ECM de Jerome
Home Pagina ECMs actuales Comparta su ECM



Descripción de la experiencia:

Poco después de los primeros sorbos del café matinal del día en cuestión, sentí un extraño disconfort en la parte superior de mi pecho parecido a lo que se siente cuando se traga algo que no “baja” del todo. Bebí un poco de agua pero la sensación no disminuyó. Al contrario, durante la hora siguiente, o así, aumentó y me sentí muy cansado y físicamente mal. Pero, yo tenía un proyecto muy importante que terminar en el trabajo aquella mañana—uno de mis compañeros de trabajo necesitaba que estuviera terminado cuanto antes para un importante asunto en el cual ambos trabajábamos. Así, a pesar de que la sensación de malestar iba cada vez a más, decidí ir al trabajo, realizar el proyecto, y luego, probablemente, volver a casa.

Resultó extremadamente difícil llegar al trabajo. Mis habituales diez--minutos andando hasta el metro casi se duplicaron y, por una vez, realmente me monté en la escalera mecánica en vez de subirla o bajarla. Cuando llegué a la oficina, me sentía muy débil pero intenté terminar el proyecto. Poco tiempo después, simplemente me sentí demasiado débil para continuar y el dolor en lo alto del pecho se había, a la vez, empeorado y extendido al brazo derecho y al cuello. Hablé con uno de los abogados con los que trabajo a quien, inmediatamente, preocuparon tanto mi aspecto como los síntomas y dijo que debería ir inmediatamente al hospital. Uno de mis compañeros de trabajo me levó al hospital en taxi (no permití que llamaran al 911). Durante el trayecto, estuve sumamente preocupado porque el proyecto que había venido a completar quedó inacabado dejando a mi compañero de trabajo en la estacada. (Esto es importante, más tarde, para mi caso particular).

Tras instalarme en una silla de ruedas empujada por un empleado del hospital, perdí el conocimiento en la sala de urgencias y desperté brevemente acostado boca arriba con mucha gente inclinada sobre mí quitándome la ropa y pegándome varios pequeños parches blancos en el pecho. Estuve con este moderado, pero no agónico, dolor durante cerca de dos horas y media y estaba, más bien, cansado de toda la cadena de acontecimientos. Recuerdo haberme dicho: “esto se está volviendo “muy” aburrido.”.

De repente, oí claramente un muy extraño sonido—entre un “pop” y un “clac”—que pareció provenir del “interior” de la parte trasera superior del lado derecho de la cabeza a unos 4 cm. por encima y algo por detrás de lo alto de la oreja. Mi consciencia, descubrí, estaba ahora fuera de mi cuerpo. Al principio, me pregunté si estaba soñando pues la experiencia era algo similar al soñar lúcido que yo había practicado, con cierto éxito, varios años antes. Pero me dije que no podía estar soñando pues no estaba ni había estado dormido. Simultáneamente, me di cuenta de que el molesto dolor había desaparecido por completo y, aún más sorprendente, podía ver con mucha claridad “mis alrededores”. Estaba atónito pues, sin mis gafas, en absoluto veo con tanta nitidez. También me sentí maravillosamente alerta y lleno de energía, lo que es más llamativo visto el progresivo letargo en el que estuve sumido dos horas antes.

Vi a varia gente trabajar en algo a mi izquierda; yo sabía que yo era el objeto de su preocupación y esfuerzos. Parecía que llevaban puesta una ropa de un color rojo oscuro aunque algo luminoso. Pensé que era extraño pues el personal del hospital vestía un uniforme de color verdoso. No podía oír sus palabras pero sentía un “zumbido” bajo de lo que asumí era la conversación y yo era consciente de que estaban muy diligentemente comprometidos en algún esfuerzo en el que se esperaba que yo colaborara algo. Fui fuertemente conmocionado por un sentimiento de incapacidad para afrontar mis responsabilidades mediante la “evitación” y la “huida”. También me llegó la sensación de que estaba teniendo una experiencia cercana a la muerte (“¡Ajá! ¡Entonces esto es lo que ocurre!” recuerdo haberme dicho a mí mismo) y también de que “se supone de que no debía ser así” (la corroyente sensación de haber abandonado mis responsabilidades junto a la ausencia de “túneles” o “luces brillantes” u otra parafernalia de la literatura de las ECM.). Consideré esto durante algunos momentos y decidí que podría ser sabio volver a mi cuerpo no fuera a ser que el sentimiento de fracaso aumentase. Por este acto voluntario (o eso es lo que pareció) regresé al instante a mi cuerpo y al fastidioso dolor. La “culpabilidad”, empero, había desaparecido—al igual que la claridad de la visión y la alerta mental.

