho de que yo estuviera viva, y yo sentí lo mismo por ella. Luego, me dirigí hacia la parte principal del edificio. La experiencia me pareció totalmente surrealista. Eran tantas las emociones que me recorrían que parecían anularse entre sí. No sabía qué sentir. Estaba como adormecida y al mismo tiempo alerta, por extraño que pueda sonar. El novio de Amanda estaba llorando como nunca antes había visto llorar a nadie. Cuando lo vi al entrar, le di inmediatamente un largo abrazo, y luego varios más durante todo el tiempo que estuve allí.

Había mucha gente, a varios los conocía, y la mayoría parecíamos indeciblemente disgustados o conmocionados. Muchos nos quedamos en silencio. Una de esas personas era el amigo de Amanda, Jake (nombre cambiado). También era antiguo amigo mío y ex novio. No lo había visto en años y había albergado mucha rabia contra él. Al vernos, nos abrazamos. Inmediatamente sentí un completo perdón hacia él, a pesar de que había sido bastante insensible, irrespetuoso y, a veces, un idiota conmigo.

Era un velatorio de ataúd abierto, y al principio me sentí incómoda al acercarme al cuerpo de Amanda. Desde la distancia, parecía como si pudiera levantarse y saludar a todo el mundo. Pero después de un rato, me acerqué al ataúd. Lo hice varias veces durante las pocas horas que estuve allí esa tarde. Ver a esta maravillosa persona, de la que había sido buena amiga en el colegio, ahora muerta fue intenso más allá de las palabras. Le habían puesto mucho maquillaje. De cerca, parecía muy muerta, nada podía ocultar eso. Miré sus manos muertas, y luego las mías. Había una diferencia obvia entre ellas: las mías tenían vida en ellas.

Después de algún tiempo, le escribí a Amanda una nota de despedida. (Las tarjetas de notas estaban disponibles y los recuerdos de Amanda que la gente compartía en ellas se estaban recopilando). Escribí sobre muchos recuerdos que compartimos en el colegio. Escribí acerca de que estuvimos juntas en muchas clases y actividades extraescolares, que incluían alemán, estudios sociales, inglés, humanidades, curso avanzado del gobierno y política de los Estados Unidos, sociedad nacional del honor, construcción de carrozas para las fiestas de antiguos alumnos, etc.. Como ella trabajaba para el anuario escolar, varias veces había tomado fotos de mi obra artística y había informado sobre el club alianza del orgullo, el grupo de la alianza LGBTQ que yo había ayudado a crear y del que fui primera presidenta. (En la nota no mencioné algunas de estas cosas). Escribí sobre historias divertidas, sobre nuestras familias y sobre nuestros viajes a Europa, que a ambas nos gustaba compartir. Aunque en el colegio Amanda y yo no fueramos las mejores amigas, éramos buenas amigas. Tenía con ella una relación más significativa que la que tenía con mis mejores amigas. Podía contarle cosas que me incomodaría compartir con mis amigas más próximas. Aunque no mencioné esto en la nota, ella fue de las primeras personas a las que les confesé mi homosexualidad durante el penúltimo año de la escuela secundaria. Su apoyo fue un alivio bienvenido y refrescante en un momento en el que me sentía muy vulnerable. Sentía con ella una cercanía que no tenía con la mayoría de las demás personas. Realmente la sentía como de la familia.

Redactar esa nota me calmó; si algo no había sentido hasta entonces, era precisamente calma. En la nota mencioné que justo antes de recibir el golpe, sé que Amanda debió de sentir a un nivel muy profundo lo que estaba a punto de sucederle. Alrededor del texto, dibujé una rosa y una vela. La experiencia del dibujo me calmó especialmente y me centró. En un determinado momento, mientras trabajaba en la nota, llegaron a mí las palabras: “Amanda, cuando me uno a ti…”

Creo que fue entonces cuando me hallé a mí misma dando media vuelta. No miré hacia nada en concreto. Sin embargo, y de repente, sentí su presencia con más fuerza que nunca. Aunque había sido una agnóstica y lo que sucedió realmente no se registró en mi mente hasta dos meses más tarde, ella estaba allí conmigo. Esta experiencia estaba sucediendo a un nivel más allá de la mente. Vi su cara, solo que no era física. De hecho, perdí completamente la sensación de que había un mundo físico a mi alrededor. Estábamos juntas, y éramos una y la misma. Su presencia era de puro amor y pura paz. Claramente no existían diferencias entre nosotras a pesar de que yo todavía estaba en un cuerpo físico y ella no. Ella dijo: “Phoebe, vive tu vida al máximo mientras aún estés en la Tierra”. Su voz parecía hablar a través de mí en vez de a mí.

Durante los siguientes dos días aproximadamente, estuve en un estado de total paz y felicidad. Todo lo físico era impermanente y estaba sujeto a descomposición, y eso me parecía perfecto. Estaba en paz con el hecho de que tarde o temprano acabaría muriendo, y en verdad me traía sin cuidado en qué momento sucediera eso. Sentía profundo amor y profunda gratitud hacia todos en mi vida, hacia todos los que estaban vivos y hacia todo lo que vi y experimenté. Estaba claro para mí que la negatividad de cualquier tipo no tenía poder y era infinitamente pequeña en comparación con la vastedad de la vida misma. Libre de cualquier equipaje, experimenté la que era mi verdadera naturaleza, y la vida fluyó maravillosamente.

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Cuando volví a la universidad a la que asistía, sentí como si hubiera aterrizado desde otro planeta. La vida de atareada estudiante de biología que me había sido tan familiar días antes ahora me parecía totalmente extraña. Tenía la sensación de que mi antiguo sentido del yo no tenía fundamento y no era para nada sólido como me lo había parecido antes. Mis compañeros de clase parecían ser zombis programados para estudiar. En mi mente surgió el pensamiento: “¡Wow, estoy realmente despierta!” Pero mi mente no tenía ni idea de lo que eso significaba. A mis entrañas llegó un sentimiento intuitivo muy fuerte de que esto era para mí. La vida nunca sería la misma para esta persona llamada Phoebe. Solo pude describir esa sensación diciendo: “Siento que he alcanzado mi “pico petrolero''.

Ya nada en mi vida parecía tan pesado, serio o importante como antes pensaba que era. Cosas que antes me hubieran horrorizado (como la posibilidad de que los profesores me gritaran o de no acabar la carrera universitaria, y ambas cosas terminaron sucediendo) ahora me parecían insignificantes. También me di cuenta de que me había vuelto muy sensible a las energías de los espacios y las personas. Estas comenzaron a abrumarme con frecuencia, y tenía que tomar muchos descansos entre clases y entre actividades con el fin de volver a centrarme para así poder funcionar.

Durante las primeras dos semanas después del funeral, experimenté mucha conmoción emocional y dolor físico. Debido a que estaba tan desidentificada de mí misma, no me sentía tan pesada y tan personal. Los mínimos más bajos querían conducirme hacia la depresión suicida, pero no tuvieron éxito. Cuando llegaron, también lo hizo una presencia que ahora puedo describir como un ángel guardián o un guía espiritual. Con frecuencia fui abrazada y consolada por este ser invisible. Cuando él-ella venía, me sentía de nuevo en paz. Me balanceé así entre la paz y la depresión casi suicida varias veces al día durante esas semanas.

Luego, después de algunas semanas y un par de crisis emocionales más graves, me sentí muy desorientada. A finales de octubre, comencé a sentirme como si estuviera senil. Tenía muchos problemas con la memoria a corto y largo plazo, con trabajo y tareas simples, y con la comunicación. Bien podría decirse que estaba en prisión, una prisión que me hizo ver el mundo como un montón de formas sin vida, sin sentido e incomprensibles.

Unas semanas después del funeral, me encontré con la capacidad de enfocarme fuera del ámbito de las formas sólidas. Me centraba en el espacio vacío. Hacía esto durante los frecuentes descansos que tomaba para volver a centrarme. Cuando lo hacía frente a un espejo, los límites de mis ojos, nariz, boca y piel se desvanecían y casi desaparecían de mi vista. Percibía muchas formas de energía sutil que de otro modo serían invisibles. Mirar las cosas de esta manera me relajaba. Muchas veces esto ha sido para mí una forma vital de meditación.

