ECM de Mark H
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Descripción de la experiencia:

A mediados de mayo del año 2004 la vida como la conocía entró en una veloz espiral descendente. Me encontraba frustrado porque aproximadamente desde hacía un mes había comenzado a sentir que no podía pensar correctamente y me perdía cuando iba a lugares que me eran bien familiares.

El médico de cabecera me mandó exámenes y a ver a una cantidad de especialistas. Todos vieron algo pero ninguno algo definitivo. Un cirujano cardiovascular me recomendó que viera a un cardiólogo. El cardiólogo dijo que necesitábamos echar un vistazo dentro y que mis síntomas sugerían un pequeño problema cardíaco y que debía ver a un neurólogo.

“Tome este nitro cuando experimente dolor hasta que podamos programar un estudio para ver ese corazón por dentro”.

¡Muy bien! Ví al neurólogo aquella semana, sentí los dolores en el pecho un par de veces, tomé las cositas de nitro. (N. del T: se refiere a pastillas conteniendo nitroglicerina).

¡El neurólogo dijo que se veía bien! “Vaya a ver a su endocrinólogo para poner esa tiroides bajo control y en seis meses se sentirá perfectamente pero ordenaré un EEG (electroencefalograma) y un Scan (escaneo) sólo para estar seguros”.

No excluiríamos el factor seguridad y ellos podrían echar un buen vistazo dentro del corazón.

27 de mayo cerca de mediodía. Mi mundo se desplomó. La sensación en mi cabeza era indescriptible. Era como si alguien hubiera cortado mi garganta y toda la sangre hubiese salido ¡sólo que no había sangre! Cuando mi habilidad para ver y pensar retornó, también lo hizo el dolor en mi espalda y pecho hasta mi omóplato. ¡De acuerdo, me estoy muriendo! Tuve suficiente cordura como para salir, sentarme y llamar al 911.

“¡Ayuda por favor ayuda estoy sufriendo un ataque cardíaco”!.

Llegaron cinco minutos después, me conectaron a los monitores y cosas por el estilo. -“No, lo llevaremos al hospital. ¡Sin embargo no parece ser un ataque cardíaco!”

En el hospital me ubicaron en un sillón de ruedas en la sala de espera. “Aquí, llene estos formularios y le llamaremos”.

Una enfermera entró al cuarto y dijo: “Hansley, Mark! ¡Déjeme ver los formularios!” “¡Bueno, lo haría si pudiera!” Me cuesta mucho moverme. “Sonría para mí” dijo la enfermera. Obedecí. “Levante las cejas para mí, apriete mis manos con las suyas”.

Con la ayuda de la enfermera y de mi esposa fui conducido al cuarto triage. (N.del T: no se encontró equivalente en español para la palabra “triage”). Me miraban con extrañeza. Le pregunté a mi esposa qué ocurría conmigo. ¡Las dos respondieron!

¡No, no quiero escuchar esto! ¡Tuvo un ataque en su lado izquierdo! El dolor que mi corazón me provocaba no era nada en comparación con mis sentimientos. Empezaron a brotar lágrimas de mis ojos, ¡Dios mío! ¿Qué me está sucediendo?

Me admitieron en el CCU (Unidad de Cuidados Intensivos) y me monitoreaban, me dieron drogas para licuar la sangre y medicinas para el corazón, algo para el dolor del pecho.

De acuerdo. Bueno, es medianoche y lograron parar el dolor, no estoy muerto, sólo débil en el lado izquierdo.

Habían llamado a un neurólogo, confirmado el diagnóstico y ordenado exámenes. Dijo que había llamado al cardiólogo porque no le gustaba el ritmo cardíaco.

El cardiólogo se presentó la mañana siguiente.-“ Bueno, tuvo un ataque, va a estar bien”.

Vamos a hacer un angiograma el día primero sólo para cumplir con eso. Después de las vacaciones.

El 1ro de junio me sentía mejor y estaba comiendo bien, no sentía miedo por el angiograma.

En la mañana vinieron y me prepararon para el procedimiento. Me llevaron al laboratorio escaleras abajo. Comenzó el procedimiento. Mi esposa me vería luego en la sala de recuperación.

¡Nada más extraordinario! Un dolorcillo durante el procedimiento y luego durante la recuperación. Mi esposa estaba allí y todo iba bien.

El médico que me practicó el angiograma vino y me dijo: - “Hay un problema en la arteria coronaria derecha. Lo vamos a solucionar mañana. Lo trasladaremos al hospital central en la mañana sólo por razones de seguridad. ¡Estará muy bien!

¡De acuerdo! ¡De acuerdo! Ahora estoy un poco asustado pero bien. Hice hacer los documentos antes del ataque cuando supe que el procedimiento era algo riesgoso. Por lo tanto mandé hacer un poder para mi esposa por las dudas. (N.del T: se refiere a un documento afectado de valor legal que otorga derechos a la esposa para disponer de bienes en caso de defunción).

Dije mis plegarias aquella noche para que Jesús estuviese allí y los guiara, los aconsejara. Había estado con el pastor de la iglesia a la que acudía y también le había pedido que orara por mí.

¡Estaba listo! Todo iba a salir bien!

Mi esposa entró y ¡ví al doctor que esta vez lucía impecable!

Mi esposa sostuvo mi mano y el doctor dijo:-“Haremos todo lo mejor posible, lo veo después de que se recupere. Mi esposa y yo nos dijimos lo que pensé sería mi último adiós ¡a alguien a quien amaba tanto!

Conforme me transportaban en una camilla por el pasillo rumbo al ascensor, el anestesista me miró y dijo: -“Estará dormido antes de que lleguemos allí”. Eso fue lo último que escuché hasta que desperté en un ventilador con una miríada de tubos y cables.

