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Descripción de la experiencia (Charif):

© Bridget Fragale 2008

¡Aquí es cuando quisiera tener un software de reconocimiento de voz! Bueno, allá voy:


Conducía un cacharro y perdí el control. El coche dio varias vueltas de campana por un terraplén inclinado describiendo una larga diagonal. Tuve la sensación de que mi difunto padre estaba ahí sujetándome la cabeza mientras yo era sacudida como una moneda dentro de una caja.

Lo siguiente que supe fue que estaba volando en sueños. ¡Volaba tan bien! De siempre he tenido sueños de volar, pero este era diferente porque podía seguir volando incluso mientras pensaba que estaba volando, no bajé ni aterricé cuando me puse a analizar el vuelo, simplemente seguí volando. Cuando traté de volar más alto, fui más alto, cuando intenté avanzar, ralenticé, cuando intenté bajar, no pude, y cuando quise pararme, me di cuenta de que era llevada dulcemente hacia arriba.

Fue entonces cuando se me ocurrió que algo estaba pasando, que no estaba soñando. Miré a mi alrededor a las copas de los pinos, al espacio entre mi persona, la hierba y el camino. Alcé la vista al cielo ante mí y me di cuenta que todo estaba muy nítido, podía ver mejor que con mis gafas. Después sentí el aire frío del mes de abril sobre mí, el calor del sol matinal, y la forma en que calentaba el aire frío de la mañana. Fue entonces cuando miré abajo.

Vi mi coche volcado y mi cabeza como saliendo por debajo de él, el coche estaba atravesado sobre mí con mi cabeza emergiendo de la ventana rota del lado del conductor. Entonces pensé que si mi cuerpo estaba allí abajo ¿qué era lo que se hallaba aquí arriba?

Mi cuerpo astral se dio la vuelta y miró hacia arriba.

Lo que vi podría ser descrito como un vórtice. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y relámpagos como plasma. Dentro del agujero había estrellas, pero no de las que se ven de noche en el exterior de nuestra atmósfera , sino que más bien era el centro del Universo. Era como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar. Era lo que percibí ser la fuente. Justo por fuera del agujero había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, que tenían diferentes luminosidades, colores y formas.

En ese momento, me postré diciendo, o más bien pensando: ¡Oh Dios mío, existes! Me incliné y me acurruqué como pude comprendiendo que había sido una ignorante.

Algunos antecedentes:

Desde mi nacimiento sabía que Dios existía. Tenía la costumbre de jugar con Él a un juego cuando era pequeña, justo antes de irme a dormir le preguntaba cómo de grande era el Universo y cerraba mis ojos y viajaba tan lejos como podía antes de quedarme dormida. Recuerdo viajar muy lejos y comprender que el Universo era infinito y siendo niña esto superaba un poco mi entendimiento. Desde mi infancia he estado dotada en matemáticas y he tenido elevados niveles de comprensión. A la edad de 6 años efectuaba largas divisiones y he tenido sueños premonitorios desde que empecé a hablar.

A los 8 años, soñé con la muerte de mi familia. Soñé que morían en un accidente mientras viajaban a Nevada, y se lo dije y no me escucharon. Todos los adultos a los que conocía me dijeron que solo era un sueño, y yo quise creerles pues no quería que mis padres murieran. Cuando su avión se estrelló, quedé devastada psíquica y emocionalmente, por no mencionar espiritualmente. Pensé que Dios era cruel dándome tales sueños pero ningún poder sobre los acontecimientos, y para colmo ya no podía descifrar la realidad tan claramente, y pedí que aquello cesara.

Tuve varias experiencias fenoménicas más entre esa edad y mi accidente. Entre tanto, pasé por una serie de acontecimientos muy traumáticos, separaciones, y horribles pruebas que ningún niño debería afrontar. Esto me hizo olvidar a Dios y mi conexión con Él. Empecé a drogarme, a ir de fiesta, y a hacerme daño a mí misma y a otros a través de mis actos.

Sigo contando mi experiencia:

Mientras me postraba se me mostró una revisión de mi vida desde la perspectiva de Dios: la verdad. Se me mostró cada vez que había sido egoísta, tomando partido por mis propios intereses. Se me mostró cada vez que había sembrado la discordia o manipulado en provecho propio. Sentí entonces ese dolor multiplicado varias veces. Era como un rayo en mi plexo solar y era tan doloroso que quedé consumida por él y era como si toda mi fuerza se hubiese quedado sin aliento. No soy una mala persona, no puedo imaginar cómo sería si hubiese sido violenta o cometido otras violaciones contra mis semejantes. Supongo que una revisión como esa sería un infierno.

En ese momento, un ser hecho de luz vino a mi lado. No he tenido una educación religiosa ni he sido bautizada tampoco. No era el Cristo que vemos en las pinturas o las imágenes, no era el Cristo del que hablan los evangelistas, no era el Cristo de América ni ninguna otra representación de Cristo con la que me haya topado. Era un ser tan puro, tan benevolente y tan sin prejuicios que apenas podía comprender el nivel de compasión que este ser albergaba en la pequeña pero brillante luz que él era. Hasta que no me tocó y dijo: “Voy a tomar esto, es para mí” y me quitó el rayo y me tocó, a duras penas fui capaz de comprender este increíble amor.

Su luz pareció ensombrecerse un instante y el rayo desapareció, entonces dijo: “Estás perdonada. Eras carne y con la carne van la biología, la psicología, el instinto, el deseo, el mecanismo, el ego y su servidumbre. Ser carne es pecar, es la naturaleza del ser. No hay ninguna culpa en ser humano.” Esto me hizo relajarme de un modo que nunca más he vuelto a sentir.

Fue entonces cuando me di cuenta de que él formaba parte de la gran luz y en cierto modo era un custodio de nuestro planeta, algo así como si se le hubiese asignado; a él le correspondía “regirlo”, velarlo, guiarlo, protegerlo, amarlo y criarlo. Sin embargo este ser era más de lo que me parecía ser en ese momento, por entonces no podía comprender más que esto. Me di cuenta de ello. Y me excité verdaderamente y me puse a hacer preguntas como un niño pequeño.

¿Y los extraterrestres? ¿Y los universos paralelos, la vida en otros planetas, los OVNIS, etc, etc, etc?

