ECM de Paul B
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Descripción de la experiencia:

Eventos que rodean a la ECM: Yo fui parte de un severo accidente automovilístico a las 7:00 pm del 17 de Septiembre de 1963. El volante me había sacado del asiento del conductor y levantado al momento del impacto y había aplastado mi cara en contra del techo interior del auto. En esa época yo tenía diecisiete años y acababa de estar envuelto en mi primer accidente automovilístico: un choque de un solo auto en contra de una pared de ladrillos. El accidente tuvo lugar en una palpitante tempestad de lluvia, cuando los frenos se me fueron. Eso resultó en un choque.

No hubo alcohol ni drogas involucradas. Yo regresaba del trabajo y conducía al hogar de un compañero de trabajo.

Después del impacto, mientras el auto se estrellaba contra el suelo después de haber escalado la muralla, estaba sorprendido; percibía un dolor quemante a través de mi rostro y salí del vehículo y me recosté sobre el pasto mojado. Recuerdo sentirme momentáneamente aliviado por esta frescura en contra del dolor que abrasaba mi rostro.

Alrededor de las 8:00 pm, había llegado al hospital, se me había tomado radiografías y fui dejado en un vestíbulo con apósitos de gasa embebidos en alcohol sobre mis ojos para reducir la hinchazón. Mis padres -que más adelante me contaron que yo me erguía cada diez a quince minutos y vomitaba cantidades de sangre que había estado tragando- me cuidaban. Fracturas faciales severas de ambas articulaciones témporo-mandibulares, los cornetes nasales, la mastoides, el techo de la boca (a través de tres ejes) y el piso orbitario derecho se había desintegrado, haciendo que mi ojo derecho cayera dentro de la cavidad sinusal. Siete dientes se habían perdido en el impacto; dos salieron por debajo de mi labio, a través de mi piel. Tal fue la extensión de mis heridas y tan enormes eran, que había caído en un estado de inconsciencia y no recuerdo haber sentido dolor durante este período.

Describa en detalle los eventos (en orden) que sucedieron:

Después de estar recostado e inconsciente por cerca de dos horas, llegué de pronto a estar muy alerta en mi mente. Yo estaba consciente de que algo horrible había acontecido, a pesar de no estar seguro respecto a qué había sido. Supe que era un momento serio, uno que no podía soslayar, uno al que nadie podía haber intervenido por mí o modificar; en pocas palabras, algo muy malo había pasado y no iba a haber un 'hazlo de nuevo'. Oía sonidos de los que se oyen en hospitales: un teléfono llamando, un Médico siendo requerido por parlantes, pisadas, actividad a bajo volumen, etc. Estaba consciente de luz desviada hacia adentro a partir de algo que cubría mis ojos.

Luego, de pronto, comencé a sentirme tranquilo; muy tranquilo. Estaba experimentando una paz desconocida para mí, aun así no estaba asustado por la singularidad de esto. En vez de ello, yo me sentía más consciente de lo que nunca he estado. Me di cuenta de que la luz había comenzado a desvanecerse, al comienzo era pareja y luego comenzó a decrecer rápidamente. Estaba ahora encerrado en un vacío tridimensional negro como la tinta y los sonidos de la sala del hospital iban progresivamente disminuyendo y luego, ¡Se había ido! No había sonido, no había luz. Tuve intensas sensaciones de calma y tranquilidad asociado a una mente alerta no verbal. Entonces sentí como si me estuviese lentamente moviendo hacia abajo, como en un ascensor, mas sólo por un breve momento. Entonces, como si estuviera siendo empujado suavemente hacia abajo y entonces, silenciosa y livianamente dejado hacia arriba, Me sentí flotar hacia arriba y fuera de mi cuerpo. Sentí que me alzaban hacia arriba y a la izquierda suavemente y a una lenta velocidad constante. Recuerdo lo extraño que era todo eso. Pensé que retornaría a mi cuerpo en cualquier instante, mas no fue así.