Mi esposa estaba allí, sostenía mi mano y hablaba en tonos bajos. “Vas a estar bien, querido está bien”.

Había toda clase de gente, enfermeras, doctores, técnicos chequeando, secando, inyectando.

¡Sabía que algo serio había sucedido! Caía sangre y mi pecho se sentía como si hubiera saltado de un décimo piso de un edificio y hubiera aterrizado sobre mi pecho.

En los últimos siete días había sufrido un ataque, se me había practicado un angiograma, una angioplastía que había salido mal, una cirugía a corazón abierto.

Había perdido mucha sangre según me enteré más tarde. Supe que la arteria había estallado. La única cosa que evitó que me desangrara hasta morir fue la sabia decisión de dejar el catéter inflado en su lugar.

Supe que la leve a moderada enfermedad pulmonar obstructiva crónica que sabía que tenía era más que moderada y que el haber permanecido en la máquina para el corazón y los pulmones por mucho tiempo había causado más daño.

(N. del T: la máquina a la que hace referencia puede ser un respirador).

¡Fantástico! Todo eso y ahora siento dolor, apenas puedo respirar, estoy mareado y mi presión sanguínea descendiendo. ¿Qué más podría salir mal? ¡Recuerda ser cauteloso con lo que pides en oración!

Las cosas iban mejorando mientras me recuperaba de la última acometida a mi cuerpo. Podía caminar un poquito, sentarme en una silla cerca de la cama durante una hora más o menos.

Había comenzado a comer nuevamente y rezaba constantemente: Gracias Señor por permitirme permanecer para que haga lo que fuere que desees que haga para ti a pesar de que todavía no sé qué es exactamente lo que deseas de mí. De todas formas gracias por la lección que aprendí.

Ahora es 5 de junio y el cirujano y los otros doctores ¡están conversando acerca de enviarme a casa en uno o dos días! ¡Ah! ¡Va bien! Todavía me cuesta levantarme y moverme, ¡estoy tan débil! Me tomó más de dos horas higienizarme sentado en una silla próxima a la pileta. ¡Pero estaba mejorando!

Quitaron los tubos del pecho debido a que ya no sangraba internamente y ¡posiblemente podría tomar una ducha ese día!

El doctor arribó a media mañana y dijo:- “Estamos pensando en darle el alta esta tarde pero puede que lo retengamos un día más o quizás un poco más porque su tensión sanguínea sigue bajando”. Vamos a chequear sus medicinas y hacer ajustes. Sólo un día más.

Yo todavía estaba dando gracias en mis oraciones y me sentí muy contento cuando mi familia vino a verme. Era como haber nacido de nuevo.

El 6 de junio estaba listo para descansar en casa y avocarme a lo que Dios quería que hiciera.

¡Estaba seguro de que lo encontraría! Y haría lo que El quería.

Desperté temprano el día siete. Me sentía un poco inquieto alrededor de las 6:00. El cuerpo de enfermeras cambiaba a las 7:00.

No voy a ver una enfermera ni nada hasta después de las 7:30. ¡En realidad estaba esperando que viniera la comida del hospital! ¡Tenía hambre! ¿Qué habrá para el desayuno? No podía recordar qué había ordenado, no importaba, ¡sólo quería comer!

Poco después de las 7:00 estaba sentado sobre un lado de la cama mirando televisión, acababa de ir al baño. Todavía sentado esperando la comida, empecé a sentir pesadez en mis mandíbulas. Me quitaba una y otra vez los anteojos para masajear mi mandíbula.

Pensé: -“Hombre esto puede transformarse en un dolor de cabeza o algo. Nada, algo de comida no ayudará. Escuché el sonido de las bandejas de la comida que eran sacadas del ascensor y me puse expectante anticipándome. Eran las 7:30 más o menos, pensaba en la comida y en ir a casa. Hasta había planeado llamar a mi esposa para que me buscara esa tarde.

En menos de un minuto embarcaría en el más asombroso viaje que alguna vez hubiera hecho. Tuve una sensación repentina de muerte, ¡como si no fluyera sangre! ¡No sentía dolor! En segundos, todo lo que pude pronunciar fue: -“ ayúdenme! ¡Por favor ayúdenme! ¡Dios! ¡ayuda!

Ahora ya no estaba en un hospital sino en una calle. No en una calle dorada, sólo en una hermosa calle. ¡Era yo! Vi a un yo joven, de unos diez años aproximadamente con una larga rama de sauce cargando sobre mi hombro y un pañuelo rojo prendido a la punta como un vagabundo. Había personas que había conocido en mi vida y muchas otras que no en aquella calle. Nos sonreíamos cuando pasábamos y mi mente experimentaba un asombro reverencial por lo que veía. ¡La calle más hermosa que hubiera visto! Detalles indescriptibles. Repentinamente pensé en una montaña que había visto cuando niño. Cuando levanté la vista de la calle ¡allí estaba la montaña!

No sólo una montaña, ¡la montaña más increíble que hubiera visto jamás! Detalles como los que nadie puede imaginar. Colores, matices, sombreados para los que no hay palabras en la lengua humana para describirlos.

Todo lo que vi y sentí fue como si algo hubiese estado llenando mi mente con respuestas antes de que tan siquiera pudiera formular la pregunta. La presencia de Dios estaba en todas partes. Era algo como la promesa de ser saciado y desbordado. Lo que tu alma deseaba ver, se cumplía en ese mismo momento. Todo lo que tu alma necesitaba encontraba antes de poder pedirlo. No hay distancia aquí, por ello el tiempo no existe. ¡Lo que tu alma desea se cumple!