Fue entonces cuando percibí una gran pero tranquila risita divertida y como una caricia en la cabeza se me dio la fuente dentro de lo alto de mi cabeza. Era como una corriente gigante y cuando mi cabeza estuvo metida dentro de ella pude ver desde el principio del principio del principio de todo y de nada. Vi la integridad del Universo desde su “Big Bang” al “Big Stop” al “Big Bang” y al “Big Stop”, tenía la memoria del Universo. Comprendí la cosmología, la biología, la espiritualidad, la consciencia, el ser (o la existencia), el no ser (o la no existencia), la física, las matemáticas, básicamente sabía todo lo que hay que saber y no saber.

Dios es simultáneamente todo lo que puede ser y todo lo que nunca puede ser y yo soy humana, así que sólo puedo entenderlo en términos humanos. Incluso el mejor de la humanidad sigue siendo humano y todo será antropomórfico. Es como una silla mirando una mesa y pensando que ve una silla extraña sin respaldo. La silla puede que nunca sepa que es una silla, sin embargo, seguirá funcionando como una silla. Puede que nunca se cuestione que es una silla o que mire más allá de su silli-dad y, sin embargo, seguirá siendo una silla.

Cuando rondaba los 14 años solía preguntar que si Dios puede hacerlo todo ¿podría hacer una roca tan pesada que Él no pudiera levantarla? Sí y no simultáneamente. Todo a la vez y nada en absoluto.

Después de esta gran revelación, me di cuenta de que estaba fuera de lugar y de que tenía un cuerpo , y que si no volvía a dicho cuerpo, este iba a dejar de funcionar, pues yo era la cosa que lo hacía progresar en el tiempo y en el espacio.

En este momento di las gracias y pedí perdón por interrumpir la gran historia y que estaba eternamente agradecida, etc., pero que tenía que volver. Algo me dijo que debía asumir completa responsabilidad por lo que había hecho.

Me recompuse rápidamente lo mejor que pude y me lancé cerca del ser de luz (el Cristo) y después “salté” como un salmón remontando la corriente de regreso a mi cuerpo.

Cuando regresé, entré por la parte superior de mi cabeza, y como un recipiente hermético cerrándose, se produjo un ¡BOMMMMMMP! muy fuerte.

¡Era como intentar meter un superordenador dentro de un ordenador de la marca Amiga! Simplemente no encajaba. Salí un momento y dejé ir algo de mi comprensión para poder volver rápidamente al interior de mi recipiente. ¡Sabía que la podría volver a encontrar más tarde y que me estaría esperando cuando fuera que volviera pero, por ahora, tenía un trabajo que hacer! Así que volví a subir al interior mi cuerpo.

Estaba frío, tranquilo, no había ni electricidad, ni fontanería, era como una gran casa vacía, abandonada, tenía la impresión de que resonaba y que estaba oscuro. Casi me entró pánico pero mi determinación se hizo más fuerte.

Viajé a través de mi médula espinal hasta mis extremidades. Bajé por mi pierna derecha sin problemas. Intenté bajar por mi pierna izquierda, pero ya no había conexión. Remonté a través de mis vísceras y al interior de mi corazón, rodeé mi caja torácica, bajé por mis brazos, y después subí a mi cerebro.

Fui al bulbo raquídeo o lo que percibí ser el centro de mi cerebro y como un capitán accioné los interruptores. Dije: “Bueno, cerebro, hagamos funcionar este cuerpo”. Le dije a mi corazón que bombeara y a mi sangre que fluyera pero que se coagulara en mi cadera. Entonces intenté respirar. Mi respiración produjo un gran silbido. Cuando intenté abrir los ojos, no vi más que sangre, una lámina de pasta roja y pegajosa me recubría los ojos. Parpadeé y me la quité. Entonces traté de moverme, un sonido como el de un saco de piedras me sacudió la columna vertebral remontándose hasta mi cabeza y mi cerebro, y dejé de moverme.

Podía oír el zumbido de alarma de la puerta abriéndose cuando las llaves todavía siguen en el contacto, percibía también la radio que seguía funcionando, era espeluznante. Miré alrededor y vi a un policía cerca de mí. Le miré y estaba llorando. Me dijo: “Creía que estaba usted muerta”. Le contesté: “No se preocupe, acabo de hablar con Dios, todo va a ir bien.”


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Él sostuvo mi mano y yo miré su gorra, ya sabéis, esa que parece un sombrero de vaquero. Le declaré: “Usted es mi héroe” y me respondió que yo era el suyo.

Le dije que estaba cansada, me gritó: “¡NO! Hábleme, debe permanecer despierta. Cuénteme lo que le dijo Dios.”


Le dije que todo el accidente había sido por mi culpa y pregunté por mis amigos.


Me contestó que saldrían adelante. Y después me contó lo que había ocurrido.

El ruido de la alarma, de la radio y el cielo, todo me aturdía y casi me desmayo. Oí llegar la ambulancia.

El equipo se preparaba para utilizar una pinza de desincarceración pero protesté. Tenía un mal presentimiento sobre este particular, como si me fuera a matar. Por lo que me incorporé yo misma. Mi pierna izquierda se pulverizó y retorció a remolque de mi cuerpo.

Me instalaron en la parte de atrás de la ambulancia, me hicieron una perfusión intravenosa , me dieron oxígeno y el policía estaba a mi lado. Me sostenía la mano y me dijo que ahora sí podía dormir.

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Radiografías, monitores cardíacos, luces, agujas, máscaras, ruidos, sangre, bips, conversaciones, latín, mates, ley. Vértigo. Dolor.

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Estuve en cuidados intensivos durante 36 horas, perdiendo y recobrando la consciencia. Me dieron una inyección epidural de morfina y juraría que había arañas por todas partes. Pero lo que sin duda había eran monjas y un cura. No paraban de venir y rezar y el cura me administró los últimos sacramentos al menos 3 veces mientras esperábamos la llegada de mi madre.

Yo planeaba por encima de mi cabeza la mayor parte del tiempo, observándolo todo como en un circo. Cada vez que empezaban a darme los últimos sacramentos, volvía a mi cuerpo y decía: “Paren eso, no estoy todavía muerta”.

Mi espíritu sabía que todo iba bien, pero mi cuerpo pensaba de diferente manera. Sé que mi cuerpo pensó varias veces que iba a morir, pero mi espíritu se negó a creer cualquiera de esas absurdidades y simplemente se mantuvo en su puesto.