Estaba desconectado de mi cuerpo y comenzaba un viaje hacia arriba, alejándome de éste. Me di cuenta de que esto era todo lo que representa morir, que es a esto lo que la gente siempre dice temer y de lo que se aleja; aquéllo de lo que la gente no le gusta hablar. ¡Pero que ahora me estaba sucediendo a mí! Y no era tan malo. Sin embargo, en ese momento fui detenido en mi avance por una intensa sensación de dolor emocional que venía desde mi derecha. Sentí el dolor de mis padres. Ambos estaban de pies, junto a mí, al lado derecho de mi cuerpo y estaban tratando de consolarse uno a otro pues ya se les había advertido que se prepararan para el hecho de que yo probablemente no sobreviviría la gravedad de mis lesiones. Se había convocado a un sacerdote católico para administrarme la Extrema Unción. Lo que sentía era que yo no tenía ningún dolor, mas ellos estaban en extremo dolor. Y ésa fue la primera vez en mi vida que yo experimentaba el dolor de otras personas; no lo 'comprendía' solamente ni sólo 'empatizaba' con ellos; sino que lo sentía como una maciza onda de choque que asaltaba mi espíritu.

Corté la tracción de tipo magnética que me había estado levantando y floté hacia abajo, hacia el brazo derecho de mi madre y me sorprendió que ella no se volviese automáticamente hacia mí. Ella y mi padre, quien se encontraba de pies a su lado izquierdo, continuaban mirando a mi cuerpo que estaba dañado más allá de cualquiera descripción. Recuerdo no importarme mi cuerpo tendido allí y en vez de eso, yo estaba intensamente concentrado en el dolor de mis padres. De repente me di cuenta que con el tiempo sabrían que yo no estaba sumido en el dolor – que yo estaría muy bien y que entonces ellos podrían comenzar a soltar su dolor. Esa comprensión me relajó lo suficiente como para aceptar nuevamente a la tracción magnética que suavemente estaba remolcándome a mí, para retomar mi ‘senda de vuelo flotante’. Eso hice y me di cuenta de una delgada barra de luz en el rincón superior izquierdo de este vacío negro como la tinta. Supe que pasando a través de esa luz yo me separaría de mi vida aquí, de mi familia, mis amigos, mi vecindad y de la vida que me depararía mi futuro. A pesar de ello, sentía que algo se relajaba dentro de mí, proporcionándome el permiso para seguir mi avance hasta esa luz. Entonces de pronto desde mi extrema izquierda, una voz para mí inidentificable, excepto para decir que era una voz masculina; e incluso, para la cual estoy usando la parabra ‘voz’, siendo que era más como una fuerte comunicación telepática, gritó: '¡NO!... ¡NO AÚN!'

Fui inmediatamente propulsado hacia abajo con gran fuerza y me estrellé abajo, de vuelta en mi cuerpo.

Ahora yo sentí miedo y yo tanteé con mi mano dercha y agarré, ¡Agarré fuerte! Tan fuerte que me levanté de la camilla. En mi puño derecho, fuertemente empuñado, estaba la faja púrpura de paño colgada alrededror del cuello del sacerdote que había reemplazado a mis padres y quien me estaba administrando la Extrema Unción. Todo lo que supe en ese momento era que él no se apocó. Era anciano, con una cabeza calva, con lentes y con su libro de oración. Y con su relajada y calma manera, suave pero firmemente, acarició mi antebrazo derecho hacia mi muñeca y dijo: ‘Con suavidad, hijo mío’. La misma sensación de calma que había experimentado recientemente, volvió a mí.

Información previa:

Sexo: Hombre

Fecha en que ocurrió la ECM: 17/09/1963

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? Si Lesiones severas debidas a un accidente automovilístico.

Elementos de la ECM:

¿Hay alguna droga o fármaco que podría haber afectado a la experiencia? No No

¿Fue su experiencia de algún modo parecida a un sueño? Muy diferente de un sueño.

¿Se sintió separado de su cuerpo? Si Ver la narrativa principal.

¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y alerta? Ver la narrativa principal.

¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? No

Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Ver la narrativa principal. Yo 'escuché' una voz.