Atrapada en un cuerpo y una mente disfuncionales y sin contacto con la vida, pasé algunas semanas desarmando cada pensamiento, cada sentimiento, y cada acción y reacción que llamaban mi atención. Era un asunto urgente, e invertí tanta energía en este proceso que mi peso bajó de 55 kg a 52 kg en dos semanas, a pesar de que comía mucho. Estaba seriamente exhausta. Pero tenía que seguir adelante por el bien literal de mi vida. Con todo el cuidado y la atención posibles, examiné cada pensamiento, cada sentimiento, cada acción y reacción desde un punto de vista histórico, cultural, de comportamiento animal, de evolución humana y de perspectiva espiritual. Utilicé conocimientos básicos sobre el cristianismo y el budismo, y también los trabajos de Eckhart Tolle y George Fox. (Fox fue un gran místico cristiano en la Inglaterra del siglo 17. Se considera que fue el primer cuáquero. “Casualmente” estaba estudiando cuaquerismo ese semestre y leyendo “El Diario de George Fox” cuando Amanda murió). Algunos eran conocimientos previos, mientras que otros los obtuve por esa época.

No pensaba completamente en palabras y revisaba muchos puntos varias veces a lo largo de los meses de otoño del 2010, a menudo más y más profundamente. No recuerdo las palabras exactas que pensaba en mi mente o la hora exacta en que revisaba cada punto, y no lo hacía de forma lineal como lo describo aquí. Este intenso examen y proceso de reconstrucción del pensamiento, como otras formas de evolución, sucedía en espirales; sobre cada visión o desarrollo, daba un paso atrás a la experiencia previa antes de pasar a la siguiente. En general, en vez de agregar pensamientos a mi mente, los eliminaba. Se abordaban las tensiones, los sentimientos y las preguntas. Mi mente estaba despejada.

Leí y reflexioné mucho sobre la dinámica de la vida humana individual, la historia humana y la evolución de las formas, que son paralelas entre sí. (El libro de Michael Dowd, “Gracias a Dios por la evolución”, me fue muy útil.) Pude ver los ciclos, dentro de ciclos más grandes, dentro de ciclos aún más grandes: un día entre la vigilia y la hora de acostarse, un año entre principios de primavera y el siguiente invierno, una etapa de desarrollo entre su comienzo y su final, una vida entre el nacimiento y la muerte, una era entre su comienzo y su final, y la duración de la vida de los planetas, las estrellas y el cosmos.

Pude ver que en la evolución de la vida, las formas de vida y los sistemas vivos aumentan en complejidad, en cooperación, en eficiencia, en inteligencia y en conciencia. Entre la concepción y la muerte, un ser humano típico pasa por ser una sola célula; un simple grupo de células; un invertebrado con diferenciación de tejidos; un vertebrado primitivo; un mamífero con cola; un primate simiesco; un bebé humano; un niño que recién ha aprendido a andar; un niño; un preadolescente púber; un adolescente; un adulto joven; un adulto de mediana edad; y un adulto mayor. Hay mucho aprendizaje, crecimiento, exploración y experiencia; y también desafío, comisión de errores, limitación, pérdida y el dejar atrás cosas viejas que ya no sirven. Todos estas cosas son vitales si uno quiere morir siendo sabio. Tristemente, muchos de nosotros en el mundo moderno, quizás la mayoría, alcanzamos la vejez con una mentalidad adolescente, egoísta y estrecha. Si cooperamos con nuestra naturaleza y con la dinámica de la vida, entonces podemos crecer a la vez en edad y en sabiduría. Muchos de nosotros podríamos entonces adquirir sabiduría antes de envejecer.

Las sociedades han evolucionado desde pequeños grupos, a tribus, aldeas, ciudades-estado, reinos e imperios, naciones con gobiernos cada vez más democráticos, a relaciones internacionales y cooperación. Las guerras y los conflictos personales, que son perjudiciales en muchos sentidos para todos los involucrados en ellos, a menudo han sucedido previamente a la cooperación entre los diferentes pueblos. La inteligencia humana nos ha permitido inventar soluciones para superar muchos desafíos. Hemos aprendido cómo sobrevivir en la naturaleza, cómo hacer fuego, cómo dibujar y luego cómo escribir cuando éramos primitivos. Las prácticas, las artes y las tecnologías se han vuelto cada vez más complejas y refinadas. Nuestra historia ha visto muchos descubrimientos, obras maestras creativas, hitos del desarrollo y movimientos progresivos, muchas veces no sin oposición y resistencia por parte de los que están apegados a las viejas costumbres. Todo, incluidos nuestros errores y percepciones erróneas, ha contribuido y continúa contribuyendo a nuestra comprensión de la vida y a cómo vivirla mejor. Hoy en día se puede decir que la humanidad en su conjunto está en una fase adolescente. Estamos experimentando muchas pretensiones, materialismo y también enormes adelantos en la conciencia. Debido a que nuestros modos egoístas están destruyendo la vida en el planeta tal como la conocemos, estamos literalmente en una situación de evolución o muerte. Un salto cuántico puede ocurrir si lo permitimos. Debemos ver esta situación como una gran oportunidad. La luz siempre sigue la oscuridad. La conciencia siempre sigue a la inconsciencia.

Del mismo modo, todos los problemas y retrocesos en la naturaleza son oportunidades para que los organismos desarrollen adaptaciones que les permitan prosperar en condiciones previamente desfavorables. La competencia es un desafío común. Al igual que otros desafíos, es estresante y demanda energía y, por lo tanto, no es favorable para que los organismos prosperen. Los principales hitos y saltos cuánticos en la historia de la vida en la Tierra incluyen células eucariotas, respiración aeróbica, fotosíntesis, multicelularidad, reproducción sexual, visión y otros sentidos, órganos y sistemas de órganos, huesos, cerebros, pulmones, fertilización interna, huevos amnióticos, alas y vuelo, la capacidad de aprender de la experiencia, complejos sistemas sociales y de apareamiento, eusocialidad (sistema completamente cooperativo como el de la mayoría de las abejas y hormigas), extremidades que pueden agarrar y manipular objetos, uso de herramientas, un cerebro capaz de planificación compleja, comunicación simbólica, pensamiento, reconocimiento de belleza, inspiración, expresión artística, empatía, capacidad de reflexión, y, quizás lo más importante, la conciencia de estar vivo y consciente y la conciencia de la naturaleza de la vida. Ninguna de estas cosas podría haberse manifestado sin desafíos.

La naturaleza no juzga nada como bueno o malo como hacen los humanos, sino que se desarrolla, se expresa y se adapta con creatividad e ingenio. Por ejemplo, los sistemas inmunes no temen ni odian a los patógenos; los conocen y usan esa información para proteger al organismo. La naturaleza no es insegura ni está en negación; es completamente honrada y permite que todo sea como es.

Continué observando pájaros y reflexionando sobre ellos antes de que el tiempo se volviese demasiado frío. Mientras observaba pájaros en agosto de ese año, sentí que los pájaros se estaban comunicando silenciosamente conmigo, diciendo efectivamente: “Ustedes los humanos están locos”. ¿Por qué no pueden ser simplemente como son? ¿Por qué tienen tanto miedo a vivir y a morir? ¿Por qué cargan con un equipaje mental y emocional tan agotador? No lo necesitan. Pueden vivir su vida al máximo como nosotros. Ustedes pueden ser como deben ser, tal como somos como debemos ser. Todos venimos del mismo lugar, y ustedes lo han olvidado. Vivimos en armonía con toda la vida, y para nosotros esto significa alimentarse, volar, establecer territorios, cantar, cortejar a los compañeros, construir nidos, poner huevos y criar a nuestros polluelos. No negamos ninguna parte de nosotros mismos o de nuestro mundo. No destruimos aquello que nos apoya. Eso sería estúpido y demencial”.

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Pronto, cantidades masivas de energía atrapada fueron liberadas desde mi cerebro al resto de mi cuerpo y la confusión comenzó a desaparecer. Había una resistencia mental cada vez menor a lo que es. El proceso se hizo mucho más fácil cuando pude sentir claramente mi mente, mi cuerpo y la vida sin forma (espíritu) y todo comenzó a converger claramente en una imagen de la realidad. Maravillosas “conversaciones de paz” sucedían entre mi mente y mi espíritu que los estaban llevando a ambos a la armonía. Estaba viendo cada vez más y más profundamente en la naturaleza de las cosas.

Una realización que ocurrió en esta época fue que el espíritu reencarna, y que este proceso refleja el de los elementos físicos que circulan por los ecosistemas. Todo y todos van hacia donde es correcto y natural para ellos ir en el proceso de la vida, incluida la conciencia en cualquier estado en que se encuentre. Esta comprensión se realizó en lo más profundo de mi ser, y al instante supe que era lo correcto. También explicó por qué hay imparcialidad y justicia en el mundo a pesar de que parece extremadamente parcial e injusto para la conciencia humana ordinaria. La inteligencia de la vida que es mi esencia y la de todos los demás seres sabe que quienes somos no es un cuerpo, una mente ni ninguna otra forma; estos pasan, mientras que nosotros somos eternos.