En un momento de tranquilidad, abrí los ojos y vi un crucifijo al otro lado de la habitación. Empecé a reír para mí misma. Dije: “No estás ahí arriba, desciende, desciende de esa cruz. ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué te dejan ahí arriba? ¿Quieren dejarte ahí arriba? ¡Es tan tonto, eres tonto, baja de esa cruz!”

Justo en ese momento Cristo estaba allí, hecho de luz.

Era tan bello, exactamente como un judío. Largos bucles negros y un bello rostro con grandes ojos marrones y la mandíbula y la nariz prominentes. Llevaba un traje monacal de tela, ceñido con una cuerda de fibras. Nada especial, pero lleno de la luz más brillante que puedas imaginar. Sonrió con complicidad, parecía preocupado.

Exclamé: “¡Oh! ¡Es tan genial como lo haces! ¿Cómo puedes hacerlo? ¿Estás aquí? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Estabas allí y ahora estás aquí? ¿Me has oído? Es tan genial la manera en que haces eso. ¡Es como una prueba de que estás aquí! ¡Eres impresionante! ¡Gracias! ¿Y ahora qué?”

“Ahora debes vivir la verdad.”

“¿Ah sí? Es fácil, puedo hacerlo. He hecho lo que has dicho, he dicho la verdad y he asumido mi responsabilidad. Puedo hacerlo.”

“Lo sé”: lo dijo como si estuviera orgulloso de mí. “No será siempre fácil. Podría ser la cosa más difícil que jamás hagas”. Él miraba la cruz.

De golpe todo se volvió lógico para mí.

Me tocó la mano y un calor se extendió por mi cuerpo. Me quedé en mi cuerpo y estaba estabilizada.

Me enviaron a Minneapolis para someterme a una operación experimental de alta tecnología, iba a ser la primera para un nuevo tipo de procedimiento de reconstrucción ósea, la iba a realizar el gran Dr. Templeman (¿El hombre del templo? ¿Gracioso, no?)

Me quedé 5 semanas en el hospital, salí para ir a una casa de reposo durante los seis meses de convalecencia.

Solía escribir en mi diario: “Estar de pie será estrechar mi corazón, andar será hacer progresar mi espíritu, bailar será reivindicar mi alma”.

Me puse de pie 6 meses después, anduve al cabo de 9 meses y hoy puedo bailar sin sentir dolor.

Dios existe.

¿Es una clase de experiencia difícil de explicar con palabras? Sí, pero por otro lado, soy prolija. He disfrutado encontrando las palabras y creando un nuevo vocabulario para describir lo que me ha pasado.

¿En el momento de esa experiencia, había algún acontecimiento amenazando su vida?
Sí, mi coche dio varias vueltas de campana, y aterrizó sobre mí, aplastándome la cadera izquierda en más de 70 trozos, fracturándome las costillas izquierdas que salieron por la espalda perforando el pulmón izquierdo. Cuando conseguí abrir los ojos, los tenía llenos de sangre.

¿En qué momento durante la experiencia estuvo en el nivel de estado de consciencia y de lucidez máxima? Hacia el final, justo antes de volver.

¿Cómo podría compararse su nivel de consciencia y de vigilancia más elevado durante la experiencia, podría compararse a su nivel de consciencia y vigilancia de todos los días? Más consciente y lúcida que en tiempo normal.

Si su máximo nivel de consciencia y alerta durante la experiencia era diferente de su consciencia y alerta normal de todos los días, explique por favor: Hacia el final, justo antes de volver.

¿Su visión difería de alguna manera de su visión de todos los días, (desde todos los puntos de vista, tales como la claridad, el campo de visión, los colores, el brillo, la profundidad del campo de percepción, el grado de solidez/la transparencia de los objetos, etc.)? Sí. Era espiritual.

¿Difirió su capacidad auditiva de alguna manera de su capacidad auditiva diaria normal (desde todos los puntos de vista tales como la claridad, la habilidad de reconocer el origen del sonido, el tono, la sonoridad, etc)? Sí. Era telepática.

¿Sintió una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

¿Qué emociones sintió durante esta experiencia? Todas las emociones conocidas del espíritu.

¿Pasó a través de un túnel o de un lugar cerrado? Indecisa. Lo que vi podría ser descrito como un vórtice. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y relámpagos como plasma. Dentro del agujero había estrellas, pero no de las que se ven de noche en el exterior de nuestra atmósfera , sino que más bien era el centro del Universo. Era como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar. Era lo que percibí ser la fuente. Justo por fuera del agujero había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, que tenían diferentes luminosidades, colores y formas.

¿Vio una luz? Sí. Lo que vi podría ser descrito como un vórtice. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y relámpagos como plasma. Dentro del agujero había estrellas, pero no de las que se ven de noche en el exterior de nuestra atmósfera , sino que más bien era el centro del Universo. Era como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar. Era lo que percibí ser la fuente. Justo por fuera del agujero había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, que tenían diferentes luminosidades, colores y formas.

¿Vio o se encontró con otros seres? Sí. En ese momento, un ser hecho de luz vino a mi lado. No he tenido una educación religiosa ni he sido bautizada tampoco. No era el Cristo que vemos en las pinturas o las imágenes, no era el Cristo del que hablan los evangelistas, no era el Cristo de América ni ninguna otra representación de Cristo con la que me haya topado. Era un ser tan puro, tan benevolente y tan sin prejuicios que apenas podía comprender el nivel de compasión que este ser albergaba en la pequeña pero brillante luz que él era. Hasta que no me tocó y dijo: “Voy a tomar esto, es para mí” y me quitó el rayo y me tocó, a duras penas fui capaz de comprender este increíble amor.

Su luz pareció ensombrecerse un instante y el rayo desapareció, entonces dijo: “Estás perdonada. Eras carne y con la carne van la biología, la psicología, el instinto, el deseo, el mecanismo, el ego y su servidumbre. Ser carne es pecar, es la naturaleza del ser. No hay ninguna culpa en ser humano.” Esto me hizo relajarme de un modo que nunca más he vuelto a sentir.

