ECM del Rey Hussein de Jordania
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Experiencia Cercana a la Muerte del Rey Hussein de Jordania.

Lo que sigue a continuación es un extracto del libro escrito por la Reina Noor de Jordania en el que se describe una ECM de su marido, el Rey Hussein de Jordania. Título del libro: “Salto de Fe, Reina Noor.” Autora: Reina Noor, Miramax Books, Hyperion, Nueva York, NY, páginas 235-236. [KING HUSSEIN OF JORDAN. Título del libro en inglés: "Leap of Faith, Queen Noor”. Author: Queen Noor, Miramax Books, Hyperion, New York, NY
, pp 235-236.]

Leap of Faith : Memoirs of an Unexpected Life. URL del libro en la librería de Internet Amazon.com:
http://www.amazon.com/exec/obidos/tg/detail/-/0786867175/qid=1101925784/sr=1-1/ref=sr_1_1/102-1756340-6966500?v=glance&s=books

En este libro, su autora, la Reina Noor, cuenta el suceso que aconteció en 1984 a su marido, el Rey Rey Hussein de Jordania, mientras éste caminaba junto a su hermano, el Príncipe Heredero Hassan.


Descripción de la experiencia:

Él también tuvo un episodio de arritmia, una afección con la que había vivido desde los años setenta, lo cual requería que tomase anticoagulantes para diluir su sangre. Mientras que su arritmia no suponía un riesgo para su vida, sus medicamentos sí lo suponían.

Eso casi lo mató en enero de 1984. Yo estaba en Aqaba con huéspedes oficiales esperando a que Hussein se nos uniera desde Amman, cuando recibí una llamada telefónica de urgencia para informarme de que mi marido estaba críticamente enfermo. Inmediatamente volé de regreso a Amman para descubrir que Hussein se había desangrado casi hasta la muerte. Él había estado caminando desde El Diwan hasta Al Nadwa con su hermano, el Príncipe Heredero Hassan, cuando de repente se le produjo una hemorragia nasal. Debido a los anticoagulantes, la hemorragia nasal se convirtió rápidamente en una hemorragia a gran escala. Su médico llegó rápidamente, pero la cara de Hussein ya estaba del color de la tiza. Cuándo perdió el conocimiento, el médico de palacio no podía encontrar su pulso. Mi marido estaba, a efectos prácticos, muerto.

Él estaba estabilizado cuando llegué, habiendo sido reanimado después de recibir varias transfusiones. "No sentía dolor, ni temor, ni preocupaciones," me dijo él a mí más tarde. "Yo era un espíritu libre, flotando por encima de mi propio cuerpo. Era más bien un sentimiento agradable, realmente." Él describió lo que con frecuencia se denomina una experiencia cercana a la muerte: Él vio una "luz brillante," se sentía "relajado," y se dio cuenta de que se estaba "yendo." "Debo volver," se decía repetidamente a sí mismo. "Debo volver." Y con el cuidado médico inmediato que recibió, lo hizo.