ECM de John L
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Descripción de la experiencia:

Tras ser apuñalado, mi hermana me llevó en coche al hospital situado a algo más de una milla de donde sucedió. Todo el tiempo estuvo gritándome de que no me muriera, yo expectoraba sangre pero procuraba mantenerme tranquilo. Podía sentir mi cuerpo empezando a “echar el cierre” sintiendo brazos y piernas muy entumecidos. Mientras la energía abandonaba mi cuerpo, miré hacia arriba para ver el semáforo que marcaba la entrada de urgencias del hospital, parecía muy lejano. Recuerdo decirle a mi hermana: “No voy a morirme, pero mejor que te des prisa, Connie.” Me incliné hacia delante y apoyé mi cabeza en mi brazo; el dedo índice y corazón de mi mano derecha estabas insertados en la herida. El calor de la sangre contra la piel fría producía una agradable sensación y me pregunté: “¿Así, que esto es?” Los gritos de mi hermana fueron los últimos sonidos conscientes que recuerdo.

Cerré mis ojos y me preparé para lo que fuese a venir. Mi fe me enseñaba que habría una luz brillante y paz. Supongo que eso era lo que estaba esperando. En vez de eso, parecí centrarme en las lucecitas que se ven cada vez que se cierran los ojos muy fuerte. Al principio, se movían en todas direcciones realmente rápido, pero luego empezaron a disminuir en velocidad y en número cada vez más, hasta que no quedó más que una.

Mientras este único puntito de luz rebotaba en mi campo de visión, dejaba una estela que parecía construirse a partir de sí misma creando motivos geométricos, o parecidos a una red. En mi mente, esas formas eran bidimensionales, pero parecían crecer en tamaño e intensidad hasta que se volvieron tridimensionales. Alargué la mano para ver si podía tocarlas. Por detrás de lo que veía, vi crecer una luz pardo-amarillenta que tenía sentimiento propio. Parecía hacerme señales y era muy apaciguante. Por aquel entonces, no tenía miedo.

Sentí que me movía a través de los motivos dejados por la luz, casi como lo haría a través de una casa / habitación llena de telarañas pero sin en ningún momento sentir contacto. ¡La sensación de movimiento aumentó hasta que estuve viajando a una velocidad increíble! Recordé las imágenes de entrenamiento de los astronautas cuando están en una gran centrifugadora. Pero me estaba desplazando a través de algo. No puedo decir si se trataba de un túnel, de un tubo o de un gran espacio abierto, ¡sólo sé que me MOVÍA!

Podía oír voces diciéndome: “Acuérdate” y “Debes hacerles saber” y “Se te muestra.”. Parecían ser muchas voces procedentes de diferentes fuentes, pero el mensaje subyacente era que prestara atención a lo que iba a ver y que se supone debía recordar. “¡NO OLVIDES!”. Empecé a pensar en mi vida y me pregunté si esto se iba a desarrollar como mis tías decían: que nuestras vidas se reproducirían y que seríamos juzgados en consecuencia. Pero mientras lo estaba pensando pude VER todas las cosas que hice a lo largo de toda mi vida tal y como ocurrieron pero más rápido; mostrando lo bueno, lo malo y lo feo. Cada cosa de la que estaba orgulloso y cada pequeño sucio secreto que mantenía oculto a todos. Pero, ahí estaba, sólo entonces sentí remordimiento, miedo y vergüenza por mis indiscreciones. Puedo entender muy claramente que todos nosotros tenemos cosas negativas en nuestro pasado, pero me di cuenta de que debemos rendir cuentas por todo lo que hacemos.

Podía ver a gente debajo de mí como en otro nivel. No me sentía como si estuviera flotando por encima de ellos, sino sólo como si ocupara un ángulo de visión más elevado, pero mis pies seguían en el aire. Podía ver a miles y miles, si no millones, de personas vagando sin objetivo. Cada persona emitía fuertes sentimientos de aprensión, dolor y miedo. “Estos son los perdidos”: me dijo una voz. Entonces, como si me leyera la mente: “Esto ES real.” Empecé a asustarme. Pero incluso mi miedo palidecía comparado a lo que sentía proveniente de la gente. “¿Qué será de mí?” me pregunté.

Podía sentir el aumento de mi nivel de intoxicación. “¡Más borracho de lo que se pueda jamás imaginar!”. Estaba fuera de control. Quería algo, alguien a quien abrazarme. Podía oír risas junto con risitas tontas que parecían casi infantiles. Pero que comportaban cierto aire de seducción. Como si quisieran hacerme pensar que eran lo que no eran. Pero mi embriaguez era superior a mis inhibiciones. Sentí venir hacia mí a una forma que no era ni masculina ni femenina; ni joven ni vieja; ni viva ni muerta. Parecía burlarse de mí cada vez que reía.

Me enfurecía, pero al mismo tiempo me venció un fuerte deseo sexual por ese ser. Una vez más se rió. “¡Puta perra!”. Se acercó. Empecé a acariciarla y a besarla. Me sentí más ebrio aún, más descontrolado. Mi mente me decía que TODO aquello estaba mal. Todo lo que me enseñaron que era recto y bueno ahora no tenía ningún sentido. Cuando miré hacia abajo al ser ¡¡¡tuve REALMENTE MIEDO!!! Mi fuerte deseo sexual se estaba apoderando de mí, a pesar de que sentía que todo lo relacionado con esa “persona” era malo. Mala edad (parecía muy joven-infantil), mal sexo (soy heterosexual) y mala moralidad (destilaba maldad). Pareció sentir mi aprensión.

