ECM de Jack M
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Yo tengo una oposición total, particularmente con los científicos clásicos, que piensan que el espíritu no es más que un simple proceso del cerebro físico. Lo que más me choca, es que la mayoría de aquellos que profesan esta opinión no han vivido jamás una ECM y no han tenido probablemente jamás alucinaciones. De hecho, yo pienso que lo más importante es darse cuenta que la muerte no es un final sino más bien “un cambio”.

Jack M.

DESCRIPCION DE LA EXPERIENCIA:

Yo me llamo Jack M. Quisiera contar lo que yo pienso fue una experiencia única, no porque tuve una ECM, sino porque me curé.

Hace unos años, en el lago Chelan en el estado de Washington, me había lanzado un clavado desde 5 metros sobre el agua y fui cortado por una punta o alguna cosa cortante, lo que me hizo dar hipo. Empecé entonces a engullir agua en mi boca y en mi cuerpo. Digo engullir puesto que no había hecho esfuerzo por tragar ni aspirar, era como cuando se llena un reservorio con una bomba.

Después de algunos instantes perdí el conocimiento. Mi recuerdo siguiente es el de haber visto algo así como una película de mi vida. No toda la historia de mi vida, como lo ven ciertas personas, sino solamente algunos importantes y felices acontecimientos de mis recuerdos de infancia. Ignoro cuanto tiempo duró eso, pero enseguida me encontré en un túnel y fuera de mi cuerpo. Me di cuenta que había dejado mi cuerpo atrás, pero me dio miedo voltear a ver. No obstante, en ese momento, al ser yo muy observador por naturaleza, empecé a interesarme por el túnel en si mismo. Había un alineamiento de colores, no brillantes como los colores sicodélicos, sino más bien en tonos pasteles y tranquilizantes. Ellos giraban con el conjunto del túnel, de la manera como se desplazan los colores de un caleidoscopio.

Yo me acuerdo claramente de haber estado extremadamente consciente de avanzar cada vez más lejos en el túnel, yo estaba plenamente consciente de tener todas las sensaciones naturales provenientes del cuerpo, pero no estaba en capacidad de verlo. Por ejemplo, movía los dedos y todas las sensaciones estaban ahí, sin forma física a la cual asociarlas.

No vi una luz brillante frente a mí, ni figura divina, ni nada por el estilo. Yo solamente continué avanzando cada vez más profundamente en el túnel y eso me producía mucha satisfacción. Luego, de manera imprevista, el pensamiento de que estaba muriendo me atravesó el espíritu. Expresé ciertos reniegos, de hecho dije “al diablo”. En ese instante, regresé a mi cuerpo, despierto y lúcido.

Yo pienso que es en este instante que la historia se hace interesante. Me contaron luego que estuve bajo el agua al menos 5 o 6 minutos. Les hago acuerdo que había absorbido una gran cantidad de agua antes de perder el conocimiento. Y bueno, me recuperé perfectamente. Me senté en el fondo como lo hubiera hecho un deportista de apnea experimentado, buscando el suelo para saber donde se encontraba lo alto. Me orienté, nadé hacia la superficie, luego hacia el muelle sobre le cual me subí, sin ningún signo de que venía escapando de ahogarme. De hecho, estaba perfectamente en forma, sintiéndome tan bien como antes de que esta ECM se produzca. Francamente, esta recuperación es para mí más extraña que la experiencia del túnel, ya que me parece que mis pulmones debieron haber estado llenos, posiblemente dañados, o algo por el estilo, pero yo me sentía realmente como si hubiera ido a hacer un buen trayecto de natación y nada más. De hecho, caminé hasta el hotelito donde residía, me duché y fui a trabajar. Yo no pensé nada particular con respecto a este incidente hasta que varios años más tarde, cuando la gente empezó a reportar sus ECM, mi mujer me leyó un relato y yo exclamé “ eh, esto es lo que me pasó”.

Hay otra cosa que podría considerarse digna de interés: hace como cinco años, estaba en el hospital y los médicos me administraron un antálgico muy fuerte durante varias semanas. Cuando cesó la administración, eso me produjo alucinaciones.

He aquí lo que yo encuentro importante de comentar al respecto: puedo afirmar que yo viví una ECM y que tuve alucinaciones y que ambas son ABSOLUTAMENTE DIFERENTES. Cuando uno tiene una alucinación, uno tiene siempre ese sentimiento de que uno es el observador. Es así incluso si uno mismo es parte de la alucinación. Eso no quiere decir que uno no entre de vez en cuando en la alucinación tomándola como una experiencia real, sin embargo, incluso así, la experiencia no tiene nada que ver con una ECM.

He aquí la explicación de la diferencia: una persona esta tan consciente en una ECM como cuando uno lee estas líneas. Es decir que uno está consciente de leer, de la habitación en la cual nos encontramos, de lo que se encuentra al exterior. No es así como uno vive una alucinación; una alucinación parece ser una experiencia completa, pero hay una falta de consciencia (real) de todo lo que transcurre fuera de esta experiencia. Es decir que una persona vive y siente realmente las condiciones en las cuales ella se encuentra durante la alucinación; estas imágenes son absolutamente reales para ella. Si es que la persona que alucina está siendo seguida por un tigre, ella sentirá todas las sensaciones de miedo, de la fuga, etc. Pero no podrá proyectar sus pensamientos a la habitación de al lado o, por decirlo así, fuera del cuadro. Durante una ECM si se lo puede hacer.

Espero que este relato resulte interesante a ustedes, incluso si es que, como imagino, tienen toneladas de historias como la mía. No obstante, ustedes pidieron relatos, y este es el mío.

Gracias,

Jack.