Descripción de la experiencia:

El viernes 4 de noviembre de 2011, volví al trabajo sin sentirme todavía bien. Me había tomado libres los dos días anteriores, debido a, lo que pensé, era una tremenda hinchazón del estómago. Había comido demasiado pastel del cumpleaños de mi nieta, a lo largo de la semana y pensé que esa debía ser la causa de mi malestar.

Alrededor de las 3 de la tarde, un par de compañeros en la oficina, me dijeron que no me veían bien, y que tal vez debería irme a casa. Mientras conducía las seis millas hasta mi casa, sentí un dolor cada vez mayor en la parte baja de mi espalda. Recé para llegar a casa sana y salva, y poder tumbarme. Cuando llegué a casa, me sorprendió ver que mi hija Amy estaba allí, lo cual no era normal. Me preguntó por qué estaba en casa y le dije que llamara al 911 rápidamente. Entonces caí de rodillas.

Los enfermeros me llevaron de mi habitación a la ambulancia, según me dijeron más tarde. Entré en la ambulancia y empecé a gritar, pidiendo analgésicos. Dijeron que no podían darme nada hasta que me diagnosticasen. El dolor se hizo tan espantoso (alrededor de las 3:45) que no pude soportarlo. Oscilaba entre estados de consciencia e inconsciencia. Les oí decir que mi tensión arterial bajaba muy deprisa, y mi que pulso era muy débil. Tuve aún fuerzas para decirles que siguieran con su trabajo y que condujeran más deprisa, que yo me iba a ir por un rato (quedar inconsciente). Estuvieron de acuerdo en que lo mejor sería hacer lo que les había dicho.

Lo siguiente que recuerdo es estar en la zona de urgencias (del hospital), en una habitación con puertas de vidrio. Estaba (llena de goteros y tubos), pero luché por levantarme de la cama porque tenía que usar el baño. Aun así, el dolor era increíble. (Entonces), justo enfrente de mi habitación vi una anciana en un Johnnie (¿?), sentada en un banco de cemento, como los que se ven en los cementerios o en los parques. Lo único que hacía (la anciana), era mirarme. Tenía la boca cerrada, pero nunca olvidaré sus ojos. ¡Yo le gritaba que me ayudara! (Pero) ella no se movió, solo siguió mirándome con esos ojos. Seguí gritándole que buscara un médico pero siguió sin moverse. Luego, lentamente, se levantó y se marchó. Después de lo que parecieron horas, el dolor cesó, y nuevamente me vi en una ambulancia. Cuando desperté (de nuevo), un médico me estaba hablando a voces, en la cara. Dijo que íbamos a ir a otro hospital, porque en aquel no tenían el equipo que yo necesitaba. Le dije que no tenía, por qué gritar. No estaba sorda.

Entonces me dijo que tenía un Aneurisma Aórtico Abdominal (AAA). Le pedí que lo escribiera, que si no, se me olvidaría. De pronto me di cuenta de que (el médico) estaba hablando por mi teléfono móvil. Estaba hablando con mi hijo Adam. (Entonces) le dije que no asustara a mis hijos. Que les dijese (simplemente) que estaría ausente por un tiempo, y que, por favor, pusiera mi teléfono móvil en mi bolsillo.

Luego, la ambulancia se llenó de enfermeras de quirófano y médicos que me preparaban para lo que iba venir.

Meses después, mi hija me contó que cuando el técnico del primer hospital me hizo una ecografía y detectó el Aneurisma, me dieron morfina para el dolor. Le pregunté cómo lo sabía y me dijo “Grace (mi nieta) y yo, estuvimos contigo todo el tiempo”. No tenía idea de que habían venido siguiendo a la ambulancia. Yo le dije que bien, y luego le dije si había visto a la anciana en el Johnnie (¿?) sentada en el banco de cemento. Ella se rio y preguntó de qué estaba hablando. Solo había enfermeras corriendo (de un lado a otro) frenéticamente. ¡Ni siquiera tienen bancos de cemento en la sala de Urgencias! En ese momento, caí en la cuenta de que (esa mujer) era un ángel, enviado para ayudarme a superar el dolor. Todavía puedo ver su rostro con la boca cerrada, y sus ojos clavados en mí, sin decir una palabra.

