Las ECM y el juicio
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¿Quieres conocer el otro lado de la experiencia de juicios en las ECM? - Swedenborg tiene ejemplos Por Brian Foster

Resumen

Muchas personas que han tenido ECM informan que son juzgadas por su conducta aquí en la tierra. Experiencias que se les repiten hasta el más mínimo detalle. Swedenborg, que escribió ocho libros sobre el mundo de los espíritus, fue testigo de muchos juicios. El artículo ilustra algunos ejemplos.


Introducción

Swedenborg fue originalmente un científico en el siglo XVIII. Se dio a conocer publicando varios libros científicos sobre Metalurgia, además de un libro sobre el hierro y otro sobre el cobre y el latón. También escribió un libro sobre Anatomía. El primer volumen trata sobre el corazón y la sangre; el segundo, sobre el cerebro, el sistema nervioso y el alma [1]. En 1745 tuvo una revelación que le hizo convertirse en médium y visitar el mundo de los espíritus. Su misión era escribir la verdad sobre el mundo al que vamos, una vez que nuestros cuerpos físicos son retirados. Dos años después de su revelación, en 1747, pidió ser liberado de sus funciones en la Junta de Minas de Suecia, para poder trabajar a tiempo completo revelando el mundo espiritual a la humanidad. El primer volumen que escribió, “Secretos del cielo”, se publicó en Londres en 1749; el octavo y último volumen se publicó en 1756 [2].

Las ventas iniciales de sus libros fueron decepcionantes, pero a partir de 1759 se produjeron una serie de acontecimientos que despertaron el interés de la sociedad y llevaron su nombre y sus libros a la palestra. En una cena en Goteborg, Suecia, se agitó repentinamente y comenzó a describir un incendio en Estocolmo -a más de 250 millas de distancia- que amenazaba su casa. Dos horas más tarde, informó de que el fuego se había extinguido a tres puertas de su casa. Dos días más tarde se confirmaron todos los detalles[3], lo que demostraba que este hombre culto no se había vuelto loco de repente ni se había convertido en un fanático religioso, propenso a inventarse la palabra de Dios.

En 1760 se produjo un segundo incidente. Una viuda del recientemente fallecido embajador francés en Suecia recibió una factura por un costoso juego de plata que había comprado su difunto marido. Ella sabía que había sido pagado, pero no podía encontrar el recibo. Pidió ayuda a Swedenborg. Posteriormente, soñó que su marido se acercaba a ella y le decía la ubicación exacta del recibo pagado[4].

El tercer incidente fue aún más dramático y probablemente provocó que muchas personas se escribieran contando lo sucedido y que se iniciara una oleada general de interés por sus libros. En 1761, la reina Luis Ulrika de Suecia pidió a Swedenborg que transmitiera una pregunta a su hermano fallecido, el príncipe Augusto Guillermo de Prusia. Tres semanas después, él regresó a la corte y le susurró al oído la respuesta. La gente le oyó decir que sólo su hermano habría sabido lo que Swedenborg acababa de decirle[5]. La combinación de estos acontecimientos milagrosos promovió a Swedenborg al escenario mundial europeo e impulsó a muchas personas cultas y poderosas a leer sus libros.

El cielo y el infierno de Swedenborg

¿Qué reveló Swedenborg? En resumen, expuso las bases del espiritismo. Presentó las joyas de las ideas, codificadas por Allan Kardec y expuestas por los libros psicografiados por Francisco C. Xavier, que se encuentran en los ocho libros de Swedenborg. Su tema básico es que el camino al cielo pasa por las buenas obras, la fe, la caridad y la ayuda al prójimo, sea cual sea su religión o la falta de ella, lo que constituye el núcleo del espiritismo actual.

En su libro “Cielo e Infierno”, escribe sobre las pruebas que vio personalmente durante su estancia en el mundo espiritual. El argumento principal de Swedenborg es que conservamos todos, y por todos, hasta los más mínimos detalles, de toda nuestra vida mientras estamos en la tierra. Por lo tanto, estos registros se utilizan, a favor y en contra de nosotros, cuando pasamos al otro lado. He aquí un ejemplo de lo que escribió;

“Había personas que habían engañado a otros con malicia y les habían robado. Sus engaños y robos también fueron relatados uno tras otro, muchos de ellos no conocidos prácticamente por nadie en el mundo más que por ellos mismos. Incluso los admitían porque quedaban claros como el agua, junto con cada pensamiento, intención, placer y miedo que se mezclaban en sus mentes en ese momento”. '[6]

Una perspectiva verdaderamente aterradora. No sólo los hechos de nuestras locuras, sino incluso nuestros pensamientos y motivaciones tontas y equivocadas en el momento del error. No estoy deseando que llegue ese día. Espera que se pone más interesante:

“Había personas que habían aceptado sobornos y se habían lucrado con las decisiones judiciales. Fueron examinados de manera similar a partir de sus propios recuerdos, y todo fue relatado desde su primera toma de posesión hasta el final, Los detalles de la cantidad y el valor, del vínculo, y su estado de ánimo y la intención, todos consignados en su memoria juntos, fueron traídos a la vista, un centenar o más de casos. En algunos casos, sorprendentemente, se abrieron los propios diarios en los que habían anotado esos hechos y se les leyeron página por página". [7]