De vuelta en mi cuerpo, pensé durante un momento y me pregunté si podría salir otra vez; en aquel momento estaba muy incómodo. Instantáneamente, salí; sólo que ahora las figuras trabajadoras estaban frente a mí en vez de a mi lado. No hubo ningún ruido notable acompañando esta salida. De nuevo, pude ver muy claramente y el dolor había desaparecido por completo. Sin embargo, el sentimiento de fracaso en la realización de mi deber volvió de nuevo. Esta vez consideré seriamente el interés de permanecer donde me encontraba y lidiar con el sentimiento de fracaso o volver a mi cuerpo. Tras muy seria consideración, decidí que era muy injusto por mi parte quedarme donde estaba cuando otros dependían de mí y por lo tanto me volví. Como prueba, intenté dejar el cuerpo una vez más. Esta vez, mis esfuerzos no tuvieron éxito. Reflexionando, caí en la cuenta de que, de camino a que me hicieran la angioplastia, durante todo el episodio, incluso en los momentos iniciales, en ningún momento tuve miedo a morir, ni consideré la necesidad, ni tuve siquiera el deseo, de “ponerme a bien” con el dios de los “cristianos” ni con ningún otro. De hecho, mi impresión general de toda la experiencia, y de sus fenómenos relacionados, fue de un extremo interés aunque físicamente desagradable. Durante toda la serie de acontecimientos, mi principal ocupación mental fue el arrepentimiento por haber dejado de llevar a cabo el proyecto de trabajo que se me había asignado así como mi deseo de no molestar a mis compañeros de trabajo más de lo que ya lo había hecho

1._ ¿Medicamentos o sustancias asociados pudiendo haber afectado la experiencia? : no.

2._ ¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? : no.

3._ ¿Había allí, en el momento de la experiencia, algún acontecimiento que amenazara su vida? : Sí.

Describa: tuve un ataque al corazón. Los médicos que me atendían declararon que mi corazón dejó de latir y que hizo falta “el máximo número de electrochoques para volver a ponerlo en marcha” (no dijeron cuál era ese número, ni yo tuve la presencia de ánimo para preguntárselo).

4._ ¿Cuál era su nivel de consciencia y de alerta durante la experiencia? : creo que lo que ya he contado da una justa idea. Sin embargo, durante los acontecimientos que condujeron a la crisis cardiaca en sí, me sentí cada vez más débil y sin claridad mental. Lo que más temía era que empezase a tener náuseas en el taxi (el pobre taxista estaba horrorizado con la idea de que pudiese vomitar en su taxi; contingencia que traté de asegurarle que era muy improbable) y yo me concentraba con mucho esfuerzo en no defraudar al hombre en aquel aspecto. Durante la ECM en sí, me sentí mentalmente muy lúcido y alerta. Asimismo, sentía un desapasionamiento muy claro y real aunque el sentimiento de fracaso por no asumir mi responsabilidad se impuso. Pero no había en absoluto un sentimiento de “obligación” o de “tener” que hacer algo. Tan sólo, un darme cuenta de que yo sería responsable de los resultados de mi decisión para bien o para mal. Esto, sin embargo, no era motivo de miedo ni de ninguna violenta reacción emocional; sino, más bien, una simple constatación del hecho.

5._ ¿De algún modo la experiencia se parecía a un sueño? : como mencioné, tenía muchos de los aspectos de un sueño lúcido; pero me di cuenta de que no era un sueño pues empezó mientras me hallaba totalmente despierto y en angustia física. No me son del todo desconocidos el estado-de-sueño y los diferentes modelos mentales que pueden ser creados o experimentados en este reino de la percepción. La experiencia tiene semejanzas con el estado de sueño lúcido pero no es—según entiendo o creo—un estado onírico.

6._ ¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? : Sí.