Mientras se tumbaba y empezaba a abrir sus piernas, empezó a transformarse en una mujer. ¡Como ninguna otra que jamás haya visto! Muy bella y seductora. Me atrajo hacia abajo con tremenda fuerza y me besó fogosamente en cuello y hombro. ¡De nuevo se rió! Esta vez con MUCHA intención. Pude sentir que volvía a dolerme el pecho. Miré hacia abajo. ¡Había sangre por todas partes! ¡El ser comenzó a bañarse en ella! Sentí que algo me agarraba “¡Váyase de aquí!”. “¿Qué está haciendo aquí?”. Estaba rodeado de personas zarandeándome y tirando de mí. “¿Por qué estás aquí?”. Miré hacia abajo y la mujer se había ido. En su lugar había una niña que se sentó y me sonrió. Sentí como si estuviese metido en un verdadero problema; que algo había hecho mal. ¿Era yo malo? La sangre continuaba fluyendo. Miré frenéticamente a mi alrededor en busca de ayuda. No había ninguna. La gente empezó a empujarme fuera y a chillarme. “Acuérdate de decírselos.”

“¡Está consciente!”: fue lo siguiente que oí. “¿Cómo te llamas?” “¿Cuál es tu número de seguridad social?” “¿Cómo fuiste apuñalado?” “¿Conoces al que te apuñaló?” Las preguntas parecían no tener fin. ¡Pero estaba vivo! Así fue cómo comenzó mi nueva vida.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que puedan haber afectado a la experiencia? Incertidumbre.

Explicación: alcohol.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, existía una situación amenazante para su vida? Sí.

Describa: fui apuñalado en la parte superior izquierda del pecho, el pulmón fue perforado y la arteria pulmonar seccionada.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Muy alerta.

¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Sólo por la manera en que las cosas parecían metamorfosearse o cambiar.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Incertidumbre.

Describa su aspecto o forma cuando estuvo fuera de su cuerpo: nunca me vi desde el exterior. Pero no me sentía como si siguiese en mi cuerpo.

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Paz, luego enorme MIEDO.

¿Oyó usted algún sonido o ruido extraños? No con mis oídos. Sentí una gran cantidad de ruidos. Fueron, más bien, telepáticos.

¿Pasó usted por, o en, un túnel o recinto? Incertidumbre.

Describa: me movía a través de algo, pero no parecía ser un túnel.

¿Vio usted una luz? Sí.

Describa: marrón amarillento.

¿Encontró usted, o vio, a otros seres? Sí.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí.

¿Observó usted u oyó, durante su experiencia, algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí.

Describa: nada hermoso.

¿Tuvo usted alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Incertidumbre.

Describa: siempre me he preguntado cuánto tiempo estuve ausente. Aquello no pudo durar más de algunos minutos desde el momento en que perdí el conocimiento en urgencias, pero pareció como si hubiese durado mucho tiempo. ¿Horas?

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universales? Sí.

Describa: la vida biológica NO es la única consciencia. Existe un más allá y rendiremos cuentas de todo lo que hacemos durante nuestro tiempo aquí. El Paraíso, o como quiera usted llamarlo, existe y es real. Al igual que el INFIERNO (o como se le quiera llamar).

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Se dio usted cuenta de futuros acontecimientos? No.

¿Se implicó usted en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Incertidumbre.

Describa: se me dijo que “recordara”. Por entonces, no sabía por qué. Esa pudo constituir la decisión de reenviarme.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.

Describa: me he vuelto muy SENSIBLE a la gente que se siente “perdida”. Frecuentemente se me pide que hable con los jóvenes sobre las decisiones que toman actualmente y sobre el más allá. Muchos dijeron que digo cosas que no podría haber sabido de ellos. Yo no hacía eso antes.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o de creencias? Sí.

Describa: tras aquello me recuperé del alcoholismo (4 años de sobriedad) y he completado el curso necesario para la obtención de mi licenciatura en magisterio.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Aprecio mi vida. He acabado por disfrutar de la abundancia que Dios me ha dado. Mi mundo de egoísmo y exceso ha dado paso al disfrute de ser marido de mi hermosa mujer, padre de mis dos magníficos hijos y un obediente servidor de Dios, el Señor Todopoderoso. Siento que finalmente me he vuelto responsable y estoy en la medida de rendir cuentas.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Describa: muy apoyado. Aún no he encontrado a nadie que me haya dicho que estoy “completamente equivocado”.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Remordimiento. Adoración. Paz.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor: librarme de las adicciones, volverme un buen marido y padre. Lo peor: todas las consecuencias físicas: disminución de la capacidad pulmonar, ganancia de peso.

¿Hay algo más que quisiera añadir en relación con la experiencia? Es extraño que haya tenido que morir para aprender a vivir. Me imagino que no prestaba atención la primera vez.

¿Ha cambiado su vida específicamente a consecuencia de su experiencia? Sí.

Describa: estoy más centrado y seguro de mi futuro y el de mi familia.

¿Tras la experiencia, ha habido otros elementos en su vida, medicamentos, o sustancias que hayan reproducido parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Explique: no se me ocurre ningún tema que no se haya tocado.