Fue entonces cuando me di cuenta de que él formaba parte de la gran luz y en cierto modo era un custodio de nuestro planeta, algo así como si se le hubiese asignado; a él le correspondía “regirlo”, velarlo, guiarlo, protegerlo, amarlo y criarlo. Sin embargo este ser era más de lo que me parecía ser en ese momento, por entonces no podía comprender más que esto. Me di cuenta de ello. Y me excité verdaderamente y me puse a hacer preguntas como un niño pequeño.

¿Y los extraterrestres? ¿Y los universos paralelos, la vida en otros planetas, los OVNIS, etc, etc, etc?

Fue entonces cuando percibí una gran pero tranquila risita divertida y como una caricia en la cabeza se me dio la fuente dentro de lo alto de mi cabeza. Era como una corriente gigante y cuando mi cabeza estuvo metida dentro de ella pude ver desde el principio del principio del principio de todo y de nada. Vi la integridad del Universo desde su “Big Bang” al “Big Stop” al “Big Bang” y al “Big Stop”, tenía la memoria del Universo. Comprendí la cosmología, la biología, la espiritualidad, la consciencia, el ser (o la existencia), el no ser (o la no existencia), la física, las matemáticas, básicamente sabía todo lo que hay que saber y no saber.

Dios es simultáneamente todo lo que puede ser y todo lo que nunca puede ser y yo soy humana, así que sólo puedo entenderlo en términos humanos. Incluso el mejor de la humanidad sigue siendo humano y todo será antropomórfico. Es como una silla mirando una mesa y pensando que ve una silla extraña sin respaldo. La silla puede que nunca sepa que es una silla, sin embargo, seguirá funcionando como una silla. Puede que nunca se cuestione que es una silla o que mire más allá de su silli-dad y, sin embargo, seguirá siendo una silla.

¿Experimentó el repaso de eventos del pasado de su vida? Sí. Mientras me postraba se me mostró una revisión de mi vida desde la perspectiva de Dios: la verdad. Se me mostró cada vez que había sido egoísta, tomando partido por mis propios intereses. Se me mostró cada vez que había sembrado la discordia o manipulado en provecho propio. Sentí entonces ese dolor multiplicado varias veces. Era como un rayo en mi plexo solar y era tan doloroso que quedé consumida por él y era como si toda mi fuerza se hubiese quedado sin aliento. No soy una mala persona, no puedo imaginar cómo sería si hubiese sido violenta o cometido otras violaciones contra mis semejantes. Supongo que una revisión como esa sería un infierno.


¿Observó u oyó algo relativo a personas o eventos durante su experiencia que pudiera ser verificado posteriormente? Sí. El policía pensó que estaba muerta.

¿Vio o visitó lugares, niveles o dimensiones que se distinguiera por su belleza o por cualquier otra particularidad? Sí. Ver más arriba.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del espacio o el tiempo? Sí. Parece que se me mostraron muchas cosas durante un corto período de tiempo.

¿Tuvo el sentimiento de acceder a una sabiduría, un orden universal y/o un plan especial? Sí. Ver más arriba.

¿Alcanzó usted una frontera o una estructura física limitativa? No. Mi cuerpo iba a morir.

¿Se volvió consciente de acontecimientos futuros? Sí, pero no consigo recordarlos.

A raíz de su experiencia, ha tenido dones especiales, paranormales, de videncia u otros, que no tenía antes de la experiencia? Sí. ¡E incluso otros dones! Cuando hago una palpación para una evaluación y tratamiento de los tejidos, puedo ver dentro del cuerpo de una manera holográfica. Cuando me ocupo de una persona, veo a veces el traumatismo que provoca el dolor, tanto si es físico, emocional o espiritual. Puedo viajar dentro de los sueños de otras personas (viaje en los sueños), soy extra-lúcida para ciertas cosas. Tengo una intuición muy aguda. Aprendo de forma conceptual y con mucha inteligencia, es como si simplemente me acordara de nuevo de lo que estoy aprendiendo. Siento a la gente, la manera en que se orientan en su realidad, su nivel de enlace.

¿Ha compartido su experiencia con otras personas? Sí. Comencé a hablar de ello inmediatamente. Les dije a los médicos que hicieran su trabajo y que me dejaran ocuparme de mi curación, no paraban de decirme que nunca más iba a poder andar normalmente. Me siento impelida a contar mi experiencia y a ayudar a los demás. Algunas veces hay personas que no entienden nada, lo que me hace alejarme de los demás o de mí misma, pero me hago la cuenta de que no están preparados para entender estas cosas. Algunas personas quieren sentirse mejor, otras buscan curarse.

¿Tenía usted algún conocimiento de experiencias cercanas a la muerte (ECM) anteriormente a su experiencia? Indecisa, no realmente, pero ¿creía yo en ello?

¿Cómo vio la realidad de su experiencia poco tiempo (días a semanas) después de que sucedió? La experiencia fue totalmente real. Perdía y recobraba la consciencia de lo que había ocurrido. Cuando tocaba fondo, me deprimía por mi situación y por lo que había provocado. Cuando me daba cuenta del don que había recibido, me sentía transportada.

¿Había una o varias partes de la experiencia especialmente portadora de sentido o importante para usted? Toda ella.

¿Cómo percibe actualmente la realidad de su experiencia? La experiencia fue totalmente real. Cambió mi vida y después siempre he seguido el camino de la auto-realización. Quiero ayudar a curar el mundo.

¿Han cambiado sus relaciones específicamente como resultado de su experiencia? Sí. No puedo actuar con mezquindad para complacer a los demás.

¿Han cambiado sus creencias/prácticas religiosas específicamente como resultado de su experiencia? Sí. Dios es amor, el resto son tonterías.

¿Después de su experiencia ha tenido algunos otros eventos en su vida, medicamentos o substancias, que le reprodujeran cualquier parte de la experiencia?
No. Nada aguanta la comparación y nada, jamás, reproducirá lo que pasó.

¿Hay alguna otra cosa que quisiera añadir acerca de la experiencia?¿Se puede añadir algo más? Risas.

¿Las preguntas formuladas y la información suministrada por usted describieron en forma precisa y comprensiva su experiencia? Sí.

¿Hay otras preguntas que podríamos hacer a fin de ayudarla a expresar su experiencia? Contacten conmigo para cualquier ayuda que pudiera aportar. ¡Me gustaría mucho ayudarles en este proyecto! Esto forma parte de una información de lo más importante, en efecto, empezamos a unirnos a nuestro verdadero potencial aquí en la tierra.



