ECM de Kim G
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Descripción de la experiencia:

Yo estaba en una clínica de cuidados intensivos recibiendo una perfusión mediante un catéter central insertado intravenosamente. El catéter fue insertado y la enfermera me llevó a radiología a confirmar su emplazamiento. A la vuelta le dije al técnico que estaba mareada y que no me sentía bien. No había nadie en la sala de pacientes cuando empecé a entrar en shock pues era alérgica al catéter que está hecho de látex.

Empecé a marearme mucho y tuve que echarme en la mesa de inspección. Empecé a sentirme débil y empezó a costarme articular las palabras. Podía oírles a todos a mi alrededor intentando diferentes métodos para traerme de vuelta. Me di cuenta de que no estaba en mi cuerpo sino en una zona que parecía estar paralela a la nuestra.

Cuando salté a este universo paralelo era capaz de estar en un sitio y sin embargo observar la conversación del equipo médico probando diferentes maneras de hacerme responder.

Yo estaba en un lugar que tenía una luz ilimitada. No había puntos de referencia destacables. Esta luz era blanca y lo englobaba todo. Mi cuerpo fue absorbido por la luz. Me sentí rodeada de gente. A algunos los conocía y a otros no. Una voz de alguien que no conocía se dirigió a mí. Mientras me hablaba sentí que mi cuerpo había desaparecido y era mi alma la que se hallaba aquí. Sentí la mayor serenidad y gozo jamás sentidos en mi vida. Yo vivía con un constante dolor corporal. Ahora no sentía más mi cuerpo y por lo tanto no sentía dolor.

La voz me preguntó si quería quedarme aquí. Dije que sí pues era el lugar más reconfortante en que jamás había estado. Entonces diferentes voces me dieron la bienvenida a este lugar. Entonces oí a mi difunto padre preguntarme si pensaba que había hecho todo lo que quería hacer allí donde se hallaba mi cuerpo. Recuerdo reflexionar sobre esta cuestión. En este momento me di cuenta de que si decía que sí quedaría atrapada aquí. También tomé consciencia de que este lugar era un pasaje hacia un lugar aún más grande. Todos decían que querían que me quedase.

En este momento oí a mi marido llamar mi nombre. Siguió repitiendo mi nombre y diciendo despiértate Kim. Hice caso omiso de su petición debido al extremo placer de haber llegado a un sitio donde no había ningún dolor. Donde sentía tal gozo y alegría que no quería volver.

Entonces la voz de mi padre dijo que tenía que tomar una decisión. Empecé a buscar en mis pensamientos la razón por la que debía permanecer aquí y la razón por la que debía volver a la tierra. Escuché a mi padre decir que quedaba mucho trabajo que hacer con mi familia. De repente me di cuenta que no quería permanecer aquí. Traté de alejarme de este cálido universo iluminado de blanco donde todo dolor estaba ausente, donde olas de gozo y amor surgían a todo mi alrededor.

Le dije a mi padre que quería volver. En este momento estuve de regreso en la mesa de inspección oyendo a mi marido llamándome para que despertara. Luché por despertar. Entonces me di cuenta de que el otro universo no quería dejarme ir y allí empezó un forcejeo entre ese universo y mi marido llamando. Continué diciendo que quería volver y sintiendo a los otros decir que querían que me quedara. Esta lucha pareció prolongarse durante algún tiempo, sin embargo no tenía sentido del tiempo.

Volví a mi cuerpo con un golpe, como si hubiese sido proyectada en mí misma... Inmediatamente empecé a vomitar cantidades masivas de moco. Más tarde se me dijo que eché de mi cuerpo al menos 2 litros de moco.

Desperté de la letárgica lucha, sintiendo los dolores de mi cuerpo, y comprendiendo inmediatamente la elección que acababa de hacer.

El equipo que me atendía estaba tan entusiasmado de que me hubiera despertado que nadie me hizo preguntas. Me llevaron en ambulancia al hospital que estaba a 20 minutos de la clínica.

Durante el viaje en ambulancia estaba pensando en el lugar iluminado de blanco y de repente volví a él. Sentí otra vez este calor y gozo que todo lo englobaba como nunca en mi vida lo había conocido. Luché para volver y una vez más fui devuelta de un golpe al interior de mi cuerpo justo a tiempo para ver a uno de los del equipo de la ambulancia cernirse sobre mí con dos palas de desfibrilador en la mano. Se estaban preparando para resucitarme chocándome eléctricamente el corazón.

En la sala de urgencias me drogaron porque estaba luchando demasiado en la mesa. Ni siquiera recuerdo haber entrado en la sala de urgencias.

Más tarde le conté a mi marido lo que me había pasado y le pedí que me contara su versión de la historia. Le dije que a veces yo no estaba en mi cuerpo. Él creía que si no hubiese estado llamando mi nombre me habrían perdido.