¡Todo lo que deseas saber lo sabes! ¡Estás lleno del espíritu y lo sabes!

Nunca había experimentado un sentimiento de satisfacción como éste en mi vida.

¡Había llegado hasta mi Señor en el lugar más perfecto y había sido aceptado por mi Dios en Su Casa!

¡Qué maravilloso es eso!

Sentí como si hubiera llegado a casa. De la perfección a nacer en pecado, vivir en imperfección, nunca entendiendo cabalmente el prodigio de Dios y luego encontrarte en su puerta dándote la bienvenida.

Luego una voz aparentemente procedente de ningún lado y al mismo tiempo de todos lados dijo: -¡“Mark, debes regresar! ¡Regresa!”. (Mark): “¡No! ¡No! No puedo regresar!”

Nuevamente la voz dijo:-“Debes regresar, te he dado tarea, no la has terminado”.

(Mark): “¡No, no, por favor Dios no! Déjame quedarme.” A la velocidad del rayo, estaba desnudo moviéndome hacia atrás en la oscuridad más impenetrable. Había descargas luminosas como relámpagos a mi alrededor, desde mis pies hasta la punta de mi cabeza.

¡Enormes descargas de luz Yendo en todas direcciones dentro de esa oscuridad! A pesar de la brillantez de las descargas la luz que emanaba de ellas no penetraba la horrenda oscuridad.

Repentinamente mis ojos se abrieron, mi brazo derecho se agitaba sin control. ¡Estaba vociferando! “¡No por favor, dejen de hacer esto! Paren, déjenme ir!”

Eché un vistazo arriba y vi lo que parecía un estadio lleno de gente, todos mirándome y alentando a los que me rodeaban ¡para salvarme!

El ruido era increíble, todos hablaban, gritaban números y daban directivas a otros. Luego, a mi izquierda, alguien tomó mi mano y la sostuvo. Levanté la vista y vi a una mujer joven. Me miraba a los ojos sólo que más allá de ellos, hasta mi propia alma. El ruido bajó en intensidad de modo que todo lo que podía escuchar era el sonido de su voz. Sus ojos nunca se apartaron de la profundidad de mi alma. Era la voz de un ángel cuando decía:-“No es tu elección ahora, es la de El”.

Dejé de luchar, no más agitar los brazos, no más declaraciones de mi boca. Sentí a la distancia a una enfermera decir “despejen”, el beep de una máquina y un fuerte zumbido.

La última cosa que recuerdo hasta pasadas quince horas.

¿Por qué mi Dios me había hecho regresar? ¿Había enviado El a esta joven para asistirme para que hiciera Su voluntad? ¿Estaba ella allí para ayudarme a volver a este mundo? ¡Eso creo! El mantuvo su promesa, ahora yo debo mantener la mía.

Cuando desperté de este increíble viaje, el respirador había sido quitado, percibí que la naturaleza espiritual de mi cuerpo había cambiado. Conforme abría los ojos por primera vez, ya que este viaje había comenzado quince horas antes, se hizo evidente que estos ojos ya no estaban viendo con la mente sino que era como si mi alma hubiera estado asomándose al mundo. ¡Todo tenía significado! Más profundo de lo que nunca antes me había molestado en ver. Todas las cosas tenían importancia, las palabras que decía, el modo en que gesticulaba, mis reacciones faciales. Cuando sonreía, lo hacía de corazón. Cuando lloraba, las lágrimas eran del corazón, lágrimas de gratitud.

Débil como estaba, era difícil respirar. Cada inhalación me significaba un esfuerzo y el dolor en todo mi cuerpo era insoportable. Con todo, mi corazón estaba muy agradecido por la experiencia. Sólo vivir para el propósito de Dios le daba significado a cada dolor, cada bocanada de aire. Era como si Dios hubiese llenado mis pulmones con su propio aire cada vez que necesitaba aire. Cada palabra que decía la sentía como si hubiera sido escrita por Dios y yo hubiese estado leyendo el texto. Mis pensamientos no eran ya míos, no pensaba en mí sino que quien entraba en contacto conmigo se transformaba en el centro de mi ser. Todos los demás se tornaron importantes y lo que les decía.

Hablé con los dos enfermeros que cuidaban de mí esa noche y les conté mi experiencia. Les expliqué acerca de la mujer que creía era una enfermera. “No supe su nombre pero puedo describirla”, les dije.

Les conté que apareció a mi izquierda y que quería agradecerle personalmente por haberme ayudado. Uno de ellos dijo:-“según su descripción, parece tratarse de Debbie” Y ella estaba de guardia aquella mañana. “Cuando la vea le preguntaré”.

Dos días después, media mañana en ICCU (unidad de cuidados cardíacos intensivos) hubo un llamado a mi puerta. “Entre” dije. La puerta se abrió lentamente, una joven mujer entró en la habitación. Dije:- “Eres Debbie ¿no es así?” “Sí” respondió mientras se dirigía nuevamente a mi izquierda. Mientras sostenía mis manos entre las suyas, dijo:-”¡Estoy tan felíz de verle recuperándose luego de lo que tuvo que pasar!”

Una vez más la miré a los ojos, otra vez ella estaba viendo lo profundo de mi alma. Dije” ¡Gracias! ¡Gracias! Hizo posible que regresara a esta vida”.

“No quería regresar ¿lo sabía? Dios la puso allí en aquél preciso momento.

Dios envió un ángel,usted, para ayudarme a regresar a este mundo”.

Podía ver el espíritu del Señor dentro de ella. Me trajo a la memoria un verso de la Biblia que se repetía una y otra vez en mi mente“Nunca te dejaré solo, enviaré un ángel para que prepare un lugar para ti con antelación” y el verso preferido de mi propio padre:”Me voy ahora a preparar un lugar para ti ya que hay mucho lugar en la mansión de mi Padre”.