En cierta ocasión a mediados de noviembre, me di cuenta de que realmente había visto a Amanda en espíritu. Descubrí que podía “ponerme en su lugar” y ver las cosas desde la perspectiva de un espíritu que ha transitado recientemente y que está buscando momentos de abierta quietud en personas con mentes ocupadas para así poder comunicarse con ellas. Esta comprensión trajo un gran alivio y una gran armonía a mi ser.

En otra ocasión, reflexioné profundamente sobre el hecho de que todos los seres vivos son uno y lo mismo que Jesús y el Buda (algo que ellos vieron muy claramente y también quisieron que nosotros viéramos), y que las divisiones que percibimos entre ellos y nosotros (personas ordinarias) son algo que estamos inventando. Reflexioné sobre el hecho de que Einstein, Martin Luther King y otras personas altamente inteligentes (y también a las personas que simplemente son percibidas como altamente inteligentes o capaces) con frecuencia son vistas por la sociedad de la misma manera divisiva. En lugar de escuchar de dónde vienen y qué quieren de nosotros, tendemos a descartarlos con etiquetas como “Hijo de Dios”, “Santo” o “Genio”, etiquetas que no se basan en la verdad y que perpetúan el ego y la ignorancia cuando se utilizan de esa manera.

Reflexioné sobre el hecho de que por razones similares había estado aislada de muchos de mis compañeros de clase en la escuela secundaria, pero en una escala mucho más pequeña, más local: yo era para ellos inteligente (me gradué en los primeros puestos de mi clase), rara y una artista brillante (comencé a dibujar a los 18 meses y empecé a crear dibujos y pinturas realistas a los 11 años) antes que un ser humano. Este tratamiento me causó mucha soledad en el pasado. También reflexioné sobre cómo frecuentemente vemos a las figuras de autoridad como algo separado de nosotros, superior a nosotros, incuestionable, egoísta, no comprensivo o empático, que no está interesado en nosotros y que tiene un poder total sobre nosotros. Muchos de nosotros vemos a Dios, la vida y, o, la naturaleza humana fundamental de esta manera, una forma basada en la ignorancia y el ego.

Vi que la realidad en su totalidad no puede avergonzarse, ni necesita protegerse, ni defenderse, ni estar dividida contra sí misma como lo hacen la mayoría de los humanos. No puede ser una loca carrera por la satisfacción de las necesidades. Tampoco puede ser solo formas físicas muertas y sin sentido, como afirman muchos ateos. Yo estoy viva y consciente. (Si la realidad estuviera compuesta solo de formas, si no hubiera espíritu, entonces no importaría si alguna forma o cuerpo fallecieran aleatoriamente. Nada importaría en la vida.) Existe claramente un “yo” subjetivo que es el experimentador, y ese “yo” es altamente inteligente. Ese “yo” es la vida misma. Mientras probé los pensamientos acerca de que la vida no era eterna y que la materia era prácticamente todo, descubrí que me producían mucha resistencia y estrés interno. Lo mismo me sucedía con los pensamientos sobre la oscuridad y el mal siendo más fuertes que la luz y el amor. Toda oscuridad es estrés y el estrés es tensión, resistencia. Por lo tanto, la oscuridad en todas sus formas es temporal debido a su naturaleza impermanente.

Vi la naturaleza de los seres humanos y de las otras formas de vida. El egoísmo que es patológico, peligroso y poco inteligente en los humanos adultos se puede describir como un remanente evolutivo del impulso saludable del animal por sobrevivir y reproducirse. En los humanos, es una forma de resistencia a la vida (estrés) que frecuentemente se disfraza como una fuerza del bien. A veces se llama el ego y está hecho de identificación con formas fugaces: pensamientos, cuerpos, eventos, recuerdos, acciones, expectativas, identidades conceptuales, riqueza y posesiones, estatus social y sentido de pertenencia, títulos, roles, relaciones, demografía, habilidades, conocimiento, creencias, habilidades, rutinas, actividades, circunstancias locales, juicios, conflictos, gustos y disgustos, deber y no deber, temores, emociones, etc. Estas formas se consideran absolutamente importantes, cuando en realidad la vida es infinitamente mayor de lo que son y las contiene a todas. El yo se ve limitado al reino del tiempo. A menudo, el ego pretende ser Dios, omnisciente, o el centro del universo. Se puede identificar por su naturaleza negativa y temerosa. El ego es un yo falso que solo puede dominar si es inconsciente, si hay una falta de conciencia. No es quienes somos fundamentalmente. No tiene fundamento en la realidad. Aunque algunas etapas del desarrollo humano sano están centradas en el ego, el ego es en última instancia una ilusión de la mente.

El ego, que conocemos en el mundo moderno como la conciencia humana normal, es inherentemente limitado y sesgado. No puede percibir más allá de la mente, pensamiento, identidad conceptual, forma, pasado y futuro, y propio interés. No puede ver la diferencia entre las situaciones, y sus reacciones y juicios. La mente basada en sí misma es incapaz de conocer la presencia, el verdadero amor, la paz, la compasión, la alegría, la intuición o la creatividad. Estos, junto con la muerte, la sabiduría y la vastedad, son cosas que la mente no puede entender. Puede ser bastante triste ver que tantas personas en este mundo solo se conocen como egos. En otras palabras, están completamente inconscientes de la vida y no se conocen en absoluto.

La naturaleza de la vida es de paz, felicidad, amor, alegría, creatividad, espontaneidad, ausencia de miedo (porque no puede ser destruida), ligereza, apertura, aceptación, omnisciencia, omnipresencia, infinitud y unidad. No puede ser de otra manera. La vida es sin forma y eterna, mientras que todas las manifestaciones son temporales sin importar cómo las veamos. Aunque no podría haberlo dicho así en ese momento, la ignorancia es una ilusión.

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Ya sea por aquel entonces o varias semanas después, reflexioné sobre los sistemas de creencias y las escuelas de pensamiento. Vi que muchos sistemas religiosos y de creencias aparentemente diferentes no se contradicen entre sí, sino que simplemente describen diferentes perspectivas o aspectos de una misma vida, de una misma realidad. El pensamiento humano divide la totalidad de la vida en partes que parecen contradictorias. Por ejemplo, los ateos y los secularistas tienen razón al decir que nada creó el universo; que el universo tiene miles de millones de años; y que solo existen la forma, la energía y el espacio. Las personas religiosas y espirituales también tienen razón al decir que la Fuente de toda existencia es inteligente, viviente y plenamente consciente. También es correcto decir que todo fue creado por Dios de una vez (o en un intervalo muy corto), pero no de la manera en que la mayoría de las personas religiosas piensan; uno debe salir fuera del tiempo y ver que todo el tiempo es simultáneo y muy corto desde la perspectiva de la eternidad, a fin de decirlo con precisión. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que la Fuente está viva y no tiene forma. No se le ocurre a la mayoría que el tiempo es una verdad relativa que puede trascenderse. (Fue muchos meses después que pude verbalizar esto).

No hay tal cosa como que uno de los miles de sistemas de creencias humanos y escuelas de pensamiento está en lo cierto, mientras que los otros están equivocados. Ningún sistema es la verdad o tiene todas las respuestas. Lo que sucede simplemente es que algunos señalan la naturaleza de la vida y los fenómenos de manera más efectiva que otros. En otras palabras, algunos apuntan a la comprensión y a la sabiduría que se haya en nuestro interior de manera más efectiva que otros. Estas son formas que evolucionan a través del tiempo, igual que lo hacen las formas biológicas y los inventos en la historia de la humanidad. Estas formas particulares cumplen las funciones de señalar y modelar verdades mayores. Cada una es como un mapa. Cada una tiene un propósito en el desarrollo de la vida, sin importar cuán “equivocada” o incompleta aparezca. Pocas personas persiguen la verdad con total sinceridad, sin predisposición hacia ningún sistema o en contra de él; con plena disposición a examinarse a sí mismos en busca de prejuicios e impurezas; y con total sinceridad sobre lo que saben y no saben por sí mismos. Muchos más de nosotros somos capaces de vivir en integridad de lo que tendemos a pensar. Si llegamos a conocer la pureza, entonces es fácil identificar los obstáculos que podríamos enfrentar. También es fácil identificar malas traducciones, interpretaciones erróneas e impurezas que han entrado en nuestros sistemas y cosmovisiones, cosas que no promueven la paz, la integridad, el bienestar, la totalidad, la unidad, la sabiduría, el amor incondicional, la comprensión y la vida al máximo.