7._ Describa su apariencia o forma fuera de su cuerpo: no me vi a mí mismo. Sin embargo, tuve un sentimiento de total continuidad de mi propia identidad. O, por decirlo de otro modo, aquello que estaba fuera de mi cuerpo era yo si bien no tuve la oportunidad (o la inclinación) de examinar mi apariencia en aquel estado. De hecho, no tenía ninguna preocupación en absoluto en cuanto a cual pudiera ser mi aspecto.

8._ ¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? : creo que ya lo dije más arriba. Pero puedo añadir que había un sentimiento de libertad pero enormemente influido por mi estado de ánimo de entonces. Sentí que mi “culpa” por no completar mi proyecto podría atarme de algún modo desagradable o ser un obstáculo de alguna clase en mi estado extra corporal. Sopesé las posibilidades de que ese sentimiento pudiese ir a más o eventualmente ser conquistado. No llegué a ninguna conclusión definitiva pero juzgué que “podría” ir a más lo que, sentí, sería indeseable.
Yo añadiría que no sentí miedo o exaltación. Era simplemente una continuación (o culminación) de los eventos precedentes y parecía completamente natural y razonable. Más bien, me sorprendí de no tener miedo.

9._ ¿Oyó algún ruido o sonido extraños? : por favor, ver el 4º párrafo más arriba.

10._ ¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? : no.

11._ ¿Vio usted una luz? : no.

Describa: para aclarar: no en el sentido de “brillante luz” tan a menudo descrita en la literatura de las ECM. Sin embargo, como ya mencioné, los trabajadores del hospital parecían brillar ligeramente con un color rojizo oscuro o mate. Mi sentido de la vista era neto pero no había ninguna “luz brillante”. ¿Me pregunto si ese color rojizo puede estar descrito en algún libro, más o menos fiable, relativo al aura humana (si es que existe) y quizás represente un estado de entusiasmo o ansiedad o alguna emoción similar?

12._ ¿Encontró usted o vio a algún otro ser? : Sí.

Describa: creo que los individuos que percibí en las dos ocasiones, y desde dos diferentes ángulos, eran los asistentes del hospital que trataban de reanimarme aunque, por un momento, aquello también subsumió, y me representó igualmente, a mis compañeros de trabajo. No vi, ni percibí de ninguna otra forma, otros “seres”, y seguro que no seres “sobrenaturales”. Al contrario, tenía un sentimiento de soledad personal (que es mi preferido cuando estoy ocupado en asuntos serios) y también un sentimiento de que estaba en la medida de tomar mis propias decisiones y tener mis propios juicios sobre cómo iba a desarrollarse el asunto. No deseaba particularmente encontrarme a alguien pues, en aquel momento, estaba realmente absorbido por mis propios pensamientos y no habría dado la bienvenida a tal interrupción.

13._ ¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados en su vida? : no.

Describa: por favor ver más abajo.

14._ ¿Vio u oyó usted durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser luego verificado? ; Incierto .

Describa: el médico asistente dijo que “me habían devuelto a la vida”. Así, asumo que estuve clínicamente muerto aunque, más bien, brevemente. Entiendo por mi compañero de trabajo que los asistentes estuvieron sumamente excitados y le dijeron “lo hemos traído de vuelta”.
No fui testigo de detalles de lo que se estaba haciendo. Las “impresiones sensoriales” del momento parecían estar en la naturaleza de la intención de los individuos que observé más que en sus acciones físicas. Según yo lo entiendo, miraba más bien sus “acciones interiores”.

15._ ¿Vio usted o visitó hermosos o, de otro modo, distintivos lugares, niveles o dimensiones? : no.

Describa: salvo que usted le llame, al hecho darse cuenta de la continuidad de la propia identidad fuera del cuerpo, “una dimensión hermosa”. Para mí, era y sigue siendo una dimensión, aunque muy personal. Creo, sin embargo, que yo podría haber creado tal dimensión en mi propia percepción si así lo hubiese decidido. (Esto puede sonar muy extraño a menos que uno esté familiarizado con prácticas en soñar lúcido en donde regularmente se modifica el modelo de sueño en el que uno se encuentra a fin de adaptarlo a la propia imaginación.).