Ahora todo eso tenía perfecto sentido para mí. ¡Estaba en la casa de Dios! Pero mi lugar no estaba aún listo para mí, por ello, mi Padre me mandó a hacer una diligencia mientras terminaba de aprestarlo.

¿Existen los ángeles? ¡No estaba del todo seguro! Ahora no sólo sé que existen, están constantemente en nuestra presencia. Cada vez que veo esa mirada, el alma asomándose expuesta en sus ojos para que todos la veamos. Todo lo que puedo hacer es arrodillarme frente a ellos y darles las gracias. Muchas gracias Señor por tu presencia en el alma de este ser.

Es 10 de junio, estoy levantándome y moviéndome y debo ser monitoreado todo el tiempo. Los médicos están considerando colocarme un desfibrilador en el pecho para evitar que ocurra muerte cardiaca repentina otra vez.

El 14, la noche antes de colocar el dispositivo, el médico me explicó los riesgos que corría. Para probarlo iban a tener que parar mi corazón dos veces y permitir que el dispositivo me diera un shock (choque) para estar seguros que estaba funcionando.

Me lavé y afeité en la pileta. Mientras lo hacía, oraba por todos los que estarían involucrados en la cirugía al día siguiente. De repente miré en el espejo que tenía frente a mí, volví a mirar más de cerca. ¿Quién está ahí? ¿Quién está ahora dentro de mí? Los ojos que me devolvían la mirada desde allí no eran los del Mark que conocía. Les pregunté en voz alta: ¿Quiénes son? Una gentil voz respondió: “¡Necesitas amar más! Necesitas aceptar más amor, perdonar más. Ten en cuenta lo privilegiado que fuiste al poder ver un mundo que no muchos recordarían. Lo más importante: ¡la respuesta es el amor!

No lo creía, lágrimas brotaban de mis ojos y proseguí en alabanza repetidas veces. ¡Gracias por el nuevo yo! ¡Oh gracias! Ahora mis ojos están abiertos, me refiero al significado de la letra de la canción de la iglesia: “Abre los ojos de mi corazón Señor, quiero verte”. Entender eso me partió como una granada de metralla. Ahora veo con los ojos de mi corazón no sólo con los de mi cabeza. He visto al Señor, me di cuenta que lo había visto muchas veces en mi juventud. Me había mostrado tantas cosas en la tierra que son como en el cielo. Sin embargo sólo vi lo que los ojos de mi cabeza podían ver.

Ahora entiendo que la Biblia dice eso en el comienzo. El cielo y la tierra fueron creados perfectos, el hombre fue plantado en el lugar perfecto en la tierra para tener todo cuanto era perfecto. Nuestros ancestros desobedecieron y la tierra se tornó imperfecta. Cuando nos vamos de esta vida de imperfecciones a la próxima, Dios siempre nos pregunta por toda nuestra vida: ¿Estás listo? ¡Tus ancestros tuvieron perfección! pero no estaban listos para ella en ese entonces, por tanto te pregunto ahora: ¿Estás listo? ¡Debía morir para entender ese concepto! Dios me había estado preguntando y había tratado de mostrarme el camino pero yo elegí el camino humano. Mi camino era el mejor.

La muerte de mi cuerpo fue tan pacífica, tan maravillosa. Lo que puedo asegurarles es que el viaje de regreso fue todo menos fácil. Me asustaba mucho que la oscuridad en la que había sido arrastrado y el dolor que me acompañaba se debieran a mi rechazo de la perfecta vida eterna, que me dirigiera derecho a mi lugar en el infierno.

¡Por favor aprended ahora! Entended la gracia de Dios antes de morir.

Algunos sólo aprenden del modo difícil, algunos sólo entienden cuando hay amenaza de un corte en la relación.

Abrid los ojos de vuestros corazones, dejad que esos ojos contemplen la gracia y el poder del YO SOY.

¡Creed que EL ES! Creed que ha preparado un lugar para vosotros donde no hay dolor, sufrimiento, las restricciones de la humana condición. No hay distancia, tal como vuestra alma lo desee, así es. Lo que fuere que el alma desea ver, es visto. Visto de maneras que no podemos imaginar, entendiendo que todo acontece instantáneamente.

¡La sensación es que vuestro Dios está en todo para siempre! EL vive con vosotros en su perfección para siempre.

Como dije antes, tuve que morir para entender la clase de amigo que tenía, cuán importantes eran su amistad y su amor. ¡Su consejo es correcto! Sólo tenemos que preguntar y luego desear escuchar.

Algunas veces Dios grita. La mayor parte del tiempo susurra. ¿Por qué sólo escuchamos cuando grita?

Han pasado cinco meses desde que dejé el hospital aquél 17 de Junio. Me han sucedido muchas cosas desde entonces. He estado con mi hija y mis nietos, con otros miembros de la familia que hacía largo tiempo que no veía. Pude encontrarme con todos ellos, verlos, pasar momentos jubilosos.

Mi familia y yo soportamos tres huracanes y el daño que causaron. Vivimos sin comodidades durante unas cuantas semanas. Tuvimos nuestras luchas pero lo importante es que nos teníamos el uno al otro.

En esta fecha no se si podré continuar este escrito. ¡Tengo tanto para decir! Pero lo dejo ahora y permito que se haga la voluntad de Dios.

He pasado por dolor, placer, insultos y heridas. Aún así ¡ese es justo el punto! Dios me ha enviado todo eso por sus razones, no las mías. Si me concediese más tiempo en esta tierra me empeñaré en continuar su trabajo y lo alabaré.