Me di cuenta de que esto era cierto. Gustosamente me hubiese quedado con la blanca luz sintiendo la cálida energía surgir a través de mi cuerpo, donde ya no hay más dolor, solo amor y alegría.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No, reacción alérgica al látex, shock anafiláctico.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, había allí algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí.

Estaba recibiendo un catéter central insertado periféricamente vía intravenosa para antibióticos de uso ambulatorio. Era un procedimiento normal, el personal de la clínica no sabía lo que me estaba pasando. Mi marido estaba allí y tenía que decirles exactamente lo que tenían que hacer.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? No podía sentir nada. No podía sentir mi cuerpo. Me sentía capaz de tomar decisiones, escuchar preguntas, pensar sobre ellas y responderlas.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, yo no estaba en un sueño. Me parecía estar en un universo paralelo donde podía ver lo que sucedía en la habitación donde estaba mi cuerpo, pero la habitación donde ahora residía mi alma estaba llena de luz blanca y calor.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

Mi cuerpo se quedó en la habitación en la que yo estaba. Mi alma estaba en otro lugar hablando con personas que sabía que estaban muertas.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No.

¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? Sí.

Describa: fue como si hubiese saltado de mi cuerpo a otra región sin límites ni puntos de referencia sobresalientes.

¿Vio usted una luz? Sí.

La luz blanca me rodeaba. Había luces blancas individuales para todos los que sentía que estaban allí conmigo. Todos teníamos nuestra propia luz. La luz parecía rodearte como una forma de sentimiento, no una forma física como vemos en la tierra.

La luz blanca era un sentimiento de calor y alegría.

¿Encontró usted o vio a algún otro ser? Sí.

Sabía que todos ellos habían fallecido. Este conocimiento le fue dado a mis pensamientos. A algunos los reconocí, a otros no. Escuché a mi padre hacerme una pregunta. Recuerdo que no hablé después de su pregunta. Pensé en una respuesta y sentí que todo el mundo allí sabía lo que yo estaba tratando de decirles. Nos comunicábamos a través de ondas de pensamiento.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí.

Tras la experiencia inicial fui llevada en ambulancia al hospital. Estaba pensando en lo que había ocurrido, especialmente la luz blanca, la calidez de la alegría y la felicidad de no sentir ningún dolor. Tan pronto como pensé en este sitio regresé como si no lo hubiese abandonado. No oí ni una sola voz, solo pura alegría.

Me di cuenta de que este lugar no era el último lugar de estancia. Tenía la sensación de que estas personas no habían terminado alguna tarea que les habría llevado a otro lugar más elevado. Sabía que si me quedaba no regresaría a mi cuerpo. Podía pensar en las consecuencias que causaría a mi familia el dolor de la pérdida. Sabía que volvía por una razón. Tenía que realizar cierta tarea que no sabía cuál era. Que tras haber completado esta tarea, el universo cambiaría por el peso de esta realización. Me di cuenta de que tal vez no supiera nunca lo que debería hacer para completar la tarea.

Sabía que no tendría miedo a la muerte. Sabía que el otro lugar era una forma de alegría. Sabía que había planos en dirección a la parte última de este universo y que yo solo había estado en uno de tales lugares. Un lugar orientado hacia la tarea. Sabía que tenía algo en mi vida que tenía que hacer para ayudar a alguien.

¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? Sí.

Había algo que tenía hacer y que ese lugar me estaba pidiendo que completara. Sentía que tenía que ayudar tanto como fuera posible a alguien que iba a tocar mi vida. No sabía de quién se trataba. Tenía una fuerte sensación de que tenía que ayudar a cualquiera que me lo pidiese. Sentía que una vez que hubiera completado mi tarea entonces podría volver a un sitio de mayor alegría en el que ya había estado.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí.

Este universo paralelo mimetizaba el nuestro salvo que allí no había los cuerpos físicos que hay aquí. Era como si hubiese dos habitaciones una al lado de la otra. Que se me permitió ver dentro de donde mi cuerpo yacía, y entonces traer mis pensamientos de vuelta al universo en el que estaba. Comprendí que el sitio en el que estaba me ofrecía algo que la tierra nunca me podría ofrecer. Que estaba libre de dolor, alegre, gozoso y en paz.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. El tiempo corría más velozmente allí donde estaba mi cuerpo. El otro universo no tenía la sensación de urgencia del tiempo.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí. Sabía que era un peldaño hacia otro lugar mejor de luz blanca.

Con el fin de ir a un diferente plano, de estar más cerca de la alegría pura, tenía que realizar de vuelta a la tierra cierta tarea para ir al otro sitio. Tenía que volver a la tierra y ayudar a alguien. Después de haber hecho esto sentía que cuando muriese habría completado la tarea por la que estaba en la tierra.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí.

