ECM de Maria D
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Descripción de la experiencia:

Perdí el conocimiento a unas pocas manzanas del hospital mientras estaba en la ambulancia, recuperándolo mientras me conducían al interior de la sala de emergencias. Después que estuve en la sala de emergencias, empezaron a trabajar en mí. Más tarde descubrí que tenía el bazo perforado, que fue extirpado en la cirugía, costillas rotas, y muchos feos cortes y hematomas de haber sido arrastrada, y había perdido una gran cantidad de sangre.

Mientras los médico(s) y enfermeras estaban muy ocupados conectándome cosas, haciéndome preguntas, como mi nombre, me sentí a mí misma muy, muy débil y ligera.

Entonces repentinamente no pude oír nada más, solo podía ver las bocas de las enfermeras moviéndose y sabía que habían estado hablando en voz bastante alta entre sí y con el médico, por lo que me di cuenta de que algo cambiaba rápidamente. Seguí abriendo y cerrando mis ojos, pensando que de alguna manera eso me ayudaría a oírles de nuevo. Entonces de repente no estaba más allí, estaba haciendo zoom hacia el centro de un enorme túnel que parecía iluminado desde el interior de las paredes del mismo. Puedo decir que en realidad yo me estaba moviendo porque las paredes del túnel tenían en ellas una especie de efecto espiral. Recuerdo pensar en lo hermoso que era eso y estaba asombrada de cómo podía estar simplemente suspendida en el aire volando tan rápido por el centro de esta enorme cosa. Mientras iba a través de él, empecé a olvidar mi vida y mi familia, y me sentí espantada y alarmada por esto. Esto siempre me ha incomodado hasta el día de hoy. Entonces paré de moverme y parecía estar flotando y tomé consciencia de que otra persona, una entidad, estaba conmigo, que tenía una forma muy poco sólida, sino que era más como una gran forma de energía blanca brillante.

Esta energía me conocía personalmente. Una voz como de hombre, pero sin embargo muy diferente, penetró mi cabeza y me llamó por mi nombre diciendo: “Denise, no es tu tiempo, vas a tener que regresar”. Respondí con el pensamiento solo (esta parecía la única forma de comunicación), que no quería, porque era muy lastimoso. Entonces movió un brazo al frente de sí mismo (parecía más bien como el brillante brazo blanco de una túnica) y miré a donde parecía señalar y vi frente a nosotros un pedestal en lo alto del cual había un enorme libro abierto que parecía muy antiguo. Pensé: “Quiero ir a ver eso”, e inmediatamente se me dijo que no podía. Entonces me dijo: “Es el Libro de las Respuestas”, no puedes mirar en él y regresar. Entonces repentinamente estaba de vuelta moviéndome otra vez por el enorme túnel, y volví a mi cuerpo.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí. Porque tú no puedes experimentar lo que sentí e hice como es “allí”. Lo “sentí” todo con mi espíritu más que con mis procesos de pensamiento regulares.

¿En el momento de la experiencia, había allí algún suceso que pusiera en peligro su vida? Sí. Yo había sido atropellada en un parking dos veces por mi propio coche. Lo había arrancado bajo el capó, como se lo había visto hacer a mi padre cuando el motor no quería arrancar. El coche arrancó pero lo había dejado con la marcha puesta y se puso a recular, por lo que lo perseguí y salté adentro tratando de pisar el pedal del freno. Mi zueco quedó encajado detrás del pedal del freno o del acelerador. Luego fui arrastrada, me caí y me atropelló, como las ruedas estaban giradas y fui gravemente herida cuando me atropelló por primera vez, no pude levantarme a tiempo, y cuando volvió me atropelló por segunda vez. Todo esto ocurrió a solo unas pocas manzanas de un hospital, y justo al lado de un comedor con dos policías comiendo, por lo que cuando oyeron todo el ruido de mi coche chocando con otros coches aparcados, salieron corriendo y llamaron a la ambulancia. Le recé a Dios, cuando vi la rueda del coche venir a mí otra vez, que no me pasara por encima de la cabeza, lo que por supuesto no hizo o yo no podría estar escribiéndote esto hoy.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Muy alerta, tendría que describirlo de esta manera. Me sentía más viva entonces durante esta experiencia que en cualquier otro momento. Me sentía fantástica, todo lo relacionado con mi propio físico parecía funcionar en completa armonía. Vi que tenía un cuerpo mientras iba por el túnel. Por eso era tan increíble, porque no me dolía.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Nada parecido a un sueño. Más cerca del despertar que ninguna otra cosa, pero era como vivir en un estado perfeccionado.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No. Mi cuerpo parecía perfecto, impecable. Sin dolor, ingrávido.

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Tranquilidad como estar rodeado de agua en una piscina, pero dentro y fuera.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No.