Muchas personas en el mundo de hoy, quizás la mayoría, no ven más allá de su cultura y creencias condicionadas. La noción de que Dios o la realidad no tiene una preferencia en cuanto a qué grupo cultural, religioso o ideológico pertenecemos es algo que no pueden concebir en su perspectiva limitada. No pueden identificar sesgos internalizados y, por lo tanto, están completamente bajo su influencia. No pueden diferenciar ideología de hecho, no pueden diferenciar evidencia de interpretación, o lo que saben por sí mismos de lo que se les ha dicho que crean. No se examinan a sí mismos ni reflexionan sobre estos asuntos. Descartan otras formas sin siquiera llegar a conocerlas, a menudo condenándolas y con un sentido de superioridad moral. Debajo de esta tendencia no está el deseo de la verdad, sino el deseo de proteger y defender un falso sentido del yo, un ego patológico. Es un deseo violento de supervivencia, control y dominio sobre la vida u otros. Hay mucha negatividad en eso. Las personas con sistemas de creencias rígidos, ya sean cristianos, musulmanes, judíos, ateos, budistas, hindúes, de la Nueva Era, progresistas, conservadores u otros, no pocas veces defienden (y por lo tanto perpetúan) la ignorancia, la negatividad, el estrés, la oscuridad, el sufrimiento, el pecado, el infierno y la violencia. Niegan la posibilidad de vivir con conciencia, en paz, al máximo y en la luz. El hecho es que nadie de nosotros puede reclamar la verdad para sí mismo; imaginar que se puede es una total pretensión. Todos pertenecemos a una realidad. No puede ser de otra manera. La Fuente no puede ser dañada por nadie que piense de una u otra forma. La Fuente es nada y todo a la vez. Crea, contiene y se manifiesta como todos los fenómenos. Los humanos pueden estar divididos por dentro y por fuera, pero la realidad está perfectamente completa.

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Poco después de acabar las vacaciones del Día de Acción de Gracias [es decir, toda la última semana de noviembre], llegué a conocer a la Fuente de toda la existencia. Esta gran apertura vino justo después de varios días de sentir profundamente que todo lo que me encontraba: muebles, cabello, papel, ropa, música, comida, jabón, cuerpos, mentes, pensamientos, reacciones, planes, ciudades, automóviles, árboles, nubes y más, tenía una historia indeciblemente compleja que era inseparable de la historia de todo el universo y de todo lo demás en él. Todas las cosas sencillas parecían espléndidas al observarlas con calma. Vi que las sábanas, los jeans y los pisos de madera eran increíblemente complejos, y sentí que estaba viendo muchos secretos de la vida que habían estado todo el tiempo ocultos a mis ojos.

Una noche, estaba sola en mi habitación escuchando a Lady Gaga, a “Weird Al” Yankovik y otras músicas. Había un espejo frente a mí. En un momento dado, mi atención se alejó del movimiento de mi cuerpo y de mi mente, del sonido de la música y de mi entorno físico. Mi enfoque se relajó profundamente en el momento presente. Vi que había una gran vida que era la Fuente de todo lo que fue y será. No estaba viendo con mis ojos, sino con el centro de mi ser. Vi nuestro universo, todo el espacio físico, todos los otros universos y todo lo que cambia como una pequeña mancha oscura y finita rodeada por un mar infinito de vida y luz. Vi aún más claramente la naturaleza de la vida que es de puro amor, dicha, creatividad y sabiduría. Este mar de pura vida es informe y espacioso, y sin embargo es completamente consciente e inteligente. Es el único verdadero experimentador, el único y verdadero “yo”. La Fuente está presente en todas partes y en todo momento, lo sepamos o no. Cuando este gran ser se me mostró, pude ver que la pura vida divina que es Él-Ella, es la misma vida que es la esencia de cada ser a través de todo el espacio y el tiempo.

Lo informe da a luz a todas las formas. Cada gusto, opinión, personalidad y experiencia crece de la pura vida divina. Cada conjunto de lo que los humanos percibimos como opuestos o diferencias es en realidad uno: yo y el otro, destino y libre albedrío, femenino y masculino, vaginal y fálico, yin y yang, oscuridad y luz, noche y día, nada y algo, diferente e igual , atractivo y repulsivo, bello y feo, otra vida y la humanidad, el cosmos y la Tierra, naturaleza y cultura, ciencia y religión o espiritualidad, evolución y creación, real e imaginario, natural y artificial, suave y áspero, armonía y caos, uno y muchos, unidad y división, cooperación y conflicto, paz y guerra, salud y enfermedad, huésped y parásito, presa y depredador, derrota y conquista, oprimido y opresor, sumisión y dominio, saciedad y hambre, satisfacción insatisfacción, gusto o enamoramiento (lo que llamamos amor) y odio, bueno y malo, seguro y vulnerable, flexible y rígido, liberal y conservador, duda y fe, opinión y apatía, fortaleza y debilidad, cielo e infierno, facilidad y lucha, capacidad e incapacidad, abundancia y carencia, ricos y pobres, derecha e izquierda, arriba y abajo , sofisticación y decadencia, éxito y fracaso, estabilidad y caos, vida y muerte, forma y espíritu, pesadez y ligereza, sonido y silencio, movimiento y quietud, complejidad y simplicidad, diversidad y mismidad, desigualdad e igualdad, juventud y sabiduría, niño y padre, infancia y vejez, embotamiento y agudeza, ignorancia e inteligencia, aprendizaje y enseñanza, habilidad y falta de habilidad, grandeza y humildad, conciencia e inconsciencia, rendición y resistencia, pasado y presente y futuro, y Fuente y manifestación.

Sabía sin duda alguna, o sin tener en cuenta las dudas de mi mente a las que no estaba prestando atención en este momento y por lo tanto eran prácticamente inexistentes, que este era Dios. No hay un pronombre en el idioma inglés que pueda reflejar con precisión a Dios; “Eso” es objetivo y “Él” y “Ella” implican un género. De hecho, todo lenguaje aquí es completamente inadecuado porque la naturaleza del lenguaje es diferenciar. Además, el lenguaje ni siquiera puede acercarse a capturar la magnificencia de esta realidad que habitamos.

Me di cuenta de que yo misma no sabía nada, que no podía hacer nada y que no era especial. Reconocí la sinceridad de este tipo de ignorancia desde la que todas las personas verdaderamente inteligentes perciben el mundo. Darse cuenta de ello puede disolver la pretensión y la identificación con el pensamiento. Entonces, el espacio se crea para la mente abierta, la claridad de pensamiento, la humildad genuina, la curiosidad natural y la quietud.

Dios me mostró que Él-Ella está creando, moldeando y desarrollando formas y mundos de igual modo que un artista crea obras maestras. Dios o el espíritu existe fuera del tiempo y no necesita nada para ser, y sin embargo la vida se expresa a través de la forma debido a su naturaleza creativa. Somos seres creativos. No existen cosas tales como prisa, fuerza media, competencia, pesadez ni seriedad; todas estas cosas son ilusiones. La vida sin forma que Dios es y que somos es eterna. En otras palabras, no hay nada que tú, yo o cualquier otra persona podamos hacer para, literalmente hablando, evitar existir para siempre jamás y tal y como somos ahora. En realidad, la eternidad es y siempre será ahora. El tiempo es una ilusión creada por la vida. Todo lo que existe o sucede está en el momento presente, incluidos los recuerdos del pasado y los modelos del futuro. Las formas evolucionan no porque la vida las haga evolucionar del mismo modo que pensamos que hacemos que las cosas sucedan (es decir, con una gran voluntad o un gran esfuerzo personal), sino porque la vida se está experimentando a sí misma a través de las formas y se mueve para seguir expresándose. El universo existe para que la vida pueda experimentar y llegar a conocerse a sí misma a través de la ilusión de la forma. Los humanos somos una forma altamente evolucionada en nuestro universo a través de la cual, la vida es capaz de ver completamente su propia naturaleza.

Si queremos alinearnos con la vida, entonces debemos entender que la forma en la que pensamos, decimos y actuamos es primordial. El contenido y los detalles de lo que pensamos, decimos y hacemos tiene una importancia secundaria. Es más importante, por ejemplo, que tengamos un corazón abierto que si tenemos buenas filosofías e ideologías; creamos en hechos, historias o detalles precisos; o hayamos tenido experiencias espirituales intensas o antecedentes de práctica espiritual. Asímismo, podemos manifestar una iluminada comprensión del universo y tener poco conocimiento sobre su edad exacta y otros detalles específicos, si conocemos muy bien la esencia de su su naturaleza, su propósito y su evolución. De igual modo, podemos comprender bien a una persona si somos capaces de ver en su ser. No importa la cantidad de detalles sobre los antecedentes, historias, intereses, ideas y situaciones de la vida de esa persona, aunque a veces puede ser útil. Los detalles y las ideas pueden ser importantes en algunas situaciones, pero no pueden sustituir a la base vital de la comprensión profunda y no conceptual que proviene de la inteligencia de la vida misma: la vida que es lo que realmente somos.