Descripción de la experiencia (Maria A):

© Bridget Fragale 2008

Es en momentos como este cuando quisiera tener un software que reconozca la voz! Bueno, allá vamos:
Conducía un cacharro, perdí el control del mismo. El coche dio varias vueltas de campana describiendo una larga diagonal sobre una orilla en pendiente. Tuve la sensación de que mi padre fallecido estaba ahí y me sujetaba la cabeza, era como una moneda dentro de una caja a la que agitan.

En mi siguiente recuerdo, sueño que vuelo. Volaba tan bien! Yo ha había tenido sueños de volar, pero aquí era diferente porque podía continuar volando incluso mientras pensaba que estaba volando, no he bajado ni he aterrizado en cuanto me puse a analizar el vuelo, simplemente he continuado volando. Cuando he tratado de volar más alto, he ido más alto, cuando he intentado avanzar, he ralentizado, cuando he intentado bajar, no he podido, y cuando he querido pararme, me he dado cuenta que era llevada dulcemente hacia lo alto.

Es en ese momento que he comprendido que algo estaba pasando, que no estaba soñando. He mirado alrededor mío, la cima de los pinos, el espacio entre yo, la hierba y la carretera. He levantado los ojos hacia el cielo por encima de mí, me dado cuenta que todo era muy claro, veía mejor que con mis gafas. Después he sentido el aire frío del mes de abril sobre mí, el calor del sol matinal, la forma en que calentaba el aire frío de la mañana. Es entonces cuando he mirado hacia abajo. He visto mi coche descansando sobre el techo, mi cabeza parecía sobresalir por debajo, el vehículo resposaba atravesado sobre mí, tenía la cabeza que emergía del parabrisas roto. He pensado: Si mi cuerpo está abajo, ¿que es lo que está aquí arriba?.

Mi cuerpo astral se ha dado la vuelta, mirando hacia arriba.
Lo que ví podría ser descrito como un torbellino. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y de relámpagos que asemejaban a un plasma. En ese agujero había estrellas, pero de las que se ven más allá de nuestra atmósfera de noche, era más parecido al centro del universo, como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar, que he percibido como siendo la fuente.

Justo fuera del agujero, había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, poseían luminosidades, colores y formas diferentes.

En ese momento, me he postrado diciendo, o más bien, pensando: ¡Oh Dios mío, existes! Me he inclinado y me he acurrucado tanto como podía, he comprendido entonces que había sido ignorante.

Un poco de contexto:

Desde mi nacimiento supe que Dios existía. Tenía costumbre de jugar con Él cuando era pequeña, justo antes de ir a dormir preguntaba cuánto medía el universo, cerraba los ojos e iba tan lejos como podía antes de dormirme.
Me acuerdo de ir muy lejos y de haber comprendido que el universo era infinito, siendo niña, esto superaba ligeramente mi entendimiento. Estaba dotada en cálculo, en mi niñez tenía un nivel de comprensión elevado.

Efectuaba largas divisiones a la edad de 6 años, tenía sueños premonitorios desde que tuve edad de hablar.
A los 8 años, ví en sueños la muerte de mi familia. He soñado que iban a morir en un accidente en el transcuros de un viaje a Nevada, se lo dije a mis padres, pero no me escucharon. Todos los adultos a los que conocía me han dicho que no era más que un sueño, quise creerles porque me negaba que mis padres murieran.

Cuando su avión se estrelló, quedé devastada psíquica y emocionalmente, por no mencionar espiritualmente. Pensé que Dios había cruel de darme tales sueños pero ningún poder sobre los acontecimientos, además teniendo en cuenta que no acertaba ya a descifrar tan claramente la realidad, pedí que aquello cesara.

Viví algún que otro fenómeno entre esa edad y mi accidente. Entre tanto, atravesé una serie de acontecimientos muy traumáticos, separaciones y horribles pruebas que ningún niño debería afrontar. Esto me hizo olvidar a Dios y mi unión con Él. Empecé a drograrme, a ir de fiesta, a hacer daño a otros y a mí misma a través de mis actos.

Vuelta a mi experiencia:

Cuando me postraba, he revivido mi vida desde la perspectiva de Dios: la verdad. He visto cada vez que había sido egoista, tomando decisiones en mi propio interés. He visto todas las veces en que había manipulado o bien sembrado la discordia en beneficio propio. He vuelto a sentir el dolor multiplicado varias veces. Era como un rayo en el plexo solar, era tan doloroso que quedé destruida, era como si todas mis fuerzas tuvieran el aliento cortado. No soy una mala persona, no llego a imaginar lo que hubiese sido si yo hubiera sido violenta, o si hubiera asesinado a mi prójimo. Supongo que volver a ver su vida de esta forma sería un infierno.

En ese instante, un ser hecho de luz llegó cerca de mí. No he sido educada en la religión, no he sido bautizada tampoco. A lo mejor me equivoco, tuve la impresión que era el que llaman el Cristo. No se trataba del Cristo que vemos en las pinturas o las imágenes, no era el Cristo del que hablan los evangelistas, no era el Cristo de América ni ninguna otra representación que haya podido descubrir.

Era tan puro, tan acogedor, no juzgaba absolutamente nada, a tal punto que yo apenas podía captar su nivel de compasión, en esa pequepña pero brillante luz que lo constituía. No estuve en condiciones de sondear ese amor increíble antes que me tocase diciendo: Tomo esto, es para mí, y que tocándome me quitó el rayo.

Su luz pareció ensombrecerse un instante, el rayo despareció y después dijo: «Eres perdonada. Eras carne y con la carne van la biología, la psicología, el instinto, el deseo, el mecanismo, el ego y su servidumbre. Ser carne es pecar, es la naturaleza del ser. No hay ninguna culpa en ser humano.» Esto me dió una serenidad que nunca más he vuelto a sentir.

Es entonces cuando me he dado cuenta que formaba parte de una gran luz, en un sentido era el guardián de nuestro planeta, un poco como si le afectara, era su premio el «reinar», cuidar, proteger, amar y nutrir. Sin embargo este ser representaba más de lo que me pareció en ser en ese momento, no podía captar entonces más que esto. Me di cuenta de ello. Me entusiasmé verdaderamente y me puse a hacer preguntas como un niño pequeño.