Jueves 17 de noviembre, 2.004 - Su devoto servidor

Mark.

Bueno, la prueba salió bien. ¡Todavía estoy vivo! Aún tengo problemas en mi vida.

Fui hospitalizado en Navidad debido a que padecía una infección peligrosa. Mis pensamientos se circunscriben al día a día. Aún habiendo sido dado de alta del hospital ¿quiero vivir? Mi sistema de creencias me dice que ¡no puedes tomar tu propia vida! ¡Mi cuerpo sigue diciéndome que termine con ella! Esta vida llena de preocupaciones todo el tiempo. ¿Cómo haré para pagar a estas personas todo el dinero que les debo?

Me siento como moco de perro la mayor parte del tiempo. No puedo respirar, siento dolor casi siempre. ¿Por qué Dios me está castigando más? ¡Buena pregunta! ¿Es El quien está castigándome o está permitiendo que yo lo haga como lo he hecho casi toda mi vida?

¡Todavía me resulta difícil aprender las lecciones que tanto trató de enseñarme todos estos años! Sin embargo soy un hueso duro de roer.

He comprendido que el dolor es el dolor humano que nos aflige corporalmente para que apreciemos el futuro que nos aguarda en SU perfección.

Mi depresión es mi miedo a la vida. Mi ansiedad se debe a anticiparme a lo desconocido.

Para mi gran sorpresa, durante los últimos nueve meses los pensamientos aparecen en relación a una situación dada. ¡Estas perlas salen de mi boca! Las sabía porque Dios me las había enseñado años atrás pero yo no estaba escuchando, eso es todo.

Por ejemplo, que nadie está aquí para ser usado como material descartable y botado a la basura, que nos debemos unos a otros (N. del T: algunas palabras de este último párrafo fueron reemplazadas por otras según el criterio que usó el traductor conservándose el sentido).

En verdad nos necesitamos unos a otros a veces pero debemos ser sabios para saber cuándo dejar en paz a alguien que desea estar con su otro amigo, Dios. No tenemos el derecho de quitarle su relación con Dios.

Hay que reconocer que a la gente buena le pasan cosas malas y que a la gente mala le pasan cosas buenas pero no somos jueces. Si queremos algo, tenemos que ir por ello. Demos todo cuanto podamos y dejemos que la vida sea una sorpresa en vez de nosotros intentar sorprenderla.

Cuando miro hacia atrás mi niñez, ¡era una constante sorpresa! Todos los días vivía alguna gran aventura. Mis amigos me sorprendían y me deleitaban día a día. Mis recuerdos de ellos brillan como faros en la oscuridad de mi adultez. Mis ojos se llenan de lágrimas de alegría cada vez que traigo uno de aquellos verdaderamente maravillosos días. ¡Era equivalente a sacarse la grande en la lotería todos los días!

Puedo ver las caras sucias de mis amigos una vez habían terminado nuestras fantásticas aventuras. Aprecio la belleza exquisita de las cosas de todos los días que veía y el compartir mis pensamientos más íntimos con estos amigos maravillosos.

¿Por qué he permitido que se evaporaran de mi vida actual estas sorpresas mundanas que me proporcionaban tanto júbilo?

Cuando era un niño tenía un amigo especial que nadie salvo yo podía ver. Con frecuencia mi familia se reía de mí debido a este amigo de mentirillas. Lo llamé Matty. Siempre estaba ahí cuando estaba solo, me sentía asustado o necesitaba guía.

¡Cuando estaba enfermo Matty estaba ahí! ¡Cuando estaba solo Matty estaba ahí! Cuando las cosas andaban mal y me encontraba en problemas, ¡Matty estaba ahí!

He encontrado que Matty era otro nombre para Dios. Tenía una relación tan personal con él, tan real, le podía contar mis íntimos secretos. Me conocía profundamente.

Matty me dijo por lo que tendría que pasar en años posteriores. He olvidado la mayor parte de lo que me dijo y se perdió en la oscuridad de mi edad.

Durante mi experiencia en el 2004 salieron a la luz vislumbres de estas conversaciones. Mi amigo Matty me había preparado para lo que iba a venir. Gracias Matty, ha sido mi placer aprender sobre Ti otra vez.

Todo lo que Dios quiere que Matty. Vishnu, Jehova, Yahway, cualquiera sea su nombre, es tener una relación íntima, honesta, CONTIGO.

Deja que el niño que hay en ti crezca hasta transformarse en adulto con el mismo misterio, sorpresa, vida generosa que tenías como niño.

No necesitas ser pisado para ser amado ni pisar a otros para amarlos.

El que no aceptes malos comportamientos en los que amas no excluye que los ames.

Dios nos ama a pesar de nuestras fallas, no está de acuerdo con ellas.

Todo lo que uno puede decir en este punto es: ¿Estás listo? No conocemos el día ni la hora pero todo lo que puedo decirte es que no tienes nada que temer. El final de esta vida es el comienzo de otra.

¡Prepárate en esta como si cada día fuese el último! Ahora entiendo el dolor. ¡No significa que tiene que gustarme! Lo malo que me sucede o que les sucede a los que amo, lo entiendo desde la veneración ¡no significa que me guste!

Amaba mucho a mi madre y a mi padre .Eran lo mejor que Dios pudo haberme dado.

Teníamos muy poco mientras crecía, los vi sufrir toda clase de penas. Algunas la causaba yo, otras eran propias de la vida.

Cuando murieron estaba tan herido, había perdido dos maravillosos padres, los mejores amigos. Sin embargo, Dios recibió dos de las más hermosas almas en el cielo o en la tierra.

No somos el guardián de nuestro hermano, somos su maestro.