Nada es personal en absoluto, incluso (en realidad, “especialmente” sería una palabra mucho mejor que “incluso”) esas cosas que nos tomamos más personalmente. Tener razón y ganar es mucho menos importante que ser sincero y estar centrado en el Ser (la vida). Las autoimágenes y las identidades personales o colectivas importan muy poco. Simplemente están pasando pensamientos en las mentes de las personas sobre aspectos impermanentes de un mundo en constante cambio. Somos mucho más fieles a nosotros mismos si los utilizamos y todo lo demás de forma creativa y lúdica, si no nos perdemos en ellos y tememos a la muerte al enfrentar la impermanencia de esas formas. Nada en el universo es absolutamente correcto, incorrecto, bueno o malo. Todo es como es y tiene su naturaleza, incluidas todas las actitudes, filosofías, movimientos, puntos de vista, historias, esperanzas y perspectivas. Todo lo que existe juega un papel en la evolución de la vida. Negar, temer u odiar cualquier cosa en el universo es negar una parte de uno mismo, ser controlado por esa parte y separarse de algo que Dios sabiamente permite que exista. Debemos estar en paz con todo si verdaderamente deseamos manifestar la paz y no crear más sufrimiento.

La vida crea las experiencias y todo lo que ellas conllevan: actores, objetos, escenarios, decorados y eventos. Por la naturaleza misma de la realidad, cada lucha, tragedia, error y evento destructivo, sin ninguna excepción, se convierte tarde o temprano en una fuerza mayor y, por lo tanto, sirve a la expresión divina. (¡Tan solo imagina lo que puede salir del estado actual de la humanidad!). La competencia y la división finalmente se convierten en cooperación. El estado original de unidad se convierte en la experiencia de la diferenciación, y luego la diversidad producida por la diferenciación sirve como una gran expresión de la vida única que es la Fuente. Este movimiento se refleja tanto en la evolución biológica como en las sociedades humanas. Estas últimas han evolucionado desde la identificación con todo el grupo hasta el individualismo en algunas culturas, y cada vez más personas vuelven a la unidad con mayor conciencia. La esencia de cada momento de belleza, integridad, apertura, despertar, aprendizaje y visión creativa nunca se olvida ni se pierde, ni tampoco el recuerdo de cada experiencia se reduce a los detalles más sutiles de las partículas subatómicas, las ondas de energía y las dinámicas a nivel cuántico. [Cuando Phoebe vio esta verdad por primera vez podría haber intentado explicarla, pero no podría haberlo hecho tan bien como lo acaba de hacer ahora en este escrito, porque por entonces prácticamente no tenía conocimiento de física cuántica. Ella exploró esa área más tarde.]

Muchas de las mejores expresiones de la vida involucran la unidad en la diversidad bajo un tema común. El cuerpo humano, que se compone de muchos órganos diversos y tipos de células que cooperan entre sí, es un gran ejemplo de unidad en la diversidad. También hay diversidad de mamíferos, diversidad de aves, diversidad de ranas, diversidad de peces, diversidad de invertebrados, diversidad de microbios, diversidad de suelos, diversidad de hongos, diversidad de insectos, diversidad de árboles, diversidad de flores, biodiversidad local, diversidad de regiones climáticas, diversidad de cultivos, diversidad de alimentos, diversidad de estilos artísticos, diversidad de estilos musicales, diversidad de vestimentas, diversidad de herramientas, diversidad de arquitectura, diversidad de transporte, diversidad laboral, diversidad de talentos y habilidades, diversidad física humana, diversidad familiar, diversidad cultural, diversidad de idiomas, diversidad religiosa y espiritual , diversidad de personalidad, diversidad de edades, diversidad de historias, y mucho más en el planeta Tierra y más allá del planeta Tierra. La diversidad hace que las comunidades, los ecosistemas y la humanidad sean fuertes. Cada individuo es una expresión única de consciencia, la vida Una. Cada uno es hermoso y tiene puntos fuertes, pero cada uno también tiene limitaciones. Ningún individuo puede estar solo. Cuando un colectivo diverso se une, hay una gran fortaleza. Los atributos, habilidades, funciones, debilidades y defectos están equilibrados. Hay armonía. La luz de la Fuente brilla con más fuerza, porque eso es lo que nos une a todos. La vida pura es lo que tienen en común, todo y todos los que existen, independientemente de lo muy diferentes que sean en la superficie.

Dios es tanto imágenes como roles y más allá de todas las imágenes y los roles. Dios ama a cada alma, a toda la creación, y en cada momento, de forma infinita e incondicional. No puede ser de otro modo dado que Dios es verdaderamente omnisciente, omnipresente y que todo juicio tiene sus raíces en la ignorancia. Dios es infinitamente comprensivo y compasivo. No hay preferencias ni favoritos en absoluto, son ilusiones. Él-Ella es el terreno espacioso del ser, la Fuente sin forma de la cual todos nacen y a la cual todos regresan, sin absolutamente ninguna excepción. En realidad, todos somos siempre uno con Dios y solo sentimos que no lo somos por las ilusiones que experimentamos en el mundo. Nadie necesita crear o identificarse exclusivamente con un sistema de pertenencia artificial cuando, de hecho, todos pertenecemos a la realidad en su magnificencia.

Otra forma de señalar esta verdad es decir que siempre somos uno con la naturaleza, incluso cuando olvidamos que lo somos. Somos los árboles, las flores, las rocas, el suelo, los insectos, las montañas, las nubes, los pájaros, el océano, las olas, los vientos, las estaciones y el vasto cielo estrellado. Somos el aliento de la Madre Naturaleza. Somos vastos, espaciosos y tan antiguos como un universo de miles de millones de galaxias, de miles de millones de soles cada una. De hecho, nosotros, como seres humanos, somos microcosmos de ecosistemas, mundos, galaxias y universos. También somos macrocosmos de moléculas, células y órganos. Todos son aproximadamente igual de espaciosos en su composición. Todos son creados y ordenados orgánicamente por la inteligencia de la vida. Todos experimentan nacimiento, crecimiento, declive, y muerte o cambio. La “Naturaleza” es, a menudo, mucho más fácil de percibir como carente de prejuicios, y como no identificada con autoimágenes, grandiosidades, sistemas de creencias y otros pensamientos, que “Dios”, aunque ambas formas de lenguaje pueden usarse para señalar a la Fuente de todos los fenómenos.

Cuando vi a Dios, tuvimos un momento íntimo durante el cual pronuncié las palabras más profundas que jamás haya expresado. Llegaron en un tono ligero y amoroso que hizo eco a través de mi ser: “Nos creaste a nosotros [los humanos] para que pudieras verte a ti mismo.” En ese momento, sonreí como un bebé recién nacido. Sentí que era transparente e infinita; mi solidez parecía inexistente, ya que, en esencia, quien soy realmente surgió en el ámbito de la experiencia. (La solidez es de hecho una ilusión). Sentí que realmente estaba viendo y siendo yo misma después de haber dormido durante siglos. Al mismo tiempo, entendí que esas “edades” y todas las dificultades eran más pequeñas que minúsculas en el ámbito de la eternidad, que es el hogar. Sin moverme físicamente, podía percibir la Tierra, el espacio exterior y la humanidad desde una “vista del ojo de Dios” amplia e indescriptible. Viendo las miríadas de rostros humanos con un amor increíble, íntimo y profundo pude ver que todo y todos son Yo. También me vi a mí misma como aquello que brilla plenamente en seres iluminados como el Buda. Una imagen de un Buda meditando vino a mí, y supe que yo era la conciencia espaciosa, la luz luminosa de la presencia, que impregnaba el cosmos, y venía a través del Buda. Sabía que cualquiera que persiguiera la verdad sinceramente vería lo divino y conocería. Dios siempre está buscando la unión con nosotros, TODOS nosotros, y llegará a cualquiera que esté abierto. Dios es mucho (infinitamente) más grande que incluso el juicio más duro y separatista que la mente de cualquier persona pueda hacer, que el peor acto malvado que se pueda cometer. Sin embargo, si lo deseamos, podemos crear en nuestras mentes las ilusiones que queramos y también actuar sobre ellas. Tenemos total libertad de voluntad en el ámbito de múltiples posibilidades. Dios es tan poderoso que incluso permite eso. No hay dos caminos que sean iguales, y ningún camino hacia el pleno conocimiento y experiencia de la Fuente es correcto o incorrecto. Algunos son más cortos que otros, y algunos son más suaves que otros, pero ninguno se considera superior desde el punto de vista de la eternidad. Todos los caminos posibles conducen a la plena realización de la Fuente y, por lo tanto, a la experiencia gloriosa de estar verdaderamente en casa. Esto es cierto ya sea que estemos o no conscientes de la vida y de su dinámica, y de si cooperamos o no con ellas durante estas vidas.

