ECM Probable Jessie S
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Descripción de la experiencia:

Este es un relato de mi experiencia, que detalla los eventos antes y después. Lo escribí antes de haber hecho mucha investigación sobre el tema de ECMs. No quería que mi percepción se alterara por otros relatos. Compartí mi 'relato' un poco más de hace una semana y se ha leído más de 2000 veces, compartido en Facebook más de 600 veces, y ha viajado por todo el mundo. Siento mucha humildad por todos los emails de las personas que me han contado personalmente lo que mi historia significó para ellas y también he conectado con otras que han tenido ECMs. Incluso mi padre; nunca hubiera sabido sobre su experiencia si no hubiera compartido la mía. Me tomó valor compartirlo tan públicamente, pero ha sido lo mejor que jamás he hecho en mi vida.

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Hay momentos en la vida que realmente hacen una diferencia, momentos que te agarran de tu estado hipnotizado inducido de percepción egoísta. Sacuden tu centro, abriendo tu ser espiritual a todo lo que está más allá. Por un segundo en el infinito, te das cuenta de la insignificancia de todo, menos el Amor. Pues, tengo un relato que compartir contigo: un relato verdadero: Mi historia. No es nada fácil para mí compartir esto tan públicamente. De hecho, casi nadie sabe acerca de esta experiencia tan profunda que viví recientemente. Me la guardé por un tiempo, aterrorizada de abrirme con cualquier persona sobre el tema. Necesitaba tiempo para contemplar el significado y comprender la experiencia en sí. Además, hay un miedo de compartirla con la gente; “¿Qué pensará la gente?” “¿Cómo me van a juzgar?” “¿Alguien me creerá?” La reacción que he recibido de las pocas personas a las que he dicho me ha dado el valor para superar esas demoras. Sus reacciones me han hecho recordar que hasta una experiencia personal puede tener un efecto dominó en la vida de otros. Que no importa lo difícil que sea, algunas historias están destinadas a ser contadas. Ahora, estoy lista.

Espero que tú también, estás listo. Esta es mi historia. Nada sacude a una familia tanto como una enfermedad lo puede. Hace un año, empecé a experimentar unos síntomas muy preocupantes. Para una Mujer joven y bastante sana, al principio no estaba muy preocupada. Hasta que las pruebas médicas volvieron negativas una y otra vez y mis síntomas se empeoraron cada vez. Mis médicos y yo empezamos desde abajo y subimos por la escalera de todas las posibilidades, pero fue en vano. Ninguna prueba reveló el problema, ningún medicamento ayudó y hasta cirugía menor no detuvo mis problemas. El estrés no es una palabra adecuada para describir los sentimientos que tenía mes tras mes al no saber qué problema tenía. Mi vida estaba volteada boca abajo, en más de una sola forma. Ni mencionar que algunos de esos meses incluyeron angustias personales no relacionadas. Las cosas no eran fáciles. Tenía que ser fuerte y sonreír lo más que podía.

Aún cuando mi propio marido no me podía mirar en los ojos sin lagrimear por el miedo de perderme, tenía que mantenerme fuerte. Valoré cada momento simple y feliz en esos largos meses. Sin querer, se propuso que una histerectomía sería el fin de los síntomas. La cirugía también le daría a mi cirujano una mejor visión de lo que podría estar sucediendo dentro de mí y posiblemente algunas respuestas. Programamos la histerectomía y nos preparamos para una larga y esperanzada recuperación. No tenía nada de miedo por la cirugía. No era mi primera cirugía importante. Conocía los riesgos. Sabía que iba a haber dolor. Sabía que sería difícil no solo para mí, sino también para mi familia. Entonces, la histerectomía total (Conseguí conservar mis ovarios, pero hubo que hacer una biopsia de uno) y una segunda cirugía estética procedió como de costumbre a mediados de mayo de este año. Estaba bastante cómoda después, si se puede llamar cómoda la sensación de ser atropellado por un autobús.