¿Y los extraterrestes? ¿Y los universos parelelos, la vida en otros planetas, los OVNIS, etc, etc, etc?

Es entonces cuando he percibido una gran risa asfixiada, también tuve la impresión que de que me habían acariciado la cabeza, me han dado la fuente por la parte de arriba de la cabeza. Era como un río enorme y cuando he introducido la cabeza dentro, he podido ver desde el principio, del principio, del principio del todo y de la nada. Ví la integridad del universo desde el big bang al big stop, tenía la memoría del universo. Comprendí la cosmología, la biología, la espirtualidad, la consciencia, la existencia, la no existencia, la física, las matemáticas, fundamentalmente he sabido sobre todo lo que puede ser sabido y no sabido.

Dios es simultánemente todo lo que puede existir y todo lo que puede no existir, soy humana, no puedo por tanto entender más que en términos humanos. Incluso lo mejor de la humanidad no es más que humano y todoes es antropomórfico. Es como si una silla mirara una mesa pensando que ve una silla rara sin respaldo. Una silla puede no saber nunca que es una silla, sin embargo funcionará siempre como una silla. Puede que nunca se pregunte si es una silla, ni ver más allá de su «sillidad» , sin embargo seguirá siendo una silla.

Cuando tenia aproximadamente 14 años, me preguntaba si Dios podía conseguir que una roca sea tan pesada que no pueda ser levantada? Sí y no simultáneamente, todo a la vez y nada en absoluto.

Después de esta gran revelación, me he dado cuenta que no estaba en mi lugar, que tenía un cuerpo, me he dado cuenta que si no volvía a este cuerpo, iba a dejar de funcionar, yo era en efecto lo que lo hacía progresar en el tiempo y en el espacio.

En ese instante, he dado las gracias y pedido perdón por las posibles molestias en esta gran historia, que estaba eternalmente agradecida, etc. pero que debía volver. Me dijeron que debía asumir la completa responsabilidad por lo que hice.

Me recompuse rápidamente lo mejor posible y me lanzé cerca del ser de luz (el Cristo), después, como un salmón remontando la corriente, he saltado» para reintegrarme a mi cuerpo. Cuando entré dentro, pasé por el alto de la cabeza. Como si fuera un recipiente que se cierra produjo un BOMMMMMMP! Muy fuerte.

Era como intentar meter un superordenador dentro de un ordenador de la marca Amiga! Simplemente no entraba. Tuve un momento de pérdida, de abondono de una parte de mi entendimiento, a fin de poder volver rápidamente en mi recipiente. Sabía que lo podría volver a encontrar más tarde, que me esperaría, sea cual fuera el momento en el que volviera a partir, para entonces tenía una labor que cumplir! Por tanto me reincorporé en el cuerpo.

Estaba frío, tranquilo, no había ni electricidad ni fontanería, era como una gran casa vacía, abandonada, tenía la impresión que resonaba y que estaba oscuro. Casí me entró pánico pero mi determinación se hizo más fuerte.

Viajé a lo largo de la médula espinal hasta las extremidades. Bajé por la pierna derecha sin problema. Intenté bajar por la pierna izquierdo, pero ya no había conexión. Remonté a través de las vísceras y del corazón, di la vuelta a la caja torácica, bajé por los brazos, y después subí al cerebro.

Fuí al bulbo raquídeo o lo que percibí ser el centro del cerebro, a la manera de un comandante a bordo, he manejado los conmutadores. Dije: «Bueno, Cerebro, hagamos funcionar este cuerpo». Dí orden al corazón de bombear, a la sangre de circular pero de coagularse a la altura de la cadera. Seguidamente he intentado respirar. Mi respiración produjo un gran silbido. Cuando intenté abrir los ojos, no he visto más que sangre, una capa de pasta roja y pegajosa me recubría los ojos. Entorné los ojos para deshacerme de ello. Seguidamente intenté moverme, un sonido parecido al producido por un saco de piedras me sacudió la columna vertebral, remontando hasta la cabeza y al cerebro, dejé de moverme.

Oía la alarma de puerta abierta que se detona cuando las llaves están en el contacto, percibía también la radio que seguía funcionanado, era extraño. Miré alrededor y ví a un policía cerca de mí. Le miré, lloraba. Me dijo: «Creía que estaba usted muerta». Le contesté: «No se preocupe, acabo de hablar con Dios, todo va a ir bien»
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Me sujetó la mano y miré su gorra, ya sabe, esa que se parece un poco a un sombrero de vaquero. Le declaré: “Usted es mi héroe” y me respondio que yo era el suyo.

Le dije que estaba cansada, me gritó: «NO! Hábleme, debe permanecer despierta. Cuénteme lo que le dijo Dios.»
Le he confesado que yo era totalmente responsable del accidente y he preguntado cómo estaban mis amigos.
Me contestó que saldrían adelante. Y después me contó lo que había ocurrido.

El ruido de la alarma, de la radio, el cielo, todo me aturdía y casi me desmayo. Oí llegar la ambulancia. El equipo se preparaba para utilizar una pinza de desincarceración pero protesté. Tenía un mal presentimiento sobre este particular, como si me fuera a matar. Me incorporé yo misma. La pierna izquierda fue comprimida, distorsionada bajo la tracción de mi cuerpo. Me instalaron en la parte de atrás de la ambulancia, me hicieron una perfusión y me dieron oxígeno, el policía estaba a mi lado. Me sujetaba la mano y me dijo que ahora sí podía dormir.

Radiografías, monitores cardiácos, luces, agujas, máscaras, ruidos, sangre, bips, conversaciones, latín, mates, jurídico. Vértigo. Dolor

Estuve en cuidados intensivos durante 36 horas, perdiendo y recobrando la consciencia. Me dieron una inyección epidural de morfina, hubiera jurado que había arañas por todas partes. Por contra, sí hubo religiosas y un cura. No paraban de venir y de rezar, mientras esperábamos la llegada de mi madre, el cura me administró los últimos sacramentos al menos 3 veces. Planeaba encima de mi cabeza la mayor parte del tiempo, observando todo ello como una especie de circo. Cada vez que empezaban a darme los últimos sacramentos, volvia a mi cuerpo y decía: “Paren eso, no estoy todavía muerta”. Mi espíritu sabía que todo iba bien, pero mi cuerpo pensaba de diferente manera. Sé que mi cuerpo ha pensado varias veces que iba a morir, pero mi espíritu se negó a creer cualquiera de esas absurdidades, se ha mantenido simplemente en su puesto.