No tengo recuerdos de haber llegado al hospital, o haber estado con ningún médico, ni que me llevasen al quirófano.

Todo lo que sé es que estuve flotando. Primero fui hacia arriba, durante un poco de tiempo, luego hacia adelante, mirándolo todo, pues había mucho que mirar. Me sentí muy (relajada) y cómoda, y sentí puro amor y gozo de estar allí. El camino por el que había venido flotando, tenía unas columnas magníficas de color pastel suave, que ondulaban. (Eran) columnas que venían de mucho más abajo, e iban más alto de lo que yo podía ver. Había una música que subyacía todo alrededor. ¿Esa música, no sería acaso, la vibración del color? Sentí como si me dirigiera hacia el sol, pero no había destellos, y la temperatura era perfecta. (Entonces) caí en la cuenta de que estaba en el cielo.

Treinta años antes de esta experiencia cercana a la muerte, tuve una experiencia después de dar a luz a mi hija. Floté hacia arriba en un túnel blanco. Al llegar a la cima, mi bisabuela me saludó. Estaba vestida con su traje de andar por casa, y llevaba su delantal de siempre. Me abrazó y besó y me dijo que tenía que volver, que no era mi momento (todavía). Le dije que me sentía bien y que quería quedarme. Incluso le pregunté qué razón había, para marcharme. Ella me recordó que acababa de tener un bebé nuevo, y me dijo que todo iba a ir bien, y que no tardaríamos mucho en volver a vernos. ¡Ella fue quien produjo en mí el deseo de convertirme en médium, y todavía sigue haciéndolo!

Volviendo al tema. Después de atravesar las columnas, llegué a una enorme abertura. La sensación de confort, calidez y amor que experimentaba era más de lo que jamás hubiese podido imaginar, y supe entonces que no quería ni necesitaba regresar. En la abertura, fui desviada suavemente hacia la izquierda, hacia la entrada de una estructura, tipo catedral, que era absolutamente magnífica. Allí me elevé muy por encima del suelo, y nuevamente floté por un tiempo, dirigiéndome adentro de aquella enorme estructura, parecida a una catedral. Me pregunté brevemente dónde estarían todos mis seres queridos ya fallecidos. ¡Seguro que alguno (de ellos) vendría a saludarme!

En ese momento, llegué a un arco con intrincados dibujos, (hechos) con los colores más hermosos (imaginables). De hecho, podía ver con toda claridad que el arco respiraba. (Entonces), mientras flotaba en el enorme vestíbulo, vi a mi madre debajo de mí, a la izquierda, sentada en el borde de un sofá vestida con una falda suelta de gasa blanquecina y una blusa ondulada. Era un estilo muy diferente al suyo.

Me sentí enormemente feliz de verla. Fui flotando hasta ella, y le pregunté qué es lo que miraba. Lentamente volvió la cabeza en dirección a otra gran sala, que era de una blancura suave y brillante. Podía sentir profundamente su tristeza y remordimiento.

Floté lentamente hacia el siguiente pasillo y al instante supe por qué estaba tan triste.

Se me impidió avanzar más, pero pude verme claramente, acostada sobre una mesa, rodeada por siete médicos. Me estaban operando. La única parte de mí que se podía ver eran los ojos cerrados, un poco del flequillo y el corazón, que estaba siendo reparado febrilmente.

Le dije a mi madre que los detuviera, porque estaría bien quedarme con ella, allí mismo donde estaba. Ella dijo, sin mover los labios, que eso no era decisión nuestra.