Me mostraron una visión de un posible futuro para la humanidad en el planeta Tierra. En esta visión, vi a los humanos comportarse de manera muy diferente a como la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a ver a los humanos comportarse en esta era. Vi humanos de muchos tipos y personalidades diferentes. Estaban en un área natural con bosques, tomados de la mano en círculo, y celebrando libremente la vida. Sus rostros y cuerpos irradiaban amor, pureza, alegría, dicha, paz, inocencia y sabiduría, al igual que otras criaturas a su alrededor. Estas personas estaban completamente en contacto con la vida. No tenían miedo de ninguna parte de sí mismos o del mundo, ni estaban agobiados por creencias rígidas o identidades de ningún tipo. Eran completamente evolucionados y vivían perfectamente de forma simple y en el presente. Sin embargo, debido a su naturaleza realizada como una y la misma que la Fuente y su no identificación con la forma, tenían la capacidad de hacer y crear lo que quisieran. Eran verdaderamente libres. Cooperaban como células en un cuerpo, porque sabían que eran células en el cuerpo de Dios. No tenían dudas de que ellos (y todos los seres) continuarían viviendo después de la muerte. De hecho, habían traído la vida y la muerte, la Tierra y el cielo, juntas, junto con todos los otros dualismos, creando un mundo de perfecta integridad. Esta era la Nueva Tierra. Al verla, entendí que el destino de la humanidad es incierto y que depende de mí y de cualquier otra persona que vea esta posibilidad, crearla a partir de lo que tenemos en este momento. Entendí también que es muy posible que nuestra especie no llegue a la madurez, y que eso también está bien si sucede.

Entendí que cada fallo es un éxito, ya que contribuye de manera vital al desarrollo y autodescubrimiento de la vida. Incluso los mayores fracasos que hay son éxitos, ya que ellos, junto con todos los demás fracasos, son oportunidades. Cualquier cosa que falle o sea destruida prematuramente, incluso a la mayor escala cósmica posible, puede recrearse si la vida, o amplia conciencia, desea continuar evolucionando y expresándose a través de ella. La vida también puede crear algo muy diferente, y continuar allí, o hacer cualquier otra cosa que desee.

Del mismo modo, entendí que como persona podría no sobrevivir hasta la madurez o cumplir con el propósito de mi vida esta vez y que eso estaría bien si sucediera. [Hubo algunas veces desde el 2010 que, si hubieran ido de otra manera las cosas, lo cual no era poco probable, no estaría aquí editando este diario en el 2015.] Dios nunca ama a nadie menos si no “lo logra”. El amor es infinito, no importa cuántas veces se “falle”. Si vemos la muerte como un fracaso, entonces también debemos verla como una oportunidad. La muerte es una gran bendición que permite despojarse de una forma vieja y reciclar sus elementos. Cuando ocurre la muerte, puede nacer una nueva forma, o puede haber un retorno a la Fuente sin forma, a Dios, al Espíritu.

Comprendí que aquellos a los que tendemos a rechazar y llamar desafortunados: los discapacitados, los jóvenes, los viejos, los mansos, los pobres, los débiles, los discapacitados, los seniles, los feos, los torpes, los raros, los que no tienen estatus o son de bajo estatus, los humillados y avergonzados, y los agonizantes, se encuentran entre los más afortunados si permanecen abiertos y son capaces de sentir la vida que son. Estas personas están potencialmente mucho más cerca de la Fuente en su experiencia que aquellos que son materialmente exitosos o de alto estatus; estos últimos tienden a tener grandes egos egoístas, identificarse fuertemente con lo que tienen, y quedar separados de lo que realmente importa en la vida, y de lo que realmente son. Muchos de ellos no tienen la menor idea de que, alcanzar su unidad con la Fuente, es mucho más grandioso que cualquier cosa que uno pueda tener o hacer en el mundo. La verdadera satisfacción proviene de conocerse a sí mismo dentro de sí mismo, no fuera de uno mismo en condiciones externas. Nadie que no experimente estar en casa con Dios puede alcanzar una satisfacción total y duradera.

El amor expresado en estos momentos de desnudez fue absolutamente más allá de lo que las palabras pueden describir. Hubo calidez, alegría, paz y una sensación de estar verdaderamente en casa. Cuando me miré a los ojos en el espejo, brillaban radiantemente de una manera que nunca antes lo habían hecho. Había mucha vida en ellos, casi brillaban. Mi cuerpo se sentía vibrantemente vivo por todas partes. Percibí que los espíritus del Buda y de otros seres iluminados a lo largo de la historia me daban la bienvenida al conocimiento. Esta ocasión fue la primera de algunas en las que sentí su presencia y su apoyo.

En torno a este tiempo (en realidad, agujero en el tiempo), vino otro fuerte presentimiento. Este me dijo que esta vida física actual en la que yo estaba sería la última, y este hecho no me sorprendió en absoluto. Sentí que lo sabía desde antes de nacer y me olvidé temporalmente de ello. “Mi última” significa última en la fase de evolución antes de la autorrealización. “Autorrealización” significa comprender plenamente la naturaleza de la vida y de la existencia, comprender plenamente la unidad de toda la vida, y esa vida siempre es así, y luego vivir en el mundo con plena conciencia y sin ego. La vida es siempre libre de ser ella misma al máximo, siempre puede hacer lo que quiera, y no está obligada a soportar ninguna de las cargas y tensiones del juego de supervivencia. Significa darse cuenta de que no sucede nada que la vida no reconozca y acepte como posible, incluso si este hecho aún no se conoce en las mentes conscientes de la mayoría de los seres humanos que viven en esta época.

Estas comprensiones no ocurrieron en un claro orden secuencial como lo he descrito aquí. Más bien, se experimentaron simultáneamente, como si la comprensión viniera a través de mí como un subproducto de experimentar mi esencia como la Fuente. Es imposible describir cómo “sucedió” esta apertura a la vida. No “sucedió” estrictamente, sino que fue como una eliminación de las barreras manifiestas en mí que me bloqueaban la visión, como una eliminación del tiempo. Lo que percibí está fuera del tiempo, aunque algunas partes se tradujeron en palabras o experiencias en el tiempo. Recuerdo el tiempo en estos días antes y después de las vacaciones del Día de Acción de Gracias como si todas las ideas que surgieron lo hicieran a la vez. De hecho, la naturaleza del tiempo es que todo el tiempo es simultáneo. Así es como se percibe desde la eternidad. (Además, no importa si hubo más de una ocasión, durante este período de tiempo en que estaba frente al espejo y llegaron profundas comprensiones; podría haber habido más de una ocasión. No recuerdo todos los detalles del tiempo. Lo importante es que todo es uno).

Durante las siguientes dos semanas, sentí como si “Phoebe” no fuera quien era “Yo”, sino que era alguien que había muerto. “Yo” soy ser, pura vida. Phoebe a menudo se despertaba por la mañana sintiendo una conciencia mucho más viva en sus piernas y pies que en su cabeza. Espaciosa y consciente, vi el mundo y la situación de la vida de Phoebe desde una perspectiva que estaba fuera de ese viejo ser humano. Durante este tiempo, los compañeros de clase, los profesores, y Phoebe, aparecieron como actores de una obra de teatro. Phoebe no hablaba mucho; ella sobre todo escuchaba y observaba.

La sensación de ser la amplia presencia detrás y dentro de toda experiencia nunca me ha abandonado, aunque a veces está más en primer plano y otras más en segundo plano. A veces, me he quedado dormida por la noche mientras permanecía consciente de mí misma, como la vida en el fondo de la persona que se quedó dormida. No siento que ninguna experiencia interna o externa sea yo, mientras que otras cosas no lo sean. No puedo creer en palabras, declaraciones, o ideas, como lo hace la mayoría de la gente.