Por ello, ve fuera y enseña, no escondas lo que aprendiste en la vida. Es lo único que realmente posees para dar a los demás. Si lo guardas pensando que serás necesitado por todos porque eres el único que sabe ¿adivina qué? Lo que vales desaparece en el momento mismo en que atraviesas la puerta. Y nadie recuerda lo que sabes una vez que abandonaste esta tierra. ¡Lo único que tienes para darle a este mundo es lo que sabes! Cuando lo escondes dentro, se va contigo.

Me he descubierto hablándoles a extraños que encuentro. ¡Me sorprende! Les hago recomendaciones sobre el modo en que hablan a sus niños, el modo en que hablan a sus seres queridos. Ofrezco bendiciones para ellos porque veo que sus ojos revelan que las necesitan.

El dolor, el sentirme indispuesto, mejoran mucho cuando puedo ayudar a otros. Mi deseo de trabajar y de hacer lo que mejor sé hacer es tan fuerte a veces que hace que me sienta desvalido. Sin embargo, si bien no puedo hacerlo físicamente, mi sentido espiritual se ha fortalecido tanto que pareciera que cuanto más fuerte es el dolor, más fuerte es el espíritu. ¡Si!
¡Hace que sienta deseos de gritar! Oíd esto: se pone mejor ¡lo que está por venir va a ser mejor que lo que es ahora!

Cada día, sin importar la situación, aprendes una lección. Puede que la lección no te guste pero es una que necesitas aprender.

Cuando escribí esto usé varias descripciones para explicar lo que sentí y lo que vi. Bueno, no había ninguna luz brillante o algo así, la luz es una sensación, se siente que todo está iluminado. Mencioné la terrible oscuridad del viaje de regreso a esta vida terrenal. ¡Daba miedo! He estado en la oscuridad antes pero esto era oscuridad. No había ninguna luz en absoluto, ni sombras, la luz proveniente de las descargas luminosas podían escapar a esta oscuridad.

Este es un lugar donde definitivamente uno no quiere permanecer. Vivo, muerto, en un estado intermedio entre ambos, el infierno, el purgatorio, lo que fuere, ¡no era lugar para estar!

Puede compararse a todo el miedo del mundo en un solo lugar al mismo tiempo ¡y tú estás allí! Pero el lugar en el que te encuentras al final es algo de lo que están hechos los sueños. Por lejos, es todo cuanto desearas y más.
He tenido tantos momentos donde las cosas han ido mal, algunas veces nada iba bien. ¡Muerto hubiese estado mejor por lejos!
Por alguna razón en esos momentos te encuentras mirando todo lo que salió bien. Casi puedes escuchar a Dios diciendo:“ No te des por vencido todavía”.Las lecciones se hacen más difíciles pero el premio se hace mayor. ¡Suena bien!

EL, ¿quién es más grande que El? ¿Quién lo es en el mundo?

¿Por qué pensamos que somos los únicos en el mundo? ¡No podemos ser tan burros!* ¡Nunca estamos solos! ¡Nunca lo estuvimos y nunca lo estaremos! Cuando llegue el crepúsculo de mi vida en esta tierra, empezará el amanecer de la eternidad.
Mi mayor esperanza es que este trabajo ilumine los corazones de quienes lo lean, que ayude a que su esperanza crezca, a que su carga se haga más ligera.

En lo que a mí respecta, espero que haciendo esto esté completando el trabajo por el que EL me envió de regreso.
Que mis palabras sean SUS pensamientos audibles en la tierra.

“Señor hazme fuerte para hacer de mí lo que quieras. Te alabo por mis dolores, no te maldigo. En los momentos de debilidad, sé mi fortaleza. Permite que mis días estén colmados de TI y menos de mí. Se que me darás descanso y paz cuando tu voluntad haya sido cumplida en mí.

Para aquellos que hayan perdido a alguien amado, un padre, una madre, hermano o esposo, quienquiera sea esa persona o el papel que haya desempeñado en sus vidas, está bien pasar un tiempo en la aflicción pero una vez que hayan superado el extrañarlos en la tierra, ya no estarán sintiendo pena por ellos sino por vosotros mismos.

No se apenen por ellos por cuanto están experimentando la vida como se concibió para ser experimentada.

Amadlos, rendid honores a su memoria. Recordadlos por lo bueno dentro de ellos y sabed que están esperando vuestro retorno al hogar. Una vez más serán parte de vuestras vidas. Sólo ellos les darán entrada a una vida que encontrarán difícil de creer. La belleza de la tierra está aumentada allá mil veces.
El dolor y la aflicción son desconocidos.

Si mis días tocaran a su fin, que mis palabras permanezcan como un mapa hacia SU hogar.
Tu devoto hijo

Mark H.

¿Fue la experiencia difícil de expresar en palabras?

Sí, lo que vi y lo que sentí; parecía no haber palabras para describir la belleza, la sensación de grandiosidad. Las preguntas eran respondidas antes de ser formuladas, la sensación de que no había distancia ni tiempo. Todo lo que el alma deseara aparecía de inmediato. Todo deseo era respondido inmediatamente. El conocimiento era instantáneo.

A la hora de esta experiencia, ¿hubo algún evento asociado con una amenaza a la vida?

Si. Recuperación de una cirugía a corazón abierto, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, *VTAC. Muerte cardiaca súbita.

¿En qué momento durante la experiencia estuvo usted en el mayor nivel de consciencia o estado de alerta?

Mientras estaba en la próxima vida antes de que se me dijera que regresara a mi vida terrenal cuando me ví a mi mismo de diez años de edad poco más o menos, el período de mi vida donde todo era maravilloso.

¿Cómo su mayor nivel de consciencia y estado de alerta durante la experiencia se compara con su nivel de consciencia y estado de alerta diarios normales?