¿Reconoció usted lugares familiares o lugares concernientes a enseñanzas religiosas conocidas o bien vio usted lugares poblados de criaturas increíbles o sorprendentes? No. Era un sitio, en relación con el hecho de no estar aquí, y sin embargo existir. La única cosa sólida que vi fue el pedestal y el libro. El túnel era muy real pero parecía casi orgánico. Era de color plata pero parecía ondular.

¿Vio usted una luz? Sí. El “Ser de Luz” solamente al final del túnel.

¿Encontró usted o vio a algún otro ser? Sí. El “Ser de Luz” o Dios.

¿Experimentó usted algo mientras estuvo fuera de su cuerpo o en otro estado alterado de consciencia? No.

¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No. Tengo los documentos del hospital que muestran que me había “muerto” tres veces. Dos veces durante mi operación de emergencia.

¿Observó cómo funcionaban sus 5 sentidos, y en caso afirmativo, en qué se diferenciaban a como lo hacían normalmente? Sí. Tenía vista, no parecía tener “tacto” al menos no toqué nada y no sentí el viento en el túnel ni ninguna temperatura del aire. No intenté tocar “El Ser de Luz” ni él me tocó. Cuando quise ver lo que había escrito en el libro, pensé en ello, y entonces me encontré moviéndome hacia él, pero fui detenida por los pensamientos del ser: no podía leer el libro y regresar.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. No tenía consciencia de paso del tiempo o incluso de su existencia. El uso por parte del ser de la palabra “regresar” parecía indicar sin embargo que el tiempo existía al menos al punto de que yo había ido hacia delante hacia este lugar.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí. Yo sabía que él sabía que yo existía antes de ir allí. Sabía mi nombre, me dijo que no era el “tiempo” y que debía volver. El “Libro de Respuestas” indicaba que existía para ser leído por nosotros en cierto momento. ¡Personalmente me alegra mucho saber que hay uno! He tenido sueños proféticos, incluso siendo niña, sin embargo sobre nada importante, solo sucesos normales. Sin embargo, tras esto, parece que nunca he “desconectado” completamente de este diferente estado de consciencia. Tengo por tanto una existencia amplificada, ¡como un recuerdo!

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Duda. Yo parecía saber que debía permanecer cerca del “Ser de Luz”, que conocía el sitio donde debía ver el libro, lo cual me disponía a hacer. Después del túnel había un espacio infinito, pero sentí que existía una separación entre nosotros y el lugar donde se hallaba el libro.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí. El “Ser de Luz” me dijo: “Denise, no es tu tiempo”. Yo le dije que no quería regresar, porque me lastimaba demasiado.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí. Tengo lo que mi tía refiere como revelaciones. La víspera de la primera explosión de un transbordador espacial, tuve la visión de algo que explotaba en el espacio, y luego de la bandera de Estados Unidos, sentí que de una u otra manera, eso afectaría a todos los estadounidenses. Ignoraba de qué se trataba, tuve miedo de que fuera una bomba o algo así. A la mañana siguiente, el transbordador explotó al ser lanzado. Más tarde, veía a veces grandes titulares de periódicos. Cuando vivía en Escondido, California, no paraba de ver en mi cabeza en caracteres de imprenta las palabras: “Tormentas de fuego”. Las anoté, les hablé de ello a un amigo y a mi hija, pues aquello no paraba de importunarme. Luego, algunas semanas más tarde, sufrimos en la zona terribles tormentas de fuego, los grandes títulos de los periódicos anunciaban: “TORMENTAS DE FUEGO”. Ahora, mi familia y mis amigos están habituados a este tipo de cosas.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí. Fue muy, muy duro saber que me iba a quedar aquí. Recuerdo sentir que si pensaba lo suficientemente fuerte en mi experiencia y me dejaba a mí misma revivirla o sentirla, iba sencillamente a “volver”. Por tanto, debieron pasar muchos años antes de que de nuevo “orientara mi mente hacia la tierra”. Era difícil tomarse en serio muchas cosas, como lo hacían los otros, particularmente los de mi edad. Yo estaba muy contenta de haber vuelto… al menos después de haberme recuperado totalmente, lo cual me llevó un par de años, pero sabía y sé que la cosa más importante en la vida aquí es tratar bien a las personas, ser una buena persona, y mostrar amor por los demás. Eso parece ser, si no la única cosa importante, la más importante con mucho. Ello parece que tiene que ver mucho con nosotros después de salir de aquí. Se trata de lo que nos hace, cuando amamos a los demás, y apreciamos nuestras vidas aquí.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Oh, bueno, voy a la iglesia de vez en cuando. Siempre intento comprender por qué va la gente a ella, por cantidad de razones diferentes de su función real. Fundamentalmente, creo que se la debía utilizar para ayudar al otro a sentirse amado y adquirir una estima común, que unifique la vida y el hecho de vivir. Parece que fuera más frecuentemente un factor de división y que se la utiliza en el sentido contrario.

En lo relativo a las relaciones, me hice novia del agente de servicio que trabajaba en el hospital, descubrí que se había quedado conmigo noche tras noche durante las semanas de mi recuperación allí. Más tarde rompimos, se fue a una misión mormona y nunca he vuelto a verlo. Dijo que mi experiencia le había hecho sentir la necesidad de llevar a cabo eso.