Qué alivio, ya no tengo que preocuparme de si las legiones de funcionarios corruptos, que veo en los telediarios todos los días, recibirán algún día su merecido. Los que lograron fallecer en la vejez, cuyos últimos pensamientos fueron que habían utilizado con éxito el sistema, recibieron una sorprendente bienvenida en el otro lado. Pero, no debería pensar así, pues si el Espiritismo nos ha enseñado algo, es a ser caritativos y solidarios con el prójimo. Por lo tanto, debo agradecer que esas almas corrompidas tengan su oportunidad de autoconocimiento verdadero y desearles buena suerte en su próxima vida, donde les deseo sinceramente que alcancen todas sus metas de superación. Somos juzgados incluso por nuestros chismes dañinos, como lo ilustra Swedenborg:

“Había un hombre que no pensaba en nada para calumniar a los demás. Oí relatar sus calumnias en secuencia, así como sus blasfemias, junto con las palabras reales, las personas de las que hablaban y las personas a las que se dirigían. Todo esto se presentaba de la forma más realista posible, a pesar de que los había ocultado cuidadosamente a sus víctimas mientras vivía en el mundo".[8]

Por lo tanto, cualquier forma de daño a nuestros semejantes se cuenta en nuestra contra. Para la verdadera acción criminal, Swedenborg nos da el siguiente ejemplo desgarrador:

“Hubo un hombre que había defraudado a un pariente de su legado por medio de alguna artera pretensión. Fue expuesto y juzgado de la misma manera. Sorprendentemente, las cartas y los documentos que intercambiaron me fueron leídos en voz alta, y él dijo que no faltaba ni una palabra. Este mismo hombre también había matado secretamente a un vecino por medio de veneno justo antes de su propia muerte, lo cual fue revelado de la siguiente manera. Pareció abrirse una zanja bajo sus pies, y al abrirse, un hombre salió como a través de una tumba y le gritó: "¿Qué me has hecho?". “Entonces se desveló todo, cómo el envenenador había hablado amistosamente con él y le había ofrecido una bebida, lo que había pensado antes y lo que ocurrió después. Una vez descubierto esto, el asesino fue condenado al infierno”. [9]

Para aquellos que han experimentado una prueba durante una ECM, estas descripciones son demasiado reales. Por ejemplo, Gail, que tuvo una ECM a los catorce años, describe su experiencia tal y como la recuerda en mayo de 2014. Era consciente de que podía comunicarme sin hablar y de que podía saber todo lo que quería saber. Había una sensación de paz y calma, diferente a todo lo que he experimentado desde entonces. Luego vino una especie de juicio, en el que se me juzgó por las cosas que había hecho y las que haría en mi vida futura. Esto me molestó porque me pareció mezquino castigarme o juzgarme por cosas que aún no había hecho. No se me juzgaba por las cosas grandes, sino por los pequeños casos de intención. Eran las cosas pequeñas las que importaban y no las grandes. Luego me dijeron que tenía que volver, lo que no me hizo nada feliz, ya que sabía que estar vivo me dolería". [10]

“El Cielo y el Infierno” fue escrito en 1749, hace más de 260 años. El mismo proceso para juzgarnos al morir sigue vigente. El espiritismo, un regalo del mundo de los espíritus para nosotros, está aquí para proporcionar un contexto para las ECM de las personas. Sí, son absolutamente una experiencia que no es de este mundo, pero esa no es la lección importante que hay que sacar. Es que hay un mundo espiritual, estamos aquí en la tierra para aprender a ser mejores almas y que todas nuestras acciones serán evaluadas para determinar nuestras calificaciones mientras estemos en la escuela de la vida física. Todos, sin excepción, estamos aquí para recorrer nuestros viajes personales y para convertirnos en espíritus puros, amorosos, solidarios y fraternales.

Acerca del autor:

Brian Foster Brian Foster es licenciado y tiene un MBA (1). Ha trabajado en I+D para empresas de dispositivos médicos y en TI para grandes instituciones financieras. Brian Foster tiene un blog en www.nwspiritism.com.

(1) Las siglas MBA corresponden a Master in Business Administration, es decir Maestría en Dirección de Empresas, focalizada en el desarrollo de conocimientos y habilidades para dirigir, liderar y administrar empresas, así como para emprender nuevos negocios. (Nota del T.)


Works Cited

NDERF. (2014, March 14). Near Death Experience Research Foundation. Retrieved from www.nderf.org: https://www.nderf.org/ Swedenborg, E. (2011). A Swedenborg Sampler. West Chester. PA: Swedenborg Foundation Press. Wikipedia. (2014, June 26). Wikipedia - Emanuel Swedenborg. Retrieved from Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Emanuel_Swedenborg

[[1]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p xi
[[2]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p xii
[[3]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p xiv
[[4]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p xiv
[[5]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p xiv
[[6]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p 34
[[7]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p 34
[[8]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p 35
[[9]] Swedenborg, E. A Swedenborg Sampler, Swedenborg Foundation Press, p 35
[[10]] NDERF, Individual NDE Experiences ' 3669 Gail, n.d., https://www.nderf.org/Archives/NDERF_NDEs.html (accessed June 28, 2014)