Más consciencia y alerta que lo normal.

Si su nivel de consciencia más alto y el estado de alerta durante la experiencia fueron diferentes de su diario normal, por favor explique.

Entendí en forma instantánea conceptos que se me escapaban en la vida, estaba consciente de cada detalle a mi alrededor. No tendría palabras para describir los detalles que ví. No quería irme de este lugar.

Difirió su visión de alguna manera de su visión diaria normal (en cualquier aspecto, tal como claridad, campo visual, colores, brillo, profundidad del grado de percepción de lo sólido/transparente de los objetos, etc?)

Sí. La brillantez de los colores, la oscuridad era la más oscura que hubiera vista jamás. Los seres se veían con gran detalle y sabías todo sobre ellos sólo con verlos. No había transparencia en lo que se veía ni en el conocimiento.

¿Difirió su capacidad auditiva de alguna manera diaria normal (en cualquier aspecto tal como claridad, capacidad de reconocer la fuente del sonido, tono, sonoridad, etc?)

Sí. Todo el sonido era increíblemente claro. La voz del Ser Supremo parecía emanar de ninguna parte y al mismo tiempo de todas partes.

¿Experimentó su consciencia una separación del cuerpo? Sí.

¿Se sintió usted separado de su cuerpo físico? Perdí consciencia del cuerpo.

¿Qué emociones sintió durante la experiencia?

Nunca había conocido tal paz en mi vida. Todo era maravilloso, nunca había experimentado esa alegría en mi vida.

¿Pasó hacia o a través de un túnel o encerramiento?

Inseguro. Estaba en la oscuridad. Luego, de repente me ví en una calle bellísima que creí reconocer de mi juventud, sólo que tenía mayor detalle.

¿Vio una luz? Sí. Conforme me aproximaba a la calle había una luz brillante como la del sol.

¿Conoció o vio a algunos otros seres? Sí. Conocía a algunas de las personas que ví, a otros no, pero cuando pasaban a mi lado mostraban una sonrisa muy pacífica en sus rostros. Iban por esa calle en diferentes direcciones, sus auras me hablaban como si me hubiesen estado relatando sus vidas. Entendía cada palabra como si el conocimiento de ellos hubiese sido trasferido a mí a la velocidad de la luz.

¿Experimentó el repaso de eventos del pasado de su vida?

Sí, lo que había visto cuando niño, diría, allí estaba con gran detalle.

Parecía que ganaba conocimiento como una corriente de datos. Cuando regresé a la vida entendí el dolor, el sufrimiento, otros sentimientos que no había tenido antes de la experiencia.

¿Observó u oyó algo relativo a personas o eventos durante su experiencia que pudiera ser verificado posteriormente?

Sí, Cuando regresé a mi existencia pude escuchar a la jefa de enfermeras decir démosle a este hombre * una descarga más, nos quedan aproximadamente treinta segundos. Otros decían ¡No, no creo que podamos hacerlo regresar!

Ella dijo: ” 600 ¡despejar!” Mis ojos se abrieron de golpe y ví a Mi Angel a mi izquierda sosteniendo mi mano y diciendo:-“ Es SU elección ahora, no la suya. Verifiqué esto días después.

*N.del T: se refiere al momento en que la enfermera pide a los involucrados en el procedimiento que se alejen para aprestarse a darle una gran descarga eléctrica al paciente con el objeto de reanimar su corazón.

¿Vio o visitó algún sitio bello o de alguna manera peculiar, niveles o dimensiones?

Sí. Todo era más hermoso que lo que había visto jamás en mi vida natural.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del espacio o el tiempo?

Sí. Debido a que no hay distancia, no hay tiempo. ¡Lo que tu alma piensa, es! Recuerdo habérseme dicho de alguna manera que lo que deseas es como yo soy. ¡Así es!

Como todo está en todas partes al mismo tiempo, nada está separado de tí.

¿Tuvo la sensación de comprender un conocimiento especial, orden universal y/o propósito?

Sí. Todo lo que deseabas saber era contestado antes de que pudieras preguntar. Entendí que todos nosotros como seres tenemos un propósito que debe ser completado antes de partir al próximo mundo. Aprendí que no había nada que temer de la muerte. Ese es el curso natural de las cosas. Aprendí que cruzamos hacia esa dimensión en nuestras vidas quizás miles de veces pero no lo sabemos.

Sí. Todo lo que deseabas saber era contestado antes de que pudieras preguntar. Entendí que todos nosotros como seres tenemos un propósito que debe ser completado antes de partir al próximo mundo. Aprendí que no había nada que temer de la muerte. Ese es el curso natural de las cosas. Aprendí que cruzamos hacia esa dimensión en nuestras vidas quizás miles de veces pero no lo sabemos.

A pesar de que nos dan instrucciones cuando lo hacemos, lo percibimos como una sentimiento, una sensación, no sabemos de dónde viene. El otro mundo está al alcance de tu mano. Esa es la razón por la que no sabemos el modo ni el momento en que moriremos. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos estamos allí, está cercano.

¿Alcanzó un lindero o limitante de una estructura física? No.

¿Estuvo desde entonces con la percepción de eventos futuros?

Sí. Me dí cuenta del valor que tienen las palabras que usamos, amar más, ser amados.

Ser brutalmente honesto con tus sentimientos e igualmente honesto con tu amor. Me ví hablando a pequeños grupos de personas e individuos acerca del vivir y del morir de un modo muy diferente. He comprobado esto en forma fehaciente. Me vi en lugares y en situaciones que luego probaron ser exactamente como las había visto.

¿Tuvo usted a partir de la experiencia algún don psíquico, paranormal u otro que no tenía antes de ella?