Mientras estaba recuperándome en el hospital, tenía un goteo de morfina que podía inyectar cada 30 minutos, mi torso estaba envuelto, y tenía un tubo de drenaje muy sexy que salía de mi estómago. Todo esto era exactamente como lo esperaba, y pude mantener mi actitud optimista. Cuando llegaron los resultados de las pruebas laboratorios de mi útero y la biopsia de ovario, estábamos todos aliviados al oír que estaba a salvo. ¡Todo parecía bien! Me dieron el alta después de solo dos noches; lista para recuperarme en casa y recuperar mi salud. Recuperar mi vida. Pero eso no es lo que sucedió. A las pocas horas de estar en casa, mi dolor comenzó a aumentar drásticamente. Sin embargo, nada para lo que no estaba preparada. Tomé unos Perocet y lo atribuí al dolor posquirúrgico. Tengo una tolerancia muy alta para el dolor, que ha sido probada muchas veces antes. Entonces, me acomodé en el sofá reclinable que mi marido había mudado a nuestra habitación y traté de dormir. Pero no. A medianoche, estaba en el suelo de nuestro dormitorio en posición fetal, gritando. El dolor era abrumador. La única forma de describirlo es como si alguien me hubiera abierto el estómago con los dedos, sacando mis órganos e intestinos, metiéndolos en una licuadora, licuándolos a baja potencia, echándoles gasolina y luego prendiéndoles fuego antes de empujarlos de nuevo dentro de mí. Esa imagen aún no llega a describirlo, pero es lo más cerca que puedo. Nunca se lo desearía a nadie ni a nada.

Mi marido, Sawyer, me llevó rápidamente a la sala de emergencias. El dolor era físicamente desgarrador e intensa que nada más en el mundo me importaba, excepto terminar con ese dolor. En la sala de emergencias, me vieron inmediatamente. No era una buena señal. Apenas podía hablar, estaba al borde de desmayarme y la única cosa que quería esa un intravenoso con un analgésico muy fuerte. Recuerdo que decían que mi ritmo cardíaco era 185 (lo normal para mi es 60) y tenía una fiebre baja. No recuerdo qué era mi presión arterial, ya que honestamente, no me importaba nada excepto el dolor insoportable. Me internaron de nuevo al hospital.

Las tomografías computarizadas mostraron que tenía un íleo paralítico: una complicación de la anestesia, en la que mis intestinos no se habían despertado y estaban hinchados. En una segunda mirada a mi escaneo, se vio que también tenía la barriga llena de sangre. Estaba sangrando internamente. Los siguientes días después de eso, apenas puedo recordar. Estaba enferma, mortalmente enferma. Los médicos entraban y salían, las enfermeras las 24 horas, el personal médico y las visitas de familiares. Sawyer nunca se apartó de mi lado. El dolor era todo lo que existía para mí. No se me permitió comer ni beber en caso de que me llevaran de urgencia a la cirugía y también para ayudar a que mis intestinos se despertaran. Me dijeron que caminara todo lo que pudiera. Cada paso era dolor, cada movimiento; incluso después de una inyección de mi precioso analgésico.

Mi médico habló de cirugía para localizar el misterioso sitio de sangrado, pero otro cirujano contradjio la idea debido a mi otra complicación, al menos por ese momento. Estábamos paralizados. Estaba estable, baja, pero estable. Iba a seguir siendo monitoreada de cerca. Recibí dos transfusiones de sangre y muchos de antibióticos. Mi familia estaba luchando por contener las lágrimas cuando estaban a mi alrededor. Mi esposo estaba mostrando fuerza y empatía más allá de las expectativas. Fue lo más espantoso que nos ha pasado como familia. Sin embargo, a pesar de todo, lo único en lo que podía pensar era en el dolor. Me dolió mucho. El dolor era mi mundo: un dolor que no podía imaginar que ningún ser vivo tuviera que experimentar. Apenas dormí porque estaba muy incómoda. Cuando pude cerrar los ojos durante unos minutos a la vez, solo soñaba con el dolor y el miedo, por lo general, despertándome asustada.

Excepto por una noche: mis ojos se abrieron y estaba rodeada de blanco. Sin paredes, sin piso: solo un brumoso, espacio en blanco. Estaba de pie, erguida y alta, una hazaña que no había podido hacer desde la cirugía y el dolor... el dolor. Para mi absoluta sorpresa, ¡se había ido! Estaba cómoda y cálida, incluso tranquila. Sentimientos que había olvidado hace mucho. Mi cuerpo ya no estaba enfermo. Me sentí ligera y suave. Llevaba un vestido blanco sencillo y suave. Me sentí increíble.