Durante las vacaciones de invierno [que duraron desde mediados de diciembre hasta principios de enero], Phoebe sintió nuevamente la presencia de Amanda. Amanda silenciosamente le hizo saber que podía ver aquello por lo que Phoebe estaba pasando.

Phoebe no tenía ni la menor idea, de que este despliegue que ocurrió entre septiembre y diciembre del 2010 era solo el comienzo. Había muchos ajustes que hacer, experiencias que vivir, desafíos que enfrentar, problemas que resolver y lugares y temas que explorar. A menudo extremadamente desorientada y abrumada por la hipersensibilidad, literalmente ha aprendido mucho sobre cómo usar su mente y su cuerpo y cómo comunicarse con las personas. (Esto último es algo con lo que ella ha luchado mucho, ya que ha habido momentos en los que no ha podido hablar de manera muy eficaz. Esto ha sido especialmente cierto con aquellos que realmente no escuchaban cuando ella estaba en su presencia). Ha profundizado su comprensión de este mundo y del universo. Los viejos patrones de tensión, separación, y ego, que hicieron funcionar gran parte de su vida anterior, se han desmoronado rápidamente. Aunque ha habido muchos momentos de alivio instantáneo, este desmoronamiento a menudo ha sido duro. Las tensiones profundamente ocultas se han planteado y, a veces, han tenido que sentirse completamente, antes de que pudieran disolverse, dando paso al alivio. Cuando ha sucedido el alivio, a veces ha habido tanta energía en el cuerpo que no podía hacer otra cosa que correr por la casa, dar un paseo rápido o canalizarla a través de la música y el baile rápidos. Este proceso le ha estado sucediendo a la mente y a través de la mente. No puede ser controlado por la mente, o el yo personal separado, que es una ilusión hecha por la mente. Este es un proceso de curación e integración.

Ha habido muchas dificultades y desafíos, incluida la deserción escolar, la discapacidad (incapacidad para funcionar en el mundo durante dos años debido a desorientación e hipersensibilidad), falta de vivienda, pobreza, pérdida de amigos y relaciones, hostilidad e incomprensión de los demás (incluidos los convencionales profesionales de la salud y consejeros espirituales o maestros), y falta de apoyo la mayor parte del tiempo. A nivel personal, he experimentado la pérdida de prácticamente todo sentido de pertenencia a cualquier grupo, y la esperanza por la humanidad en su actual trayectoria.

Hubo momentos en que deseaba poder abandonar el planeta, escapar a un lugar lejano, ser rescatada de alguna manera por seres más avanzados, o terminar con esta vida física. Mi soledad y desilusión se han sentido muy intensamente a veces. También he deseado el colapso o la transformación de la civilización, porque sus cargas a veces se sienten extremadamente pesadas. Además, a menudo temía la persecución, porque soy extremadamente sensible a la dinámica social de crear a los propios, excluir a los ajenos, y deshumanizar a los que no se identifican con las normas o prioridades dominantes. Durante mis momentos más difíciles, sentí la presencia del guía espiritual abrazándome y calmándome; él o ella no apareció como identidad alguna, sino solo como espíritu puro. A veces, golpeaba suavemente un bloqueo dentro de mi cuerpo y lo desalojaba.

Casi todos los días desde principios del 2012, he liberado energía atrapada en mi mente y en mi cuerpo, al enfocar mi libre conciencia, sobre bloqueos que estaban listos para disolverse. Cuando se disolvían, experimentaba como una liberación de tensión en una o más partes del cuerpo (generalmente cabeza, abdomen y, o, pecho), y energía fluyendo a través de mi Ser. La energía se siente cálida, como el calor de un fuego que quema madera muerta, pero no caliente de manera que queme. Siento que lo que está sucediendo es un proceso muy similar, en el que el condicionamiento muerto, separador y basado en el miedo dentro de mi sistema ha estado literalmente ardiendo con la ayuda de mi libre conciencia. Cuanto más se quema, más clara y más integrada me vuelvo.

También han habido muchas experiencias más profundas y hermosas. Destaco tres de ellas a continuación. Estas han incluido profundos conocimientos sobre varios aspectos de la vida y la muerte, poderosas visiones espontáneas de escenarios alternativos, de eventos reales, habilidades psíquicas que se manifiestan, recuerdos de vidas pasadas y muertes (algunas de ellas traumáticas, otras hermosas), experiencias extracorporales en las cuales volaba a través de paredes, alrededor de la casa, o en otras dimensiones, muchos momentos de conciencia clara y despierta en diversas situaciones, y más cosas. Me he experimentado como una con el cielo, con árboles y plantas, con animales, con otras personas, con formaciones geológicas, o con cosas, de una manera profunda e íntima. A veces, las experiencias profundas se han producido de forma espontánea, en mitad de la clase o mientras hacía mandados.

En una ocasión, mientras estaba en la cama despierta durante un período muy oscuro y caótico, la inteligencia del planeta Tierra se me dio a conocer. Sin palabras, el espíritu de la Tierra me hizo saber que su nombre era Gaya. Nos fusionamos por unos momentos y compartimos mucho amor.

Durante gran parte de un día del 2012, percibí una calidad profunda, fresca, prístina, y viva, en todo mi mundo, más que nunca antes, especialmente en los árboles. Esta visión vino después de una intensa desidentificación entre lo informe que soy y la forma de Phoebe. Me experimenté como una conciencia superior, y entendí que así es el mundo en realidad cuando lo percibimos en su plenitud. He tenido muchas más experiencias similares desde entonces.

Un día, a finales de agosto del 2013, y mientras caminaba por la sala de estar, mi conciencia cambió hacia fuera del ámbito de la manifestación. Nuevamente, percibí el poder indescriptible de la vida pura que subyace al universo, el mayor y único poder verdadero. Desde entonces, tales ideas y percepciones han aumentado en frecuencia. En septiembre y octubre del 2013, y también en varios casos desde entonces, me experimenté espontáneamente como una pura vida sin forma, sin tiempo, sin límites (me he visto claramente más allá de la percepción personal y la mente) y esto varias veces (en realidad, más que veces habría que hablar de agujeros en el tiempo). Cada “vez”, me siento menos apegada al reino del tiempo y más centrada en la situación de mi vida. A veces he experimentado una intensa sensación de dicha, claridad y libertad ilimitada. El tiempo da la sensación de ser menos real y más como una bella ilusión experimentada dentro del eterno ahora. En cada momento presente, todas las posibilidades y todos los tiempos existen simultáneamente dentro, y el espacio interno es uno y el mismo que el espacio exterior. La mente humana ligada al tiempo no puede comprender esta verdad.

Además, las sincronicidades se han vuelto frecuentes. Lo hacen naturalmente cuando la vida se vuelve consciente de su naturaleza a través de su experiencia. Cuando hay apertura, se vuelve mucho más fácil que la vida coopere consigo misma. He estado viviendo por gracia en los últimos años, y la vida a menudo no me ha dado más de lo que necesitaba para sobrevivir y continuar la integración. A menudo me sentí atraída por hacer trabajos voluntarios y no por trabajos remunerados porque vi que el trabajo voluntario era lo que el mundo realmente necesitaba. Además, una de mis mejores alegrías es conocer a otras personas en lo trascendente. Hay una belleza y alegría en esa experiencia que es indescriptible. Me encanta devolverles a los demás, lo cual en realidad significa devolverme Yo misma a Mí misma, cuando conozco personas que están listas y son receptivas. Tales reuniones son mutuamente beneficiosas. Lamentablemente, he conocido a pocas personas.

Estos y otros fenómenos que a menudo llamamos místicos no son algo personal. Son connaturales con la vida. Todos tenemos dentro de nosotros la posibilidad de tener experiencias místicas y profundos conocimientos. Al mismo tiempo, con frecuencia no es lo mejor para nosotros tenerlos. Cada uno de nosotros está experimentando exactamente lo que necesita experimentar. Cada uno de nosotros es consciente de que tiene esta experiencia única como esta persona o entidad única y en este punto único en el reino del tiempo. No hay experiencias correctas, incorrectas, superiores o inferiores. Todas las experiencias son parte del desarrollo de la vida: el gran círculo de experiencia desde la Fuente, a la manifestación inconsciente, a la manifestación consciente, y de regreso a la Fuente. Es natural y está perfectamente bien para nosotros, y para otros seres, el estar en lugares muy diferentes de conciencia y expresión. Podemos hacer lo mejor de nuestras capacidades, o podemos resistir lo que la vida nos tiene que mostrar, repetir los mismos desafíos una y otra vez, y hacer que el camino sea más difícil. Ser consciente del proceso en el que estamos ciertamente lo hace mucho más fácil.