¿Le pareció ser Consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se tratase de percepción extra sensorial (ESP)? La presencia del sacerdote me fue contada por el Cirujano que llevó a cabo la reconstrucción facial. El día anterior a mi alta, Le pregunté al Doctor sobre qué él podría contarme sobre la noche del accidente. Él se había enterado del recuerdo de mi ECM y no sabía cómo revivirme lo que yo había experimentado. Me miró un momento, bajó su portapapeles y me dijo: Si es que hubiese llegado un minuto más tarde a ti, no habríamos podido -con toda probabilidad- sostener esta conversación'. Le pedí que se aclarara más y me dijo que había sido llamado al hospital mientras él se encontraba en Brooklyn, New York, una distancia de unos treinta y dos kilómetros a través de un área muy congestionada – cerca del Aeropuerto Kennedy. Cuando él llegó, se detuvo por respeto mientras el sacerdote me administraba los Últimos Ritos – pero en ese momento se dio cuenta que yo estaba 'cianótico' y él me explicó lo que significaba aquéllo: Las uñas, mis orejas, mis mejillas ¡Se estaban volviendo azules! Rápidamente interrumpió al sacerdote, llevó mi camilla a una habitación fuera de la sala y me realizó una traqueostomía de emergencia, con un pequeño equipo que llevaba con él. Él entonces me regresó con el sacerdote y luego fue a lavarse para la cirugía que se llevaría a cabo entre 10:00 pm y las 5:00 am. Al final de la cirugía dijo a mis padres que no les daría ningún pronóstico de vida o muerte a menos que y hasta que dejase de perder líquido cerebroespinal. El hueso en la base del cerebro tenía una trizadura del ancho de un cabello y este fluido estaba goteando y saliendo a través de mi pasaje nasal. Lo que les dijo fue que si el líquido cesaba de salir para las 12:00 del día, tendría entonces sólo un diez por ciento de oportunidad de sobrevida. Se me dijo que la pérdida de líquido paró a las 9:00 am.

¿Pasó hacia o a través de un túnel? No

¿Encontró o llegó a ser Consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Si La voz.

¿Vio una luz sobrenatural? Si Ver la narrativa principal.

¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? No

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Ver la narrativa principal.

una¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo sobre el Universo Ver la narrativa principal.

¿Volvieron a usted escenas de su pasado? Una rápida revisión de mis amigos (más que familia), mi vecindad (yo tenía diecisiete para entonces y 'la vecindad' era nuestro lugar de ocio) y la idea de una vida futura que no habría vivido.

¿Vinieron a usted escenas del futuro? Escenas del futuro del mundo Tan sólo la idea de que algo había en el futuro en la vida que era importante para mí hacer.

¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? No

¿Llegó a una frontera o punto de no retorno? No

Dios, espiritualidad y religión:

¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? Si Mucha más tolerancia ante las dificultades de la vida y un aprecio más profundo por el espíritu que reside en cada uno de nosotros.

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? Las prácticas religiosas habían acabado a la edad de catorce años y no tenía ningún impulso para retornar a ellas, pero sí gané aprecio por la espiritualidad inherente a toda vida.

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Si Ocurrió en 1963. Cuando recordé la experiencia, unos ocho o nueve días después del accidente (yo había estado en coma durante tres días y en casi-coma por otros cuatro), no tenía ningún marco de referencia acerca de lo que yo había vivido. Me acuerdo de la sensación de poder contárselo a mi amigo Ed y esperaba compartirlo con él. Se lo conté a Ed después de salir del hospital, veintiún días después del accidente. Durante los próximos años, yo compartí mi vivencia con tres o cuatro de mis amigos más cercanos, con mis padres y mis dos hermanos

Para 1971, llegué a ser Educador en Salud y llevé a cabo clases de educación sanitaria para el último grado de la secundaria. Como parte de la Unidad de Salud Mental, cubrimos una sección sobre La Muerte y Morir en la que compartía mi experiencia con ellos. Me sorprendí cuando uno de esos alumnos que se graduaron en Junio, regresó de visita desde el College en su feriado de Día de Acción de Gracias y me trajo una copia del libro recién impreso de Elisabeth Kubler-Ross y que tenían como lectura obligatoria en sus cursos de primer año de Psicología. ¡Estaba anonadado! ¡Había allí situaciones similares; no exactas, pero suficientemente parecidas a la mía que quedé sorprendido en una comprensión de que en mí había una experiencia propiamente humana que sólo requería de una excusa para ser compartida! Elisabeth Kubler-Ross ahora me daba la excusa para poder compartirla.

A pesar de haber comprendido que mi vivencia fue real, entendí que otros podían tener dudas ya que yo era la única persona que afirmaba su perspectiva subjetiva de una experiencia muy privada. Pero al leer sobre tantas experiencias semejantes de gente tan diferente y de lugares tan distintos, me resultó clarísimo que las personas en esa circunstancia de cercanía a la muerte experimentan todas de forma colectiva algo que, con anterioridad, no había sido documentado.

¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones especiales que no tuviera antes de la experiencia? Si Definitivamente me aventajé en mi capacidad de intuir los sentimientos de las personas y comprender su lógica emocional.

¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Si

¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya reproducido parte de la experiencia? No