En un momento de tranquilidad, abrí los ojos y vi un crucifijo al otro lado de la habitación. Me puse a reir interiormente. He dicho «No estás ahí arriba, desciende, desciende de esa cruz. ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué te dejan ahí arriba? ¿Quieren guardarte ahí arriba? Es tan estúpido, eres tonto, baja de esa cruz!»

Hasta ese momento, el Cristo estuvo ahí, hecho de luz. Era tan bello, exactamente como un judío. Largos bucles negros y un bello rostro con grandes ojos marrones, la mandíbula y la nariz prominentes. Llevaba un traje monacal de tela, ceñido de una cuerda de fibras. Ninguna fantasía, pero estaba lleno de la luz más brillante que se pueda uno imaginar. Sonrió con un aire cómplice, parecía preocupado.

Exclamé: «¡oh! Es genial, como lo haces! Cómo puedes hacer? ¿Está ahí? ¿Cómo has llegado hasta aquí? Estabas allí y ahora estás aquí?, ¿Me has oído? Es tan genial la manera en que haces eso. Es como una prueba de que estás aquí! Eres impresionante! Gracias! ¿Y ahora?

«Ahora debes vivir la verdad»

«Ah sí? Es fácil, puedo hacerlo, he hecho lo que has dicho, he dicho la verdad, he asumido mis responsabilidades. Puedo hacerlo»

«Lo sé.» respondió, tenía aspecto de estar orgulloso de mí. «No será siempre tan fácil. Podría ser la cosa más difícil que tengas que hacer». Él miraba la cruz.

De golpe todo se ha vuelto lógico para mí. Me tocó la mano y un calor se ha extendido a través de mi cuerpo. Me quedé en mi cuerpo, estaba estabilizada.

Me enviaron a Minneapolis para someterme a una operación experimental de alta tecnología, iba a ser la primera para un nuevo tipo de procedimiento de reconstrucción ósea, la iba a realizar el gran Dr. Templeman (El hombre del templo? Gracioso no?)
Me quedé 5 semanas en el hospital, salí para ir a una casa de reposo durante los seis meses de convalecencia. Escribí en mi diario: «Estar de pie será estrechar mi corazón, andar será hacer progresar mi espíritu, bailar será reivindicar mi alma».
Me puse de pie 6 mese después, anduve al cabo de 9 meses, hoy puedo bailar sin sufrir.
Dios existe.

¿Es una clase de experiencia difícil de explicar con palabras? Sí, pero por otro lado, soy prolija, encuentro placer en encontrar las palabras, en crear un nuevo vocabulario para describir lo que me ha pasado.

En el momento de esa experiencia, había algún acontecimiento amenazando su vida? Sí, mi coche dio varias vueltas de campana, me cayó encima rompiéndome la cadera izquierda en más de 70 trozos, fracturándome las costillas izquierdas que salieron por la espalda perforando el pulmón derecho. Cuando conseguí abrir los ojos, los tenía llenos de sangre.

En qué momento durante la experiencia estuvo en el nivel de estado de consciencia y de lucidez máxima? Hacia el final, justo antes de volver.

¿Cómo podría compararse su nivel de consciencia y de vigilancia más elevado durante la experiencia, podría compararse a su nivel de consciencia y vigilancia de todos los días? Más consciente y lúcida que en tiempo normal.

Su visión difería de alguna manera de su visión de todos los días, (desde todos los puntos de vista, tales como la claridad, el campo de visión, los colores, el brillo, la profundidad del campo de percepción, el grado de solidez/la transparencia de los objetos, etc.)? Sí, era espiritual.

¿Difirió su capacidad auditiva de alguna manera de su capacidad auditiva diaria normal (desde todos los puntos de vista tales como la claridad, la habilidad de reconocer el origen del sonido, el tono, la sonoridad, etc)? Sí, era telepática.

¿Sintió una separation entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

¿Qué emociones sintió durante esta experiencia? Todas las emociones conocidas del espíritu.

¿Pasó a través de un túnel o de un lugar cerrado? Indecisa. Lo que ví podría ser descrito como un torbellino. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y de relámpagos que asemejaban a un plasma. En ese agujero había estrellas, pero de las que se ven más allá de nuestra atmósfera de noche, era más parecido al centro del universo, como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar, que he percibido como siendo la fuente. Justo fuera del agujero, había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, poseían luminosidades, colores y formas diferentes.

¿Vió una luz? Sí, Lo que ví podría ser descrito como un torbellino. En el cielo había un agujero rodeado de nubes y de relámpagos que asemejaban a un plasma. En ese agujero había estrellas, pero de las que se ven más allá de nuestra atmósfera de noche, era más parecido al centro del universo, como una galaxia dando vueltas alrededor de la luz más brillante que uno pueda imaginar, que he percibido como siendo la fuente. Justo fuera del agujero, había esferas luminosas entrando y saliendo de ese agujero, poseían luminosidades, colores y formas diferentes.

¿Vió o se encontró con otros seres? Si, en ese instante, un ser hecho de luz llegó cerca de mí. No he sido educada en la religión, no he sido bautizada tampoco. A lo mejor me equivoco, tuve la impresión que era el que llaman el Cristo. No se trataba del Cristo que vemos en las pinturas o las imágenes, no era el Cristo del que hablan los evangelistas, no era el Cristo de América ni ninguna otra representación que haya podido descubrir.

Era tan puro, tan acogedor, no juzgaba absolutamente nada, a tal punto que yo apenas podía captar su nivel de compasión, en esa pequeña pero brillante luz que lo constituía. No estuve en condiciones de sondear ese amor increíble antes que me tocase diciendo: «Tomo esto, es para mí.» y que tocándome me quitó el rayo.

Su luz pareció ensombrecerse un instante, el rayo despareció y después dijo: «Eres perdonada. Eras carne y con la carne van la biología, la psicología, el instinto, el deseo, el mecanismo, el ego y su servidumbre. Ser carne es pecar, es la naturaleza del ser. No hay ninguna culpa en ser humano.» Esto me dió una serenidad que nunca más he vuelto a sentir.