Con reverencia, mi mamá me hizo mirar de nuevo más de cerca. Fue entonces cuando vi a cuatro sanadores de alta ascendencia, trabajando muy de cerca con los médicos. A la cabeza de la mesa de operaciones estaba el cirujano jefe. A cada lado de la mesa estaban los seis médicos restantes. Dos sanadores se colocaron detrás de los tres médicos en el lado izquierdo y dos curanderos estaban de pie, detrás de los médicos, en el lado derecho de la mesa.

Los sanadores eran de eras muy lejanas. Los colores ondulantes de sus vestidos eran de colores púrpuras y verdes intensos. Iban tocados con mitras redondeada en forma de triángulo como el Papa. Las mitras eran doradas, y de color rojo intenso. Provenían de diferentes lugares de la antigüedad.

Traté de entrar por el pasillo y decirles que se detuvieran, pero una energía amorosa muy poderosa me detuvo.

Floté de regreso para estar junto a mi madre. Le dije que entendía su tristeza. Comprendí que no podía retenerme en aquel lugar, y me hizo entender que estaría bien (al volver). Así que nos sentamos juntas durante un tiempo muy largo. Me sentí abrumada por el dolor y la pena de saber que tenía que regresar, pero sabía que no había discusión posible con estas fuerzas espirituales.

A medida que avanzaba la operación, podía sentir que los médicos comenzaban a relajarse. Charlaron entre ellos y se dieron palmadas en la espalda. Mi madre se había ido. Me sentí muy cansada y sola cuando entré en mi conciencia terrena.

Cuando me desperté unas doce horas después, mi enfermera me dio la bienvenida, y me explicó brevemente la situación. Le pregunté cuánto tiempo había pasado y me dijo que me olvidara de ello, porque nunca podría volver a juntar las piezas de nuevo. No me conocía muy bien.

Mi recuperación física fue larga y ardua y no sin síntomas residuales. Me enteré de que solo tenía un riñón en condiciones de realizar su función. Con mi ojo derecho, solo podía ver una mancha de color morado oscuro. Tuve que volver a entrenar mi sistema digestivo, para comer solo ciertos alimentos. No podía permanecer despierta más de cuatro horas seguidas.

Emocionalmente, todo era un desastre. Me sentía enfadada por haber vuelto. Mi cirujano me dijo que eso es algo que escucha menudo, cuando las personas se someten a cirugías difíciles. Le conté a mi familia sobre mi viaje al cielo. Escucharon atentamente, pero sentí como que no oían. Así que, con el paso del tiempo, me deprimí. Ya no era yo. Las cosas que me gustaba hacer antes, ya no podía hacerlas.

Debido a que mi jefe decidió no mantenerme en el trabajo, tras lo sucedido, mi situación financiera acabó siendo un desastre, lo que se sumó al caos emocional que experimentaba.

Entonces hice un trato. Enojada, le dije a Dios que si él quería que estuviese aquí en la tierra, entonces dependía de él mostrarme el camino a seguir. Él es quien nos da a todos el libre albedrío, pero a mí me había quitado el mío, cuando estuve en el cielo. Estaba espiritualmente confusa.

Todos los días, cuando me despertaba, le recordaba que tenía que ayudarme. Prometí que sería paciente y haría lo que tuviese que hacer por mi parte. Después de unos meses, mis asuntos encajaron (de nuevo) de la manera más inesperada, y viniendo de las fuentes más improbables que jamás hubiese podido imaginar. A pesar de ello, todavía me sentía desconectada.

Más de un año después, un amigo me sugirió que buscara (ayuda) en el Greater Boston International Association of Near Death Studies. Durante la primera reunión a la que asistí, un hombre se sentó frente a mí, y pude ver que tenía un resplandor a su alrededor, (de manera) innegable. Lo único que tenía que hacer, era hablar con él.