16._ ¿Tuvo usted alguna sensación de modificación del tiempo o del espacio? : Sí.

Describa: realmente, no tenía ningún sentido del tiempo en absoluto, pero el espacio parecía realmente diferente. Estábamos yo, un espacio (que no parecía tener límites), y el grupo de personas que se ocupaban de mi cuerpo. O bien, desde una diferente perspectiva, quizás yo estuviese en el borde de dos “modelos de espacio” totalmente diferentes, uno “detrás” de mí, el otro podía verlo delante de mí y lateralmente. Considerando el asunto, podría decirse que el sentido del tiempo y el espacio se hizo más interno que externo durante la duración de mi ECM.

17._ ¿Tuvo usted el sentimiento de tener acceso a un conocimiento especial, a un orden y / o a un objetivo universales? : Sí.

Describa: sentí una confirmación de mis propias ideas acerca del estado que sigue a la muerte; al menos en parte si tenemos en cuenta los límites de la experiencia. También tuve el sentimiento de que mis preguntas relativas a la probabilidad de permanencia de la identidad personal habían recibido, al menos parcialmente, una respuesta (aunque no sé si habría “continuado” así eternamente o bien durante un “período” más o menos largo.). Para mí, tal confirmación, incluso a un nivel limitado, es definitivamente una forma de “conocimiento especial” que no mucha gente tiene la oportunidad de experimentar personalmente. Para mí, la “fe” ya no es necesaria y hasta no deseable; en efecto, la considero como una especie de juego infantil. No lo digo con arrogancia; simplemente, para mí la fe ya no es de gran interés o relevancia.

18._ ¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? : no.

Describa: aparte de las dos posiciones diferentes en las que me encontré tras salir de mi cuerpo, no sentí necesidad alguna de moverme “físicamente”. Yo estaba ocupado pensando y considerando mi condición y mi necesidad de tomar una decisión. Sin embargo, tenía el sentimiento de que si, de alguna manera algo expeditiva, decidía no regresar a mi cuerpo luego no sería capaz de hacerlo. Luego, se puede decir que tenía la sensación de un “límite” o de lo que pasaría si lo “atravesaba”. Sin embargo, sería un límite auto-impuesto por la decisión y no un tránsito externo de un sitio a otro. Pero había una especie de sentido de estar en un umbral aunque, de nuevo, éste era más interior que exterior.

19._ ¿Se dio usted cuenta de acontecimientos futuros? : no.

Describa: al contrario, tenía un profundo sentimiento de “presente” donde no había, en realidad, tiempo repartido entre pasado, presente y futuro. Lo que iba a (o podía) producirse estaba tan íntimamente ligado al “presente” de lo que pasaba que aquello parecía formar parte integrante y no ser un período separado.

20._ ¿Estuvo usted implicado en, o consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? : Sí.

Describa: creo que esto se describe arriba con más detalle.

21._ ¿Tiene algún don psíquico, paranormal, o algún otro don especial, tras su experiencia que no tuviera antes? : Sí.

Describa: durante los dos años pasados, encuentro que muy a menudo tengo sueños sobre mis compañeros de trabajo sobre cosas que tienen alguna relevancia en lo que ocurre en sus vidas en ese momento, a veces hasta detalles menores muy raros. Al principio, empecé a mencionarles esto jocosamente. Pero he encontrado que, muy a menudo, se quedan asombrados por los sueños. También encuentro que el soñar lúcido es más lúcido y más satisfactorio.

Más peculiar es una constante sensación de estar aquí (en este tiempo y este espacio) pero también de no estar aquí. No es un sentimiento desagradable ni una sensación “esquizofrénica” de estar partido en dos. Realmente, se siente de alguna manera con más “completitud” que mi previo sentido de división entre lo que llamamos “vida” y “muerte” o “este mundo” y “el otro”. Más bien, siento una confortable sensación de tener un pie en cada “mundo” y un concomitante sentido de equilibrio.

Sin embargo, encuentro que la paz de espíritu que me ha quedado de la experiencia, así como mi deseo de asegurarme una ecuanimidad espiritual (por ejemplo, evitando un excesivo sentimiento de responsabilidad) han sido el más importante “don especial”. Creo, como lo enseñan ciertas filosofías budistas, que los últimos pensamientos y las “pasiones” de la mente en el momento de la muerte son los más cruciales. Por lo tanto, trato de evitar las “emociones perturbadoras” que podrían causar sentimientos equivalentes a la “culpabilidad de la responsabilidad” que sentí durante mis ECMs.