Es entonces cuando me he dado cuenta que formaba parte de una gran luz, en un sentido era el guardián de nuestro planeta, un poco como si le afectara, era su premio el «reinar», cuidar, proteger, amar y nutrir. Sin embargo este ser representaba más de lo que me pareció en ser en ese momento, no podía captar entonces más que esto. Me di cuenta de ello. Me entusiasmé verdaderamente y me puse a hacer preguntas como un niño pequeño.

¿Y los extraterrestes? ¿Y los universos parelelos, la vida en otros planetas, los OVNIS, etc, etc, etc?
Es entonces cuando he percibido una gran risa asfixiada, también tuve la impresión que de que me habían acariciado la cabeza, me han dado la fuente por la parte de arriba de la cabeza. Era como un río enorme y cuando he introducido la cabeza dentro, he podido ver desde el principio, del principio, del principio del todo y de la nada. Ví la integridad del universo desde el big bang al big stop, tenía la memoría del universo. Comprendí la cosmología, la biología, la espirtualidad, la consciencia, la existencia, la no existencia, la física, las matemáticas, fundamentalmente he sabido sobre todo lo que puede ser sabido y no sabido.
Dios es simultánemente todo lo que puede existir y todo lo que puede no existir, soy humana, no puedo por tanto entender más que en términos humanos. Incluso lo mejor de la humanidad no es más que humano y todoes es antropomórfico. Es como si una silla mirara una mesa pensando que ve una silla rara sin respaldo. Una silla puede no saber nunca que es una silla, sin embargo funcionará siempre como una silla. Puede que nunca se pregunte si es una silla, ni ver más allá de su «sillidad» , sin embargo seguirá siendo una silla.

¿Experimentó el repaso de eventos del pasado de su vida? Sí, en el momento en que me postraba, he revivido mi vida desde la perspectiva de Dios: la verdad. He visto cada vez que había sido egoista, tomando decisiones en mi propio interés. He visto todas las veces en que había manipulado o bien sembrado la discordia en beneficio propio. He vuelto a sentir el dolor multiplicado varias veces. Era como un rayo en el plexo solar, era tan doloroso que quedé destruida, era como si todas mis fuerzas tuvieran el aliento cortado. No soy una mala persona, no llego a imaginar lo que hubiese sido si yo hubiera sido violenta, o si hubiera asesinado a mi prójimo. Supongo que volver a ver su vida de esta forma sería un infierno.

¿Observó u oyó algo relativo a personas o eventos durante su experiencia que pudiera ser verificado posteriormente? Sí, el policía pensó que estaba muerta.

¿Vio o visitó lugares, niveles o dimensiones que se distinguiera por su belleza o por cualquier otra particularidad? Sí, ver más arriba.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del espacio o el tiempo? Sí, parece que me fueron mostradas muchas cosas durante un corto período de tiempo.

¿Tuvo el sentimiento de acceder a una sabiduría, un orden universal y/o un plan especial? No

¿Alcanzó usted una frontera o una estructura física limitativa? No, mi cuerpo iba a morir.

¿Se volvió consciente de acontecimientos futuros? Sí, pero no consigo acordarme.

A raíz de su experiencia, ha tenido dones expeciales, paranormales, de videncia u otros, que no tenía antes de la experiencia? Si, e incluso otros dones! Cuando hago una palpación para una evaluación y tratamiento de los tejidos, puedo ver dentro del cuerpo de una manera holográfica. Cuando me ocupo de una persona, veo a veces el traumatismo que provoca el dolor, tanto si es físico, emocional o espiritual. Puedo viajar dentro de los sueños de otras personas (viaje en los sueños), soy extralúcida para ciertas cosas. Tengo una intuición muy aguda. Aprendo de forma conceptual y con mucha inteligencia, es como si me acordara simplemente de nuevo de lo que estoy aprendiendo. Siento a la gente, la manera en que se orientan en su realidad, su nivel de enlace.

¿Ha compartido su experiencia con otras personas? Sí, comencé a hablar de ello inmediatamente. Les dije a los médicos que hicieran su trabajo y que me dejaran ocuparme de mi curación, no paraban de decirme que nunca más iba a poder andar normalmente. Me siento empujada a contar mi experiencia y a ayudar a los demás. Algunas veces hay personas que no entienden nada, lo que me hace alejarme de los demás o de mi misma, pero me hago la cuenta de que no están preparados para entender estas cosas. Algunas personas quieren sentirse mejor, otras buscan curarse.

¿Tenía usted algún conocimiento de experiencias cercanas a la muerte (ECM) anteriormente a su experiencia? Indecisa, no realmente, pero ¿creía yo en ello?

¿Cómo vio la realidad de su experiencia poco tiempo (días a semanas) después de que sucedió? La experiencia fue totalmente real. était tout à fait réelle. Perdía y recobraba la consciencia de lo que había ocurrido. Cuando tocaba fondo, me deprimía por mi situación y lo que yo había provocado. Cuando me apercibía del don que se había dado, me sentía transportada.

¿Había una o varias partes de la experiencia especialmente portadora de sentido o importante para usted? Toda ella.

¿Cómo percibe actualmente la realidad de su experiencia? La experiencia fue totalmente real. Cambió mi vida y después siempre he seguido el camino de la autorealización. Quiero ayudar a curar el mundo.

¿Han cambiado sus relaciones específicamente como resultado de su experiencia? Sí, no puedo actuar con mezquindad para gustar a los demás.

¿Han cambiado sus creencias/prácticas religiosas específicamente como resultado de su experiencia? Sí, Dios es amor, el resto son tonterías.

¿Después de su experiencia ha tenido algunos otros eventos en su vida, medicamentos o substancias, que le reprodujeran cualquier parte de la experiencia? No, nada aguanta la comparación y nada, jamás, reproducirá lo que pasó.

¿Hay alguna otra cosa que quisiera añadir acerca de la experiencia? ¿Se puede añadir algo más? Risas

¿Las preguntas formuladas y la información suministrada por usted describieron en forma precisa y comprensiva su experiencia?

¿Hay otras preguntas que podríamos hacer a fin de ayudarla a expresar su experiencia? Contacten conmigo para cualquier ayuda que pudiera aportar, ¡me gustaría mucho ayudarles en este proyecto! Esto forma parte de unas informaciones de lo más importantes, en efecto, empezamos a unirnos a nuestro verdadero potencial aquí en la tierra.