A la distancia, a través de la niebla, lo vi, Anthony. Estaba sentado en un banco blanco esperando a alguien. Cuando me acerqué, se puso de pie y se volvió hacia mí. Estaba tan feliz de volver a ver a mi amigo fallecido. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido y había una extraña formalidad en todo. Me sonrió con su famosa sonrisa y puso su mano derecha sobre mi hombro izquierdo. No se dijeron palabras entre nosotros, pero sus ojos estaban fijos en mi cara. Fue entonces cuando la vi empezar a aparecer. Detrás de Anthony y a mi derecha, una luz brillante. Al principio era pequeña, pero se hacía más brillante, más fuerte. Fue la cosa más gloriosa que he presenciado. Irradiando colores y sentimientos que las palabras jamás podrían describir; tonalidades brillantes de azules dorados y Amor. Era más brillante que el sol, pero no me lastimaba los ojos al mirarlo directamente. Celestial. No pude apartar la mirada.

La sensación que tenía era similar a una sensación de ver a la persona que amas después de una separación demasiada larga. Esa luz era puro amor incondicional y lo sentí. Era todo. Era todo que alguna vez existió y que existirá. Quería ser parte de ella. La ansia de seguirla, caminar hacia ella y fundirme en ella era intensa. Pertenecí ahí. Me estaba llamando, y esperándome. Miré hacia atrás en los ojos de Anthony, su mano aun sobre mi hombro. Estaba abrumada de alegría y amor. La expresión en su cara confirmó lo que sabía. Sí, que era era la luz y Anthony estaba ahí para acompañarme. Estaba ahí para llevarme a casa.

De repente, de alguna forma, me acordé de Sawyer. Miré hacia debajo de mis pies, hacia el lado izquierdo. A través de la niebla del piso blanco, podía ver a mi marido durmiendo sobre el pequeño sofá plegable en el hospital al lado de mi cama. Sus pies y brazos colgaban a los lados y estaba completamente vestido. Sentí un anhelo hacia él. Quería bajar hasta ahí y acostarme al lado de él, confortarlo y decirle que todo iba a estar bien. Quería estar con él. Es como si hubiera contestado una pregunta tácita sin decir una palabra. Miré hacia atrás a Anthony y sonrió una vez más y me apretó el hombro con cariño. Mi decisión se hizo claramente sin ni siquiera un susurro se escapara de mis labios. No estaba preparada para irme. Mis pies se hicieron pesados como el cemento. Solamente podía quedarme ahí parada y mirar a Anthony mientras caminaba hacia esa Luz más gloriosa, y lo envolvió dejándome atrás. Cayéndome lentamente hacia atrás a través del espacio blanco, el momento desapareció de mi.

Abrí mis ojos de nuevo: el dolor. El dolor era paralizante. Mi cuerpo estaba tan débil y frágil, no podía hacer nada excepto soportarlo. Los sonidos rítmicos de mi goteo intravenoso resonaban por toda la habitación. Un recordatorio de donde estaba: mi cama en el hospital. Al lado izquierdo estaba Sawyer, tendido sobre el pequeño sofá plegable. El día y la noche siguientes giraron en torno a mi dolor, como todos los días anteriores. A medida que el dolor desaparecía, era como una cuenta regresiva para ver cuánto podía soportar. Mentalmente, me saldría de la piel con las garras, queriendo abandonar el sufrimiento al que había estado atada. Estaba atrapada dentro de mi cuerpo roto. Al final de cada tres horas, lloraría, pidiendo que se terminara, cada vez. Traté de poner cara de valiente. Apretar los dientes y soportarlo.

Una vez que inyectaron el Dilaudid (un medicamento para el dolor- nota de traductora) en el goteo intravenoso, el sabor metálico inundándome la boca, el ciclo comenzaría de nuevo desde el principio. Sé que Sawyer deseaba cambiar lugares conmigo, pero nunca lo hubiera permitido, ni siquiera en teoría. Mi cuerpo se estaba marchitando. Era un esqueleto cubierto en piel gris con una barriga hinchada y llena de sangre. Mis ojos estaban vidriosos y apagados, mi cabello grasoso, moretones de las vías intravenosas que cubrían mis brazos y múltiples pinchazos de agujas de los análisis de sangre, mejillas hundidas y labios agrietados. Me estaba rompiendo, frágil. La noche después de mi “sueño” fue un una coyuntura decisiva y milagrosa. Odiaba despertar a Sawyer cada hora para que me ayudara a salir de la cama para usar el baño. Había decidido dejarlo dormir e intentar hacerlo sola, que, con orgullo, logré.