22._ ¿Ha tenido usted algún cambio de actitudes o de creencias tras la experiencia? : Sí.

Describa: creo firmemente que la creencia judeo-cristiano-islámica en una vida / una muerte seguida de un juicio punitivo / premiador le es totalmente irrelevante a mi existencia particular. Siento como si yo, personalmente, hubiera sido liberado del sometimiento a un sistema de creencias sutilmente alienado y (para mí) vagamente repugnante, y por el que nunca sentí realmente cariño, y que, temo, ejercía un cierto poder sobre mí.

Por el contrario, encuentro un respeto más profundo y deseo aprender más sobre ciertos sistemas de creencia orientales, como budismo y otros, que presentan la existencia en un contexto donde el individuo es la fuente de cualquier “juicio” en el estado posterior a la muerte. Este último contexto parece más resonante con mi propia experiencia. En conjunto, confío mucho más en mis propias intuiciones sobre estas cuestiones ”pues me pertenecen”. Cuál puede ser el caso para otros no lo sé. Y no creo que sea de gran importancia para mí el saberlo. Pienso que la experiencia tras la muerte perfectamente puede ser muy distinta para personas distintas.

Al contrario de muchas experiencias de ECM que he leído, no siento ningún aplastante impulso a mayor compasión o caridad u otras expresiones de la bondad. (Tampoco siento ningún impulso hacia sus contrarios.). A diferencia de muchos que dicen haber tenido este tipo de experiencias, pienso que la mía es específica e intensamente personal, una necesidad de conocimiento de sí y de perfeccionamiento que no implican a los demás. Creo que es así, al menos en parte, porque me doy cuenta de que no puedo realmente ayudar a otra persona, en lo que probablemente sea lo más necesario, antes de aprender a hacerlo así para mí.

23._ ¿Ha afectado la experiencia sus relaciones? ¿Su vida diaria? ¿Sus prácticas religiosas, etc.? ¿Sus opciones de carrera? : encuentro que me tomo la vida menos en serio que antes pero, irónicamente, me tomo el “valor” de estar vivo mucho más seriamente. Es decir, no veo que mi vida diaria con sus alegrías, penas, e intermedios aburridos, sea tan importante en el marco de cualquier gran plan; lo que ocurre debe ser tomado como tal y tratado de manera expeditiva. Pero es importante “tomar” lo que viene con espíritu ecuánime y desapasionado y usarlo para aprender y crecer. Este es un dominio en el que me cuesta describir mis pensamientos (o impresiones mentales).

Creo querer decir que ahora veo la “vida” (esta vida) como un aula escolar llena de ejercicios que me preparan para una mejor expresión de mi propia existencia en tanto que entidad independiente. Estos ejercicios no son importantes en sí mismos. Pero deben ser utilizados para lo que está por venir y para el valor empírico que ellos procuran imbuir. Debo hacer mis deberes no principalmente por los deberes en sí, sino por lo que esto me enseñará más allá de su “nota” inmediata. Debo aprender más sobre el “yo” que salió de mi cuerpo, cómo ese “yo” puede expresar su voluntad y su esquema mental de manera positiva. Igualmente, debo descubrir lo que realmente significa “positivo”.

24._ ¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? : Sí.

Describa: selecciono mis “otros” con cierto cuidado, pues no pienso que la mayoría de personas esté interesada, sin mencionar que me crean.
Las reacciones han sido, en general, positivas. Sin embargo, siento que lo que experimenté puede tener más importancia, como experiencia de aprendizaje, para mí que para otros. Pienso que, hasta que los demás no experimenten lo mismo o algo similar, sólo pueden reaccionar académica o emocionalmente, y no experiencialmente. Y es la experiencia, no el escuchar la experiencia, lo que pienso que es importante. Aquellos que, por ejemplo, sólo se excitan oyendo tales experiencias probablemente recogen más daño que ventaja de la audiencia.