Tras la reunión me acerqué a él y le dije que estaba cantando mi canción. Él entendió claramente lo que yo había querido decir, y validó todos mis sentimientos encontrados. Él había tenido su experiencia cercana a la muerte, aproximadamente quince años atrás, y me dijo que tenía un largo camino por delante, hasta sentirme “normal” de nuevo. Lo único que me dijo fue, “elige la vida, ¡tú ya sabes dónde vas a acabar!”. Yo le dije que sentía como si tuviese un pie aquí abajo y otro allá arriba. Él me dio a entender que pasaría días duros, hasta llegar allí arriba y coger un trozo de lo que, yo sabía era la realidad, y traerlo aquí abajo. Siempre estaré en deuda con él, por sus palabras, siempre sabias, y de indudable ayuda.

Desde entonces he tenido la libertad de apreciar mi vida y todas las circunstancias. Ahora siento que puedo sentarme y simplemente ver cómo se desarrolla. Sé que no hay nada más importante en este mundo que el amor y que el amor nunca muere. Aprendí que no hay absolutamente nada de qué preocuparse. Ahora realmente creo que todo sucede por una razón que, si somos pacientes, se desarrollará ante nuestros ojos. Realmente he llegado a comprender el verdadero significado de la fe. A diferencia de la esperanza, que siempre está ahí, la fe se basa en el conocimiento.

Como médium, comunicándome con el espíritu durante muchos años, sentí que mi vida no cambiaría demasiado. Sin embargo, mirando hacia atrás, veo que hay muchos cambios. Cambios que se han incrustado en mi alma. Mi vida es más tranquila y silenciosa que antes de mi desvío. Anhelo mucho tiempo a solas. Rezo más y con concentración. No hay control. Realmente es una ilusión.

Ahora, dos años después, estoy viviendo una vida totalmente diferente espiritualmente. La esperanza siempre está ahí, se basa en el deseo, pero la fe se basa en el conocimiento. Elijo la fe.

Información previa:

Sexo: Mujer

Fecha en que ocurrió la ECM: 11/4/2011

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? Si Enfermedad Pude oír a los médicos decir que me habían perdido, dos o tres veces. La probabilidad de supervivencia en la ruptura de un Aneurisma de Aorta Abdominal es, en el mejor de los casos, mínima.

Elementos de la ECM:

¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Tanto agradable como desagradable

¿Se sintió separada de su cuerpo? Si Había montones de enfermeros y médicos gritándose, prácticamente, unos a otros, en estado de pánico, y haciendo los arreglos para transportarme a otro sitio, puesto que no podían hacer la operación en aquel lugar. Allí no había instalaciones ni el equipo médico necesario para la operación que necesitaba. Mi hijo estuvo al teléfono con el médico, y (luego) me contó que yo le había dicho (al médico), que no asustara a mis hijos, que iba a salir de aquello. Claramente abandoné mi cuerpo y existí fuera de él

¿Cómo compararía su máximo nivel de consciencia y alerta durante la experiencia con su consciencia y alerta normal de todos los días? Menos de Consciente y estado de alerta de lo normal Los seres humanos son capaces de escapar del sufrimiento extremo, y salirse del cuerpo. Yo sé que lo hice simplemente respirando y rezando lo mejor que pude.

¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y alerta? Probablemente hasta que me dieron medicación para el dolor. Recuerdo haberle dicho a los enfermeros que hiciesen su trabajo, que yo me iba a ir a algún sitio donde pudiese escapar del sufrimiento, ya que ellos no podían darme nada, dado que no sabían lo me pasaba. Tiene gracia, pero ellos dijeron “vamos a hacer lo que dice”, como si yo no hubiese estado allí oyéndoles.

¿Sus pensamientos estaban acelerados? Más rápidos que de costumbre

¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? Todo parecía estar sucediendo a la vez; o el tiempo se detuvo o perdió todo significado El tiempo se quedó quieto. Es un universo diferente.