Cuando finalmente me acomodé de nuevo en mi cama, sentí humedad debajo de mis piernas. Deprimida que la incontinencia ahora me había sido otorgada, busqué debajo de las sábanas para revisar. Levanté la mano y me horroricé al ver unos dedos empapados de sangre. Estaba sentada en un charco de mi propia sangre. Literalmente podía verla filtrarse a través de las sábanas, esparciéndose. Los siguientes 15 minutos fueron un torbellino de caos controlado. Enfermeras, mi marido, mi madre, pruebas y sangre; mucha sangre. Literalmente estaba saliendo de mí como un grifo y también en coágulos. Creí que era mi fin. Después de hablar con mi médico y revisar mis signos vitales, la enfermera nos informó que el médico dijo que se trataba de la sangre que había estado asentada dentro de mi vientre y que estaba siendo expulsada vaginalmente a través de las suturas internas. La sangre que esperaban que mi cuerpo eventualmente reabsorbiera fue liberada de repente. Mientras mis signos vitales permanecieran estables, tan estables como lo habían estado al menos, entonces estaba bien.

Iba a llegar pronto para revisarme. Expulsé más de 2 litros de sangre y mucho más que 800 centímetros cúbicos de coágulos tamaño de puños, o más grandes; la enfermera dijo que parecían a mi hígado. Todo esto sucedió en menos de 45 minutos. Mi habitación parecía una escena de horror. Como si fuera un milagro, mi dolor se disminuyó en ese momento instantáneo. Finalmente tuve algo de alivio del dolor que había estado soportando durante casi una semana, y solo al precio de un baño de sangre inesperado. En las próximas 48 horas mi ritmo cardíaco finalmente empezó a bajar del rango de 140 a los 90. Mi presión arterial mejoró, mi hematocrito se había mantenido estable y mis intestinos se estaban despertando. Finalmente, se me permitió comenzar con líquidos. El jugo de sopa Campbell nunca sabía tan bien. Estaba mejorando. Dos noches después del baño de sangre, me dieron de alta del hospital. Mi médico me dio su número personal para que le enviara un mensaje de texto con mis estadísticas de frecuencia cardíaca y presión arterial cada pocas horas. Por supuesto, estaba aterrorizada de que pudiera tener otra hemorragia interna. Se puso a disposición para cualquier inquietud y me revisó a menudo. Todavía tenía dolor. Pero este dolor era del tipo que originalmente estaba preparada para manejar. Finalmente pude comenzar mi recuperación ahora muy extendida.

Dos semanas después de estar en casa, tuve otro susto de sangre que me devolvió a la sala de emergencias pero se detuvo misteriosamente. Durante un mes después de eso, básicamente me quedé en la cama y dormí. Incluso ahora, todavía me estoy recuperando. Mi increíble familia se hizo cargo de mis hijos y los amigos que me quedaban me vigilaban constantemente. Luego, estaba Sawyer: no tengo palabras para lo que hizo por mí a través de todo esto. No sé qué habría hecho sin todos ellos.

Durante meses, he mantenido este recuerdo relativamente en privado, pero todos los días ha estado en mi mente. Solo su pura belleza todavía me deja asombrada. Antes de mi ECM (experiencia cercana a la muerte), no tenía ningún conocimiento real de ellas. Por supuesto, había oído hablar de ellas, como muchos de nosotros, pero nunca pensé mucho en ellas. Para mí, no eran relevantes y, de manera más desafiante, nunca esperé que me pasara algo como esto personalmente. No era un pensamiento preexistente en mi cabeza y nada que mi imaginación pudiera haber creado. La investigación que he realizado desde entonces solo me ha confirmado mi experiencia. Hay experiencias y sentimientos sorprendentemente similares de personas de todo el mundo. Algunos que han muerto y algunos que estuvieron a punto de morir. No tengo ninguna duda de que lo que me pasó fue real. Esta historia no tiene la intención de ser una predicación.

Siempre me he considerado con un equilibrio saludable entre la fe, la espiritualidad y la ciencia. No he cambiado de opinión; más bien creo que ha solidificado lo que siempre he sentido en mi corazón y en mi alma como verdad. No importa qué religión practiques o si no tienes fe en absoluto: hay una cosa que no se puede negar, el Amor. Siempre he creído que Dios es Amor. Hay una energía mayor allá afuera a la que todos estamos atados y yo soy testigo de ella. No necesito otras explicaciones. Lo que me queda es un conocimiento, la existencia de un poder superior. Una entidad mayor en cualquier forma que elijas creer en ella o no creer en ella. Cualquier duda que pudiera haber tenido alguna vez sobre una vida futura o el cielo, ha sido borrada. Existe. Ya no le temo a la muerte. Temo al dolor, pero no a la muerte.