No hay nada especial en mí ni en nadie más. Creer en lo especial es identificarnos con situaciones externas y así olvidarnos de quién somos realmente. Estoy donde estoy en gran medida porque vidas pasadas me han preparado. Sin embargo, tal vez una razón más importante es una genuina voluntad de conocerme a mí misma, de descubrir las profundidades de la vida, y de vivir en paz e integridad. Esta disposición en mí ha sido más fuerte que las otras fuerzas en mi vida (es decir, los deseos de tener éxito materialmente e integrarme en la sociedad). Todos tenemos en nosotros mismos la posibilidad de expresar esta voluntad, al igual que todos tenemos la semilla de la iluminación. Depende de cada uno de nosotros descubrir las profundidades de la vida y de nosotros mismos, que son una y la misma. Depende de cada uno de nosotros darse cuenta de que la realización final no está en el pasado ni en el futuro, sino en el ahora, independientemente de las circunstancias externas. El espacio del ahora, la vida misma, trasciende todos los fenómenos, experiencias y circunstancias. La luz es infinitamente más grande y más poderosa que todas las cargas, la oscuridad y el sufrimiento. Dios es todo lo que hay.

¿Alguna medicación o sustancia asociada que haya podido afectar la experiencia? No.

¿Fue la experiencia difícil de expresar en palabras? Sí.

En el momento de la experiencia, ¿había algún evento relacionado con una amenaza vital? No.

¿Cuál fue su nivel de conciencia y estado de alerta durante la experiencia? Más consciente y alerta de lo normal.

¿Fue la experiencia de alguna manera como un sueño? A veces, las visiones e imágenes que me han llegado han sido un poco oníricas, mientras que mi estado de conciencia ha sido extremadamente claro. Sentí que era la conciencia pura más allá de todas las formas, y sentí que todas las formas eran ilusorias. La comunicación después de la muerte de Amanda no era para nada un sueño, y tampoco lo era la presencia que sentí de otros seres desencarnados, como la de Buda por ejemplo. Sentía su presencia directamente y sabía que estaban allí.

¿Experimentó una separación de su conciencia de su cuerpo? Sí. Durante los despertares iniciales, no me separé de mi cuerpo en términos de distancia física, pero definitivamente sentí que estaba más allá de mi cuerpo, desidentificada de él, y en un estado superior y trascendente.

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Vea la descripción de la experiencia para más detalles. Durante los despertares, las emociones fueron: profundamente dichosa, en paz, alegre y vibrantemente viva. Yo no los llamaría emociones, ya que provienen del estado natural del Ser puro más allá del organismo.

¿Escuchaste sonidos o ruidos inusuales? No.

DESCRIPCIÓN DE LA UBICACIÓN: ¿Reconoció alguna ubicación familiar o ubicación de enseñanzas religiosas familiares o se encontró con lugares habitados por criaturas extraordinarias o increíbles? Sí, me dieron una visión de la Nueva Tierra habitada por humanos iluminados.

¿Viste una luz? Sí, me vi y experimenté a mi misma como una con la luz de la conciencia pura que es la Fuente de toda la existencia y el fundamento de la realidad.

¿Conociste o viste algún otro ser? Sí, a mi difunta amiga Amanda, Gaya o el espíritu de la Tierra, la presencia del Buda y el guía o ángel que se manifestó como espíritu puro sin una identidad individual específica. Comunicaron mensajes de amor y me apoyaron. No me encontraron en otro ámbito, sino que se presentaron a través de mi experiencia en la Tierra.

¿Tuvo alguna sensación de espacio o tiempo alterado? Sí. Sentí que el tiempo no era tan real; Sentí que el Ser crea el tiempo y está más allá del tiempo. Sentí que todo los tiempos y las posibilidades existían ahora.

¿Tuvo una sensación de conocimiento, conocimiento especial, orden universal y, o, propósito? Sí, consulte la descripción de la experiencia.

¿Te has enterado de eventos futuros? Sí. Vea la descripción de la experiencia de la visión de la Nueva Tierra.

¿Estuvo involucrado o consciente de una decisión con respecto a su regreso al cuerpo? No.

¿Recibió algún don especial, psíquico o paranormal después de la experiencia que no tenía antes de la experiencia? Sí. Consulte la última sección de la descripción de la experiencia.

¿Tuvo algún cambio de actitudes o creencias después de la experiencia? Sí, antes era agnóstica y escéptica en relación con la vida después de la muerte, aunque me atraía la meditación y la vida holística. Después de la experiencia, definitivamente sé que la conciencia trasciende la muerte. Mis prioridades se han desplazado más allá de valorar el dinero, el estatus o cumplir las expectativas sociales y valorar la evolución espiritual, el bienestar y la conciencia. Las cosas son secundarias para la conciencia, incluso hasta el punto en que si tuviera que elegir entre la muerte física y la vida en identificación con un estilo de vida material, elegiría la primera. Estoy abierta a tener dinero, pero no sería de importancia primordial como lo es para la mayoría de personas en este mundo.

¿Cómo ha afectado la experiencia a tus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas? ¿Opciones de carrera? Drásticamente. Muchas relaciones se han disuelto. Dejé la escuela, volví cuando pude funcionar lo suficiente y terminé mi licenciatura. No la obtuve en biología, pero sí estudios liberales en general. Traté de especializarme en trabajo social la segunda vez que fui a la escuela, pero no encajaba en el departamento y terminé por no funcionar. Tengo dificultades para encontrar empleo porque, como joven, generalmente me tratan como si no supiera mucho y se espera que me ajuste al entorno dominante (materialista, impulsado por el ego) y, o, participe en prácticas que sentí eran perjudiciales para la vida. He meditado y participado en numerosos grupos espirituales (incluido uno en línea para personas que han tenido Experiencias Cercanas a la Muerte y otras Experiencias Espirituales Transformativas), pero ninguno lo sentí como un lugar donde realmente pudiese expresar mi conciencia. Algunos grupos tenían personas que eran francamente degradantes o dañinas en la forma en que se desenvolvían. Todavía no he encontrado un nicho en este mundo donde realmente use mis dones para ayudar a otros. Mi práctica espiritual a menudo implica escuchar charlas meditativas y leer libros profundos y relatos de Experiencias Cercanas a la Muerte o de Experiencias Espirituales Transformativas.

¿Ha cambiado su vida específicamente como resultado de su experiencia? Sí. Ver otras respuestas.

¿Has compartido esta experiencia con otros? Sí. Han habido reacciones diversas. Muchas personas han tenido miedo, me han tratado como si estuviera loca, fueron hostiles y, o, me rechazaron. Algunas han sido de algún modo un apoyo. Algunas personas fueron inicialmente de apoyo y luego se volvieron menos solidarias o insolidarias. Siento que aquellas con quienes lo compartí fueron influenciadas por ella, incluso si se molestaron. No creo que nadie con quien lo haya compartido, realmente lo haya entendido bien.

¿Qué emociones experimentó después de su experiencia? Ver la descripción.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de tu experiencia? Lo mejor: ser uno con la luz. Lo peor: pasar por difíciles patrones internos condicionados y experimentar el rechazo y la hostilidad de los demás.

¿Hay algo más que quiera agregar sobre la experiencia? No podría haber descrito las experiencias como lo hice aquí en el momento en que sucedieron. La descripción es una versión editada de una revista que escribí sobre ellas entre el 2012 y el 2014. No fue hasta entonces que pude escribir una forma narrativa de ella de esta manera.

Después de la experiencia, ¿ha tenido algún otro evento en su vida, medicamentos o sustancias que hayan reproducido alguna parte de la experiencia? Sí. Demasiados para describir, y parecen haber sucedido independientemente de cualquier medicamento o sustancia. Nunca he estado borracha, drogada o fumado nada en esta vida. Mi estado normal de conciencia se ha desplazado a percibir lo trascendente en la vida cotidiana y, a menudo, tengo profundos conocimientos y experiencias.

¿Las preguntas e información que proporcionó describieron con precisión y de manera exhaustiva su experiencia? Incierto, hice todo lo posible por describir la experiencia, pero definitivamente no se puede describir con palabras.

Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que pueda tener para mejorar este cuestionario. Hacer que las respuestas de algunas preguntas sean opcionales para la publicación. Estoy de acuerdo con que se publique la mayor parte de esta información, pero no toda. [Nota: la información que no se pretende publicar se ha omitido y no aparece aquí]. Además, crear una opción en el cuestionario para que los contribuyentes se identifiquen como transgénero o un género que no sea masculino o femenino. Esto no es un problema para mí, pero lo sería para algunas personas.

Correo electrónico de contacto: peaceloveandart89@gmail.com