Sí, he encontrado que las palabras brotan de mi boca o que le he escrito a la gente justo en el momento y en el lugar indicados.

He cambiado vidas con sólo una palabra dicha en el momento preciso. Sueño cosas que le pasarán a otros, siempre de naturaleza positiva, que pasan, nada que los conmociona pero que los ayuda en sus vidas. Siento las miserias de los demás, es como un cuchillo atravesándome. De repente, me descubro diciéndoles algo que no puedo creer que lo haya dicho. Siempre sus rostros y su mirada me dicen “gracias, ¿cómo sabía que estaba sufriendo?” Puedo calmar el miedo de la gente a la muerte ¡y puedo decir quién lo hace y porqué!

¿Ha compartido esta experiencia con otros?

Sí, ví a una enfermera practicante en agosto aproximadamente tres meses después. Ella tenía toda mi historia clínica y me dijo:“¡Sin duda pasó usted por una experiencia! Supe que estaba herida, por lo tanto, después de que me examinó, compartí con ella lo que vi y sentí.

Me dijo que lo que acababa de decirle era tranquilizador porque había perdido a su padre hacía menos de un año. Me dio las gracias por haber compartido aquello con ella y se fue.

La ví de nuevo dos meses más tarde. Había pasado de ser una persona descolorida, tímida a alguien bien vestida segura de sí misma. ¿no engreída! Lucía una ancha sonrisa en su rostro, tenía una actitud alegre.

Quería ayudarme con mis problemas a toda costa. Lo hizo y cuando me iba del consultorio del doctor, me miró a los ojos pasando dentro de mi alma y dijo

simplemente: “gracias”. Una de las razones por las que creo que fui enviado de regreso. En otras ocasiones he hablado a gente espontáneamente y he encontrado que justo en ese momento necesitaban a alguien que los escuchara.

¿Tenía usted algún conocimiento de experiencias cercanas a la muerte (ECM) anteriormente a su experiencia? No

¿Hubo una o varias partes de la experiencia especialmente significativas o críticas para usted? Por favor explique.

El conocimiento que se me impartió. El modo en que trato a la gente desde que regresé a la vida y los intensos sentimientos que tengo hacia ellos.

El saber que no hay nada que temer de la muerte y el tranquilizar a los demás , que es algo que no deben temer lo más mínimo.

¿Cómo vio la realidad de su experiencia poco tiempo (días o semanas) después de que sucedió (escoja la mejor respuesta):

La experiencia fue definitivamente real. Me miré en un espejo ¡y los ojos que me devolvían la mirada no eran los del viejo yo! Había un nuevo yo mirándome desde allí. Entendí que el dolor y el sufrimiento por el que estaba pasando no era más que la vida en este mundo por un propósito mayor.

Desde entonces he mirado a los ojos de los ángeles, están por todas partes.

Pueden ver

más allá de tus ojos directo a tu alma. Están para ayudarnos a lograr nuestro propósito en la tierra y para ayudarnos a pasar al otro lado una vez que hayamos servido nuestro propósito.

¿Cómo ve actualmente la realidad de su experiencia (escoja la mejor respuesta):

La experiencia fue definitivamente real. Tengo problemas terrenales, a veces sufro, ¡en algunos momentos se tornan tan penosos! Con todo, la experiencia me da la fortaleza que necesito para seguir adelante. Me siento como si no supieras dónde estás ahora en la vida. ¿Cómo sabes dónde vas a ir?

Conozco el sufrimiento de la vida y la paz hacia la que voy ¡pero no puedes hallar esa paz si no conoces la vida!

¿Han cambiado sus relaciones específicamente como resultado de su experiencia?

Sí. La intensidad del amor que siento por aquellos en mi vida es mil veces mayor. Siento gratitud más allá de lo imaginado por aquellos que me ayudan en mi búsqueda terrenal. Las cosas que daba por sentadas son a las que más atención les presto. Son el mayor de los regalos en este mundo:

esposa, hijos, nietos, parientes políticos, amigos. Más importantes que el dinero y las cosas que no te las puedes llevar contigo cuando te vas. El dinero y las cosas no te devuelven amor cuando estás aquí.

¿Han cambiado sus creencias/prácticas religiosas específicamente como resultado de su experiencia?

Sí. Oro por mí y por otros diariamente. Tengo una relación personal con mi Creador, como quieras llamarlo/la. Es igual. Nuestra relación con el universo es tan real como las palabras que estoy escribiendo a máquina ahora.¡Alguien lo creó! ¡A ti ¡ y al resto. He estado demasiado enfermo para asistir a la iglesia por unos meses ahora pero mi sistema de creencias es más fuerte que nunca.

Después de su experiencia ¿ha tenido algunos otros eventos en su vida, medicamentos o substancias que le reprodujeron alguna parte de la experiencia?

Sí. Reviví la experiencia incluyendo todo el dolor que sentí después de regresar a la vida. Cada noche durante dos semanas, nada agradable pero lo entiendo.

¿Hay alguna otra cosa que quisiera añadir acerca de la experiencia?

No estoy arrepentido de haber tenido la experiencia, sin embargo, no quería regresar. Creo que vislumbré lo que me espera por una razón.

Cuando mi hora final llegue y mi tarea esté completa en esta tierra sabré que todo está bien para mí y para el resto del mundo.

Las preguntas formuladas y la información suministrada por usted describieron en forma precisa y comprensiva su experiencia?

Sí. Ayudó.

Por favor denos cualquier sugerencia que pueda tener acerca de cómo mejorar este cuestionario.¿Hay algunas otras preguntas que deberíamos hacer para facilitarle comunicar su experiencia? No