La muerte en sí es lo más hermoso que jamás hayas experimentado. Me he parado al borde de la eternidad y tuve el privilegio divino de elegir regresar. Tomé esa decisión por Sawyer, por amor. Incluso mientras escribo esto, estoy llorando. Ya no cuestiono el propósito de la vida. Me siento más tranquila que nunca. Aunque el dolor, el egoísmo y la brutalidad tristemente siempre serán parte de este mundo, sé que hay un mundo de Amor y Luz más allá de esto. Un lugar de paz más allá de lo que nuestros cuerpos mortales pueden comprender y me está esperando y esperando por ti. -Jessie S

Información previa:

Sexo: Mujer

Fecha en que ocurrió la ECM: 'Mayo ~22, 2013'

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? Si Relacionado con una cirugía - Dos complicaciones de una histerectomía abdominal: un íleo paralítico y una hemorragia interna de origen desconocido. Sangraba internamente y tenía mucho dolor. No se me permitió comer ni beber durante más de una semana, en caso de que tuvieran que llevarme de urgencia a la cirugía. Tuve dos transfusiones de sangre.

Elementos de la ECM:

¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Totalmente agradable

¿Se sintió separado de su cuerpo? Si Vi a mi marido durmiendo debajo de mi Claramente abandoné mi cuerpo y existí fuera de él

¿Cómo compararía su máximo nivel de consciencia y alerta durante la experiencia con su consciencia y alerta normal de todos los días? Más Consciente y alerta de lo normal - Una vez que salí de ella, me olvidé de ella durante uno o dos días porque mi dolor era muy intenso. Una vez que el dolor se detuvo, pude recordar con gran detalle lo que sucedió en mi experiencia. En comparación con mi estado actual, tomando analgésicos fuertes y teniendo un dolor intenso, estaba mucho más alerta y consciente de lo que estaba sucediendo porque el dolor desapareció de repente. Fue la única vez que no sentí dolor.

¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y alerta? Desde el principio hasta el final.

¿Sus pensamientos estaban acelerados? Más rápidos que de costumbre

¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? El tiempo parecía ir más rápido o más lento que de costumbre - El tiempo se ralentizó.

¿Sus sentidos eran Más intensos que de costumbre? Increíblemente más intensos Compare por favor su visión durante la experiencia con su visión cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiência. "Sentí" más. Visualmente las cosas eran increíbles, pero sentí que me estaba comunicando con mi amigo 'fallecido' a través de pensamientos. Me sentí uno con todo.

Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Hmm, no recuerdo haber escuchado nada durante la experiencia en sí. Pero cuando abrí los ojos de la experiencia, primero sentí que mi dolor regresaba y luego escuché mi monitor intravenoso.

¿Le pareció ser Consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se tratase de percepción extra sensorial (ESP)? No

¿Pasó hacia o a través de un túnel? No - No hubo un túnel que puedo recordar, pero me caí “hacia atrás” a través del espacio.

¿Encontró o llegó a ser Consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Si - Mi mejor amigo, Anthony. Él es la única persona con la que he estado muy cerca que ha fallecido.

¿Vio, o se sintió envuelto por, una luz brillante? Una luz de claro origen místico o de otro mundo

¿Vio una luz sobrenatural? No - La vista más gloriosa que jamás haya presenciado. Fue todo.

¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? Un reino claramente místico o sobrenatural

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Amor y Paz Abrumadores. Felicidad. Alegría. Unidad. Comodidad.

¿Tuvo una sensación de paz o de agrado? Increíble paz o agrado

¿Tuvo una sensación de alegría? Increíble alegría

¿Sintió una sensación de armonía o unidad con el Universo? Me sentía unido o uno con el mundo

¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo sobre el Universo - Sé que sobre todo el amor es lo más importante. Siento paz incluso ahora.

¿Volvieron a usted escenas de su pasado? No

¿Vinieron a usted escenas del futuro? No

¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? Incierto - Una vez tomada mi decisión, no pude avanzar hacia la Luz.

Dios, espiritualidad y religión:

¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su experiencia? Incierto – Fui criada como católica, pero me gusta incorporar otras religiones. Me veo a mí misma como "espiritual" más que como "religiosa".