En cuanto a mi carrera, debo decir que he tenido dificultades para tomármela en serio. Al despertar un hermoso día soleado, me sentía obligada a aprovecharme de lo que Dios nos había dado para sentir, ver y apreciar… pero a medida que el tiempo pasaba, que las exigencias y la satisfacción de trabajar retomaron el mando, aprendí a concentrarme mejor y a mantener los “pies en el suelo”. Ahora, después de muchos años, tengo mi propia empresa, estoy casi segura de que la razón principal es la de poder concederme la libertad de salir para ver el vuelo de una mariposa, o de comer un trozo de chocolate en el despacho sin miedo a perder mi trabajo. Es una cosa que realmente debe cambiar, la idea de que las personas no pueden trabajar a menos que estén relativamente en jaulas mentales. Ignoro cuándo comenzó esto, pero es realmente un pecado. Las personas deben vivir y trabajar, no trabajar para vivir. Esta vida sobre la tierra no se ha hecho para vivir tal como lo hacemos ahora. Hemos estructurado la vida fuera del hecho de vivir.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí. Han pasado muchos años desde la experiencia, pero recuerdo haberme dado cuenta de que había cambiado de manera permanente, desaparecida la ignorancia ciega. Con 18 años eso me hizo diferente, a veces me sentía como extranjera. Antes de vivir una experiencia así, se es como los amigos, como todo el mundo. Se conocen pocas cosas con certidumbre. Luego, después de este tipo de experiencia, se sabe sin ninguna duda lo que se dice y hace, la manera en que se viven las cosas. ¡Así desaparece toda la diversión! Solo bromear, pero a los 18 años tenía a veces esta sensación. Esto me volvió precozmente responsable.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. A veces, hablando con otros, dicen algo que saca a relucir la historia. Normalmente, no la historia entera sino partes de ella, eso que necesitaban oír en ese momento por la razón que sea. ¡Me encanta cuando esto sucede, el intercambio mutuo es increíble! Pasó recientemente en la fila de espera de un cajero. Me fijé en el bolso de mano de la señora que iba delante, le dije lo bonito que era, y nos pusimos a hablar. ¡No habían pasado dos minutos cuando ya estábamos hablando de experiencias cercanas a la muerte! Era la primera vez que me ocurría. ¡Las dos nos sentimos obligadas a hablar de ello, también tuvimos la sensación de reconocernos la una a la otra! Era de hecho apasionante y extraño a la vez.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Ha sido más fácil para mí mostrar auténtico amor y mis sentimientos hacia mi familia y mis amigos. De hecho, recuerdo personas que parecían molestas por estas demostraciones de calor y honestidad. ¡Así que me tuve que controlar! Me sentía casi “angélica”, tan cercana a Dios, el sentimiento de la experiencia estaba todavía en mí, yo simplemente lo extendía a otros y eso parecía demasiado intenso.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La peor fue la sensación de perder el recuerdo de mi familia mientras pasaba por el túnel. Eso me puso triste. No querría olvidarles, pero quizás fuera necesario para abandonar esta vida.

La mejor parte es que para el resto de mi existencia aquí sé que Dios existe, quizás no como nosotros Lo representamos a través de las diferentes religiones, Él es de hecho más que eso, de todas las maneras. También me di cuenta de que cada uno de nosotros esta aquí intencionalmente, no accidentalmente, que cada uno juega un papel que modela esta realidad compartida. Cuando rezo, sé que mi oración es escuchada, todas las oraciones lo son. Esta forma de comunicación es la más elevada.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Sí. Otra cosa interesante es que cuando volví a mi cuerpo físico (que era diferente del que se quedó conmigo), ¡sentía que mi piel era demasiado pequeña para mí! Estaba tensa y rígida. En efecto, la sentía. Esa sensación desapareció tras algunos días. No paraba de quejarme a las enfermeras, al cirujano, a mi familia. Eso debió de parecerles extraño.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Por favor, ofrezca cualquier sugestión que tenga para mejorar este cuestionario www.nderf.org: creo que se trata de un buen cuestionario. Me ha ayudado a recordar cantidad de cosas en las que no había pensado desde hacía mucho tiempo, y también a escribirlas, es por eso que no estaba a gusto al principio. Por lo tanto, tras haber hecho que me sintiera mejor al respecto, también soy feliz de poder compartir esto. Cuando viví esta experiencia en 1972, nunca había oído a nadie hablar de experiencias cercanas a la muerte, de túnel con luces, ni de nada por el estilo. La primera vez que leí el relato de una experiencia parecida fue en el “Reader’s Digest” de mis padres. ¡Estaba tan entusiasmada al ver que alguien aparte de mí conocía lo que había sentido y por lo que había pasado! No creo que por aquella época mis padres supieran lo que debían pensar al respecto.