25._ ¿Qué emociones experimentó usted tras su experiencia? : gran alegría. Y calma interior. Y una especie de excitación controlada, Todo junto. Fue una muy buena experiencia, una suprema “experiencia de aprendizaje”. Todavía estoy asombrado por ello y lo considero y considero las implicaciones que percibo en ello cada día. A veces pienso en ello como el equivalente espiritual de la pubertad. Todo un nuevo modo de vivir.

26._ ¿Cuál fue la mejor parte y cuál la peor de su experiencia? : la confirmación de la continuidad personal de la identidad fue, con mucho, la parte más espectacular de la experiencia. La toma de consciencia de que, fuera de mi cuerpo, mis pensamientos del momento tenían tanta influencia sobre mi estado mental fue lo “peor”---pero esto quizás también fue bueno pues aprendí (creo) a discernir aquello sobre lo que debo trabajar para asegurar una experiencia plenamente positiva cuando finalmente abandone mi cuerpo sin opciones de volver. En conjunto, pienso que la toma de consciencia de la permanencia constituyó el glaseado siendo el pastel haber aprendido que hacía falta trabajar sobre mis pensamientos. Por tanto, supongo que sólo hubo partes buenas en la experiencia.

27._ ¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de la experiencia? : no tengo ninguna sensación de que lo que experimenté deba ser universal. Al contrario, tiendo a creer que lo que los individuos experimentarán será muy “autogenerado” basado en sus creencias, modo de pensar, etc. Puede haber un “Dios” o “dioses” acogiendo “almas” en su seno; puede haber experiencias de “bardo” similares a las descritas en el Libro Tibetano de los Muertos. No sé y no pienso que sea importante que yo sepa. Tengo el sentimiento de que el momento de la entrada en el estado siguiente a la muerte podría ser, de todas las experiencias humanas, la más singularmente personal, que se trata de un reino donde crearemos voluntaria o involuntariamente aquello que encontraremos.

28._ ¿Su vida ha cambiado específicamente como consecuencia de esta experiencia? : Sí.

Describa: como indiqué arriba, ahora me concentro mucho más en aquello a lo que me gusta referirme como “maduración de mis pensamientos”. Intento, igualmente, practicar el sueño lúcido mucho más seriamente pues pienso que adquiriendo más dominio sobre mi estado de sueño estando “vivo”, seré capaz de un control más eficaz en el estado posterior a la muerte que, según ciertas escuelas del Budismo Tibetano, está muy estrechamente ligado al estado de sueño.

Igualmente, intento trabajar asiduamente en distinguir el “yo” de la ECM y el “yo” que es el producto de mis propios procesos bioquímicos, de mi entorno y de mi educación. Este último “yo”, así lo creo, no es más que una máscara temporal que el “yo” real utiliza actualmente pero que desaparecerá (un poco como el “yo” que una vez fue un niño de dos años y del que no me acuerdo conscientemente). Debo aprender a conocer el “yo real” que utiliza esta máscara para aprender y crecer pero que no es idéntico a ella. Según el Budismo, intento distinguir el “yo” auténtico de los atributos (percepción, pensamientos, etc.) que “parecen” ser “yo” en este cuerpo y que en cierta manera utilizo para representar mi “identidad” en esta vida.

29._ ¿Tras la experiencia, otros elementos en su vida, medicamentos, o substancias han reproducido parte de la experiencia? : no.

Describa: para su información, siempre he evitado las drogas pues no me gusta hacer romper mi mente y ser desvalijado por intrusos extraños. Si me dijesen que puedo reproducir mis ECMs utilizando una sustancia cualquiera evitaría hacerlo. Estoy convencido de que, en mi caso, lo que llevo a cabo concerniente a las ECMs o experiencias similares debe venir únicamente de mí o no producirse en absoluto.

30._ ¿Las preguntas formuladas y la información que usted ha proporcionado describen exacta y exhaustivamente su experiencia? : Sí.

Explique: pienso que Sí.

31._Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que tenga para mejorar el cuestionario de www.nderf.org : creo que el cuestionario es muy completo y lamento no tener la habilidad o el ingenio para contestarlo como se merece. Gracias por darme la oportunidad de explicar mis experiencias aunque sea mediocremente. Soy feliz por haber podido hacerlo y espero que les sea de utilidad.