ECM de Monica M.
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Descripción de la experiencia:

Soy una diabética de tipo 1. Vivía sola, pero cuando me ponía enferma me quedaba con mis padres. Así, el sábado 20 de noviembre de 1999 tuve la gripe y por supuesto estaba con mis padres. Nada especial. Mis padres querían que fuese a urgencias, pero yo me negué, por supuesto, y dije que si no mejoraba iría al día siguiente. Así que esa noche me quedé en el sofá, en parte porque aún podía caminar erguida y por todo el dolor y la dificultad para respirar. A medida que la noche avanzaba, empecé a hacer cosas extravagantes. Creí que el reloj despertador que mi madre me bajó era un vaso de agua y lo cogí unas cuantas veces para beber. También empecé a respirar pesadamente y a entrar y salir de un profundo sueño. Entonces, me desperté a las 8h y 10’ y empecé a hablarle a mi mamá. (Ella estaba detrás de mí en un sillón reclinable).

Le dije que era mi hora de partir y que la amaba y que todo lo que había querido en la vida era ser una chica feliz. No paraba de repetirle esto una y otra vez. Sin embargo, entremedias seguía diciéndole a la persona que me estaba esperando: “Cállate y deja de hacer el idiota”. A esta persona no la conocía ni la había visto antes, pero estaba allí para llevarme con él. Mientras todo esto pasaba, mi hermana en el piso de arriba pudo oírme y pensó para sí: “Cállate tú”. Entonces dice que oyó una voz decir una y otra vez: “Ella se está muriendo”. Durante este tiempo, mi mamá vino al sofá y se echó en el otro extremo y masajeó mis piernas extremadamente frías (como ella lo expresó) haciendo que me volviera a dormir. Hacia las 8h 25’, partí.

Mi mamá se despertó hacia las 10h para ir al baño y para prepararme para ir a urgencias. Cuando una voz le dijo: “Ella está muerta y sería mejor que hicieras algo”. Entonces fue cuando mi mamá corrió hacia mí (recordad que yo estaba justo a su lado observándola y escuchándola). Entonces corrió hacia mi padre. En ese momento bajó mi hermana y le dijo a mamá que me mirara, que estaba muerta. (Tenía un color “gris muerte” como ellos lo llamaron). Mi padre bajó y me sacudió y me gritó para que despertara. Entonces apartó la mesa del café del camino para que no estorbara y mi mamá me hizo masaje cardíaco y mi papá me hizo el boca a boca. Mi hermana llamó al 911, yo me quedé algún tiempo junto a ella en el porche hasta que oí una sirena a lo lejos.

Entonces de repente fui arrebatada hacia a lo alto y sentí que entraba en una especie de sala de espera. Era apacible y me gustó. Quería quedarme. Tuve una revisión de mi vida, de a quién debería haber frecuentado y a quién no, de lo que era la vida y de su sabor por así decirlo. Ahora solo recuerdo de ello una sensación, pero en ese momento sabía que era hermoso. También recuerdo oír oraciones de mi familia. Recuerdo algunos de sus pensamientos y también algunos de sus miedos. Recuerdo que les dijeron que había estado inanimada durante demasiado tiempo y que estaba, como yo lo digo ahora, hecha PAPILLA. Tenían que dejarme partir. Entonces recuerdo oír oraciones. Yo quería quedarme, y supongo que se podría decir que luché para quedarme, y estaba furiosa. Fui devuelta y se me dijo que viviera. Ahí fue cuando, para asombro de todos, abrí mis ojos y tendí mi mano a mis conmocionados padres sentados a mi lado. No podía decir nada debido al tubo en la garganta, pero recuerdo ver un pequeño tablón frente a mi cama que rezaba: “Lunes, 22 de noviembre de 1999, y sus enfermeras hoy son Terri y Teresa”.