¿Han cambiado sus prácticas religiosas desde su experiencia? No - En realidad no, pero de todos modos sentí que estaba en el camino correcto.

¿Cuál es su religión ahora? No afiliado- Nada en particular- Secular no afiliado Aunque todavía practico la fe católica, todavía me considero 'espiritual'. Cualquier religión o fe que practique el Amor es correcta a mis ojos.

¿Su experiencia incluyó características concordantes con sus creencias terrenales? Contenido que era concordante y no concordante con las creencias que tenía en el momento de la experiencia - No dudo que hay una 'vida' después de la muerte y que hay una energía suprema que nos conecta a todos, Dios, a través del Amor y la paz abrumadores.

¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? No

¿Vio usted espíritus fallecidos o religiosos? Los vi realmente

¿Se encontró o tomó consciencia de cualesquiera seres que vivieron previamente en la Tierra y que son descritos por su nombre en las religiones (como por ejemplo: Jesús, Muhammad. Buddha, etc.)? No

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia pre mortal? Si - Tenía mis dudas sobre la vida después de la muerte antes de mi experiencia. Ya no lo dudo.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre conexión universal o unidad? Si - Sí, todos estamos conectados. Todos los seres vivos.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia de Dios? Si - Si. 'Dios' existe. Es el espíritu que nos une a todos. Es difícil de describir.

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

¿Obtuvo durante su experiencia conocimiento o información especial sobre su finalidad? Si - Mi propósito es Amar y mostrar aceptación; tener más paciencia y enseñar a través del Amor.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el sentido de la vida? Si - Son triviales. La mayoría de nuestras tensiones diarias no importan en el gran esquema de las cosas. Lo que importa es el Amor.

¿Cree en la vida después de la muerte después de su experiencia? Incierto Si - Solo tengo un "conocimiento" de que hay algo más grande para nosotros cuando morimos. Que estamos todos conectados.

¿Obtuvo información sobre cómo vivir nuestras vidas? No - Estuve tan en paz y cómoda durante mi experiencia. Sabía que la mayoría de las cosas que nos preocupan son menores. Sobre todo, el amor es el mayor regalo. Estar más cerca de Dios es Amar.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre dificultades de la vida, desafíos y adversidades? Si - Todo se trataba de amor.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el amor? Si - Dios es Amor y el Amor lo es todo.

¿Qué cambios de vida ocurrieron en su vida después de la experiencia? Incierto - Leves cambios en mi vida. No tengo mucho cambio, salvo que tengo más paz y me es más fácil perdonar faltas en los demás.

¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? No – No mucho

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de explicar en palabras? Si - Mucho es así, encuentro que solo las personas que han experimentado un ECM pueden comprender realmente.

¿Con qué precisión recuerda la experiencia en comparación con otros acontecimientos de la vida que ocurrieron en la época de la experiencia? Recuerdo la experiencia con más precisión que otros acontecimientos de la vida que ocurrieron en la época de la experiencia

¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones especiales que no tuviera antes de la experiencia? Incierto - Sí antes de la experiencia y no he notado un aumento significativo en ellos desde entonces, al menos todavía no.

¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o importantes para usted? La luz

¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Si - Me tomó una semana antes de decírselo a mi esposo. Tenía miedo de contárselo a alguien porque todos tenían tanto miedo de que fuera a morir, que no quería decirles lo cerca que estaba realmente. La primera persona a la que le dije fue a la madre de Anthony, luego a mi esposo. Después de eso, les conté a algunos amigos cercanos pero sin muchos detalles. Hace una semana, completé una 'historia corta' sobre mi experiencia y la hice pública a través de mi cuenta de Facebook.

¿Tenía usted algún conocimiento de las experiencias cercanas a la muerte (ECM) antes de la experiencia? Incierto - Había oído hablar de ellas, pero no tenía ningún conocimiento real. Honestamente, no estaba interesada en ellas en absoluto.

¿Qué pensó sobre la realidad de su experiencia poco tiempo después (días o semanas) de que sucediera? La experiencia fue definitivamente real

¿Qué piensa ahora sobre la realidad de su experiencia? La experiencia fue definitivamente real

¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya reproducido parte de la experiencia? No

¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de su experiencia? Este es el enlace:http://jrsawyer.wordpress.com/2013/09/19/at-the-edge-of-the-light/