¿Sus sentidos eran Más intensos que de costumbre? Increíblemente más intensos

Compare por favor su visión durante la experiencia con su visión cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Vi una anciana en un Jhonnie de hospital (¿?) sentada afuera de la sala de entrada a urgencias, en un banco de cemento, como los que pueden verse en los parques o los cementerios. Estaba mirándome, simplemente, sin ninguna reacción, mientras yo le gritaba pidiéndole ayuda. Aquello pareció durar mucho tiempo. Mi hija me dijo, meses más tarde, que ella y mi nieta estaban conmigo todo el tiempo, hasta que me diagnosticaron, y no hubo en ningún momento una Mujer sentada allí (cerca). Lo único que puedo decir es que se trataba de un ángel de la tierra, sacándome adelante.

Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Podía oírlo todo, y soy sorda del oído izquierdo.

¿Le pareció ser Consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se tratase de percepción extra sensorial (ESP)? No

¿Pasó hacia o a través de un túnel? No En esta experiencia próxima a la muerte, no pasé a través de ningún túnel. Solo ascendí. Pero treinta años antes, tuve (otra) experiencia próxima a la muerte y pasé por el túnel, en un movimiento ascendente.

¿Encontró o llegó a ser Consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Si Mi madre, que había fallecido casi cuatro años antes.

¿Vio, o se sintió envuelto por, una luz brillante? Una luz de claro origen místico o de otro mundo

¿Vio una luz sobrenatural? Si No puedo describir sobrenatural en palabras.

¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? Un reino claramente místico o sobrenatural

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? ¿Cuándo, crucé el velo? Exaltación, amor, seguridad, plenitud, paz… Estaba en casa.

¿Tuvo una sensación de paz o de agrado? Increíble paz o agrado

¿Tuvo una sensación de alegría? Increíble alegría

¿Sintió una sensación de armonía o unidad con el Universo? Me sentía unido o uno con el mundo

¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo sobre mí y los demás Entendí que probablemente me produje el aneurisma a mí misma, debido al estrés. También entendí que tenía que regresar a la tierra. Muy triste.

¿Volvieron a usted escenas de su pasado? No

¿Vinieron a usted escenas del futuro? No

¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? Si Era como una enorme catedral y sabía que tenía que estar allí, y observar mi operación junto a mi madre. Ella estaba sentada en un asiento, vestida con una preciosa falda blanca de gasa y una blusa.

Dios, espiritualidad y religión:

¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su experiencia? Incierto Fui Espiritualista durante muchos años. Crecí siendo católica.

¿Han cambiado sus prácticas religiosas desde su experiencia? No

¿Cuál es su religión ahora? Otra o varias fes. Creo en el Espíritu Infinito – DIOS es Espíritu Infinito.

¿Su experiencia incluyó características concordantes con sus creencias terrenales? Contenido que era totalmente concordante con las creencias que tenía en el momento de la experiencia

¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? Si El dinero es importante aquí, sí, pero el dinero siempre viene del modo más sorprendente. Y, sí, podemos tener cubiertas todas nuestras necesidades por Dios y el Universo.

¿Vio usted espíritus fallecidos o religiosos? Los vi realmente

¿Se encontró o tomó consciencia de cualesquiera seres que vivieron previamente en la Tierra y que son descritos por su nombre en las religiones (como por ejemplo: Jesús, Muhammad. Buddha, etc.)? Incierto Jesús, Moisés y el Arcángel San Miguel podrían haber estado allí. Sentí su presencia.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia pre mortal? No

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre conexión universal o unidad? No

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia de Dios? Si Solo Dios podría haber enviado aquellos sanadores del máximo nivel, a mi lado, y asistir a los cirujanos que me estaban operando.

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

¿Obtuvo durante su experiencia conocimiento o información especial sobre su finalidad? Si Conocí a los magnificentes sanadores. Eran cuatro. ¡No se les debe tener en cuenta! (¿?) Estaban allí para ayudar a los cirujanos a mantenerme viva, solamente.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el sentido de la vida? Sí Que debía regresar para completar mi trabajo, aquí en la tierra. Esto fue un poco, como una llamada al despertar, para mí. Todavía no estoy segura que es lo que es, exactamente.