Y me volví a dormir. Para después encontrarme a muchos visitantes, que no podían creer que estuviera viva, mirándome fijamente. Pasé por, perdón por el retruécano, el infierno para estar donde estoy hoy. Recuerdo la paz y bondad que sentí, pero también un leve enojo por estar de vuelta. Traté de hablarle a mi madre de todo esto y más, pero era demasiado para ella, y ella también había pasado por el infierno y regresado debido a todo esto . Mi hermana estuvo fantástica y mi marido (por entonces estaba saliendo con él) también estuvo maravilloso. Es tan difícil de poner en palabras los sentimientos y las palabras que fueron pronunciadas durante mi “tiempo fuera”. Es difícil encontrar las palabras adecuadas para escribíroslas, para incluso empezar a entender un poquito a qué se parece eso. Sin ánimo de ofender.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No.

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Sí. Sus efectos. Todo lo que vi, padecí y experimenté. Algunos pueden pensar que estoy loca. (Por decirlo suavemente). ¿Cómo puedo esperar de alguien que comprenda, si nunca ha estado allí?

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? No.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Estaba muerta. (Pero plenamente consciente observando desde arriba).

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? NO.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. Estaba consciente, observando y comunicándome con la persona que estaba conmigo.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? Ruidos extraños no, solo voces. A veces no había cara para alguna voz que había oído. Pero en realidad nunca busqué una cara, solo sentía la presencia.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No.

¿Vio usted una luz? No.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Nadie a quien conociera. Cuando vino al principio, yo le estaba hablando a mi madre. Me dijo que era el momento y que me iba a llevar adonde necesitaba ir. (Se hallaba de pie entre la cocina y el estudio en casa de mis padres, mientras yo le hablaba a mi mamá antes de partir).

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí. Digamos simplemente que he abandonado algunas amistades. Supongo que se podría decir que me he abierto a la predicción de ciertas cosas en la vida. Difícil de explicar.

¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? Sin respuesta.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No. A menos que considere como otra dimensión aquello que pensé que era una sala de espera.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No.

¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? No.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí. Si entiende por frontera el hecho de poder ir a otra parte, como algunos lo expresan, entonces sí. Sentí la gran sensación de amor y paz, y la deseaba de mala manera, pero tenía que regresar.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No estoy segura. Si lo hice, de veras puedo decir que no lo recuerdo.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí. Supliqué quedarme. Estaba furiosa y sin embargo bien y en paz todavía. Recuerdo que se me mostró una de las razones del por qué regresé. Por eso es por lo que me desasí de todo aquello y regresé. Amaba demasiado a esa persona para permitir que sufriera lo que iba a sufrir. Ya había tenido suficiente, y yo también.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí. Con uno puedo predecir el resultado de ciertos eventos. El otro es demasiado difícil de explicar (tiene que ver con el peligro, el mal, difícil de escribir pero fácil de decir).

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí. Cómo es la vida, cuál es el significado de la vida y la muerte. Cosa para la que, de nuevo, me cuesta encontrar las palabras adecuadas.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Mis relaciones con aquellos a los que realmente amo y con los que voy a estar siempre son más fuertes. Mi vida cotidiana es una lucha por culpa de la salud. Sé que estoy aquí con las horas contadas. Mi vida pronto llegará a su fin. En cuanto a la religión, creo en Dios y creo que se va a tener que responder por todo lo que se haga, así que hazlo lo mejor posible. Pero nadie es perfecto.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí. Sí y no. Tengo más comprensión que antes. Siento más las cosas.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. Algunos están interesados y creen, otros piensan que estoy loca.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Quería respuestas. Tristeza.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo peor: la culpabilidad. Lo mejor: la paz.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Simplemente, sé bueno para con tu “prójimo” porque tendrás que responder por todo y Él lo sabe todo. Puede que suene a predicación, pero mi vida pasando ante mis ojos y teniendo que responder por ella es algo que nunca olvidaré.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí. Pero, de nuevo, es difícil explicarlo por escrito y es más fácil hacerlo hablando. De todos modos, eso es lo que pienso.