La luz blanca se extendía tan lejos como el ojo podía alcanzar. Allí no había ninguna estructura física de materiales, incluyendo el cuerpo. Este lugar se trataba únicamente de un proceso de pensamiento. Sabía que si me quedaba en este sitio mi esencia estaría constantemente en busca de algo que no había hecho en la tierra. Sabía que tenía que dejar este sitio con el fin de completar una tarea.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? Sí.

Sabía que tenía que volver al interior de mi cuerpo. Tenía que ayudar a alguien. Que esta persona a la que yo ayudaría iba a hacer algo sobrecogedoramente inspirador que cambiaría el universo hacia un orden no caótico.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

Sabía que estaba luchando con la gente de este alegre lugar para volver a mi cuerpo. Al principio la lucha era dura, pues ellos no querían que me fuera.

Podía oír la voz de mi marido pidiéndome que despertara. Sabía que debía volver a mi cuerpo y hablar con mi marido. Una lucha se desarrollaba, empujando y tirando.

Recuerdo decirle a mi marido que la gente de allí no iba a dejar que me fuera.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sin respuesta.

Tengo la capacidad de sentir la energía de una persona mediante la identificación de qué tipo de energía emite a los demás.

Tengo la capacidad de decirle a cualquiera, utilizando una joya que use a menudo la historia de las emociones del objeto.

Tengo la capacidad de, usando “luz blanca” limpiar y llenarme de energía positiva.

Ahora sé que puedo buscar la energía de este otro universo y ver si se ha ladeado o alterado. Hay una renovada fuerza de urgencia, este sitio podría pasar a otro estado que lo haría dejar de ser un confortable lugar de residencia.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí.

Todos hemos oído hablar de las experiencias cercanas a la muerte de otras personas. Como seres humanos dudamos si decírselo a los demás porque sentimos que no nos van a creer. Tengo la impresión de que alguien que profese la fe cristiana no creerá que un tal lugar exista.

Cuento esta historia a otros que creen en la reencarnación. Pues esta es la fuerza modificante de la vida que siento cuando muero.

Ahora sé que cuando muera estaré llena de gozo y alegría.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Puedo hablar a otros que pueden creer que un tal lugar existe. No he hablado con nadie que haya experimentado esto.

Quiero gritarle a todos los que conozco que no pierdan su tiempo en la tierra con nimiedades, como preocuparse, sino que ayuden a los demás tanto como sea posible. Concentrarse en hacerse feliz a sí mismo a través de la ayuda a los demás.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.

Me alegra ayudar a todo el mundo, partiré con un sentimiento de gozo por haber completado una tarea en la tierra. Nunca le niego la ayuda a amigos o a otra gente. He tomado consciencia de que nuestro tiempo en la tierra es breve.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Algunas personas creían que podía existir un lugar después de la muerte. La mayoría de los cristianos creen en un lugar físico, mientras que este lugar es donde va su esencia.

No hablo a otros mucho sobre esto. No sé si me van a creer, sin embargo no me importa. Si han de saber que existe otro lugar, entonces a su tiempo les será revelado.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Alegría por estar de vuelta en mi propio cuerpo. Saber con certeza que al morir existe un lugar donde no reside el cuerpo sino la mente.

Soy feliz por haber tenido la oportunidad de que esto me ocurriera a mí. También siento urgencia de ayudar a los demás en este mundo.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La peor parte de esta experiencia fue comprender que había dejado mi cuerpo atrás y que estaba en algún otro lugar. Además, que la gente de este sitio tiraba de mí para que me quedara allí.

La mejor parte de la experiencia fue saber que tras mi muerte existirá puro gozo y alegría.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Como budista creo en la reencarnación. Tras esta experiencia cercana a la muerte me di cuenta que existen diferentes niveles tras la muerte. Que debes cumplir en la medida de lo posible todas las tareas de ayudar a los demás en la tierra. Si se desperdicia la vida, se sigue evolucionando en la tierra para re-aprender la razón original por la que se está aquí.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? Sí.

Puedo meditar usando la fuerza de la “luz” para limpiar mi cuerpo de sentimientos negativos. Puedo librarme a mí mismo de pensamientos negativos y entrar en un estado de pura alegría. Puedo buscar este lugar a través de la luz para ver si todavía está allí, pero no puedo ir al interior de ese lugar.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Puede ser muy difícil describir este sitio utilizando la lengua inglesa pues algunos sentimientos mientras estaba allí no tienen nombre. No puedo comunicarle a nadie la fuerza de mis convicciones tras experimentar este suceso cercano a la muerte.

Después de ocurrir esto me fui a la biblioteca en busca de más información sobre la “luz blanca” y me encontré con un libro que he usado antes de meditar con la luz blanca para librarme de la negatividad y desembarazarme médicamente del dolor.

Por favor, ofrezca cualquier sugestión que tenga para mejorar este cuestionario www.nderf.org: ¿ha buscado a otras personas que hayan pasado por una experiencia similar a la suya? ¿Ha intentado encontrar libros que expliquen lo que le ha ocurrido?