¿Cree en la vida después de la muerte después de su experiencia? Incierto Si Soy una Medium que trabaja, o un Espíritu Comunicador, y lo he sido toda mi vida. Por tanto, sabía que había vida después del cambio, llamado muerte.

¿Obtuvo información sobre cómo vivir nuestras vidas? Si No os preocupéis o tengáis miedo, mientras estéis en el plano terreno. Nunca estamos solos.

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre dificultades de la vida, desafíos y adversidades? No

¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el amor? Incierto Había más amor palpable allí, del que he sentido en toda mi vida…

¿Qué cambios de vida ocurrieron en su vida después de la experiencia? Incierto Estuve enfadada por haber regresado. Entré en una severa depression hasta recientemente, cuando encontró un grupo que canta mi canción.

¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? Si La vida diaria parece muy poco importante en comparación de lo que está en frente, de todos y cada uno de nosotros. Solo quiero que mis niños aprendan esta lección. Aquellos que no creen, que no quieren escuchar, o hacer preguntas, han sido cortados de mi vida por Dios o por el Universo. No estoy segura cual (de ellos).

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de explicar en palabras? No

¿Con qué precisión recuerda la experiencia en comparación con otros acontecimientos de la vida que ocurrieron en la época de la experiencia? Recuerdo la experiencia con más precisión que otros acontecimientos de la vida que ocurrieron en la época de la experiencia

¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones especiales que no tuviera antes de la experiencia? Si Mis habilidades psíquicas se han incrementado tremendamente. También tengo que tener cuidado de no hacer explotar las bombillas.

¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o importantes para usted? No tener que preocuparme es muy significativo. Tengo más fe ahora que sé que estoy donde se supone que debo estar.

¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Si Cuando salí del hospital dos semanas después, les expliqué a mis dos niños, por separado, lo que sucedió. Se pusieron muy contentos al oír que su querida abuela estuvo conmigo todo el tiempo. También se lo dije a otras personas, y enseguida tuve el sentimiento de que no escuchaban de verdad. Tuve que recordar, (que no debía) culparles por ello.

¿Tenía usted algún conocimiento de las experiencias cercanas a la muerte (ECM) antes de la experiencia? Si Experimenté una Experiencia Próxima a la Muerte treinta años atrás. Mi bisabuela me recibió y me envió de vuelta, para que cuidara a mi hija recién nacida. Esta última Experiencia Próxima a la Muerte fue superior, si usted me entiende, a la primera.

¿Qué pensó sobre la realidad de su experiencia poco tiempo después (días o semanas) de que sucediera? La experiencia fue definitivamente real

¿Qué piensa ahora sobre la realidad de su experiencia? La experiencia fue definitivamente real

¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya reproducido parte de la experiencia? Si Trato de recordar que puedo volver allí, cuando quiero, y tomar amor, y traerlo a la tierra, pedazo a pedazo.

¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de su experiencia? Estuve totalmente consciente de lo que me rodeaba. Las túnicas y los tocados de los sanadores, eran de un intenso color púrpura, verde y rojo, de un tipo que aquí no existe. Había cuatro de ellos. Uno tenía una complexión muy oscura, uno tenía una complexión muy clara, y los otros dos eran de una (complexión) morena muy ligera. Cuando hablé con mi cirujano, él verificó que había siete médicos en su equipo, cinco varones y dos mujeres. Se sorprendió mucho, pero me dijo que él sabía que tenían a Dios de su lado. Él es un refugiado vietnamita que vino a los Estados Unidos a los cuatro años.

¿Hay alguna otra pregunta que podríamos hacer para ayudarle a comunicar su experiencia? ¡Buenas preguntas!