ECM de Israel
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Descripción de la experiencia:

Mi primer encuentro con ángeles se remonta a la mitad del verano de 1961, cuando tenía trece años y medio. Ocurrió durante mi experiencia cercana a la muerte en una piscina pública de Israel. Alrededor de un año y medio más tarde, en diciembre de 1962, comencé mis viajes voluntarios fuera del cuerpo. Como yo había salido de un medio científico ateo, había estudiado interno en un colegio de la marina de disciplina militar, había servido luego como soldado, después como oficial de las fuerzas de defensa israelíes, posteriormente como oficial superior de la marina mercante. Durante años, no me atreví a desvelar mis comunicaciones extracorporales.

Todo comenzó en un caluroso día de verano en la piscina pública que pertenecía a mi tío. Como entraba gratis, yo era uno de los muy afortunados muchachos que tenían la costumbre de ir allí prácticamente todos los días durante el caluroso y húmedo verano de Israel. Siendo un revoltoso adolescente, buen buceador y buen nadador, aposté con un buceador profesional que podría nadar bajo el agua tres veces el largo de la piscina (unos 76 metros) sin retomar aliento. La apuesta consistía en un par de palmas. Gané. . . pero después de que se dictaminara mi muerte clínica. . .

Me acuerdo que a partir de cierto momento en el curso de esta dolorosa lucha bajo el agua, la victoria se volvió de pronto abstracta. Esperaba solamente continuar nadando hacia la meta para tocar el borde de la piscina, pero progresivamente, me volví completamente indiferente. Me sentía como en un sueño, mientras continuaba nadando lentamente, o en todo caso eso era lo que
pensaba, mientras entraba en un sueño inconsciente, profundo y extraño. Luego, de golpe, se produjo algo asombroso. Me sentí muy despierto, fresco y como aspirado hacia lo alto a gran velocidad. Estaba aturdido. Todo ocurrió muy rápido. Tenía la impresión de volar a enorme velocidad por un tubo largo y oscuro y a la vez suave y tranquilizante. No tenía bordes reales, pero podía ver al final una luz brillante. Seguidamente, me encontré fuera pero en una posición singular, de hecho, flotaba a unos cinco metros por encima de la piscina. No tenía miedo de caerme, no podía sentir mi peso en absoluto. Aunque el día había sido muy caluroso y muy húmedo, la sensación se volvió diferente, muy agradable. Todo parecía más luminoso pero suave. Podía ver el horizonte nítidamente, como si un velo se hubiese descorrido. Luego, cuando miré hacia abajo, fue increíble. Vi mi cuerpo que yacía sobre el embaldosado cerca del borde de la piscina, rodeado de gente que seguían acudiendo de todos lados, mientras que la socorrista, una mujer de gran estatura, había empezado a hacerme respiración boca a boca apoyándose sobre mi pecho. De pronto pude oír sus pensamientos y sus sentimientos.

"¡Eh chicos, no me ha pasado nada!" grité alegremente, pero ninguno de ellos miraba hacia mí.

Segundos más tarde, observé a un ser inmenso y poderoso que flotaba a mi lado. Medía unos tres metros de alto. Podía sentir su irradiación de energía gigantesca e intensa, y a pesar de ello, no daba ningún miedo; era más bien como un padre inmenso que tenía mucho amor y atención para mí. Brillaba como si estuviera iluminado por dentro. Observándolo con atención, me di cuenta de que estaba hecho de luz. . . Luego, de golpe, ordenó con una voz amorosa: "Debes volver. Aún no es tu hora. Debes cumplir muchas tareas. . . volverás aquí llegado el tiempo. Ahora prepárate a volver".

Yo me negué; quería permanecer ahí. Me sentía tan bien arriba en los aires que no podía imaginarme volviendo a bajar. En ese momento, también tomé consciencia de una música ligera y dulce. Era una especie de sonido dulce en el aire, que no interrumpía mi capacidad de escuchar a ese inmenso ser hecho de una nube iluminada, que al final me di cuenta era uno de los poderosos ángeles del Señor.

"Debes volver a bajar. Tu hora aún no ha llegado". Prosiguió ". . . debes volver a tu cuerpo". De pronto se volvió grave. De alguna manera, comprendí que realmente debía volver. Miré hacia abajo. La socorrista trabajaba todavía intensamente; ahora acompañada de una persona que yo no conocía. Más tarde, descubrí que se trataba de un médico de un hospital vecino que había venido a nadar ese día. Practicaban la reanimación sobre mi cuerpo. Sentí su ansiedad, particularmente la de la socorrista, que me amaba mucho y tenía la costumbre de llamarme el "Muchacho Pez".

Luego, mirando hacia el sol, observé que el mundo estaba lleno de una luz brillante, más que la del sol. Quise ver más. . . pero entonces, a pesar de mi resistencia, me sentí como succionado hacia abajo, recayendo rápidamente en mi cuerpo. Poco después me llevaron rápidamente en ambulancia al hospital "Tel Hashomer" en la ciudad de Ramat Gan para un examen completo.

Salir de mi cuerpo ha sido la cosa más importante que realmente he querido realizar tras este incidente. Muchacho joven, tomé como una promesa las palabras del ángel: "(. . . ) volverás aquí llegado el momento". Cada noche pedía su ayuda para que me indicara cómo volver allá arriba. Deseaba ardientemente esa experiencia, flotar libremente en el aire. Mi anhelo de libertad y el deseo de ver mundo me condujeron a inscribirme como interno en un severo colegio de la marina.

Durante dos años rogué para obtener la ayuda de ese ángel a fin de salir de mi cuerpo, pero nada ocurrió. Luego, durante una fría tarde de diciembre tras una larga jornada de trabajo en la escuela y el entrenamiento físico en el internado de la marina, decidí echarme una siesta,
mientras mis compañeros de habitación iban al club de la escuela. Estaba a punto de cerrar los ojos cuando de golpe, en la oscuridad, observé que la habitación cambiaba de color, como si se llenase de luz. Permanecí echado con los ojos muy abiertos observando el extraño fenómeno. El centro de la luz se volvió más denso, como si una pesada nube se colara por él. Me sentía completamente paralizado, pegado a la cama. El corazón me latía rápidamente mientras contenía la respiración. Pronto una radiación de amor y de alegría infinitas llenó todo mi cuerpo. El ángel estaba ahí y me miraba.

"¿Has venido a llevarme contigo?" le pregunté.

"No, aún no es tu hora. Tienes mucho trabajo que hacer aquí. Tu destino exige mucho más" dijo.

"He venido aquí para realizar tu sueño. Es hora de que aprendas a salir de tu cuerpo de una manera simple, utilizando tu propia voluntad" continuó.

Seguidamente, me enseñó etapa a etapa cómo prepararme para abandonar mi cuerpo. De pronto me dijo que le diera la mano. Esa tarde, estaba particularmente agotado, pero seguí cuidadosamente sus instrucciones y le di la mano. Me di rápidamente cuenta de que no se trataba de mi mano física. Ésta se separó de mi ser físico. De golpe, me encontré totalmente fuera de mi cuerpo, me sentía muy despierto, vivo, fresco y alegre. Esa noche fue el punto de partida de muchas noches de aventuras y de lecciones impartidas por los ángeles en el reino fuera del cuerpo. Tenía la costumbre de dejar mi cuerpo tras apagarse las luces del dormitorio. Mirando hacia abajo, veía a mis compañeros de habitación profundamente dormidos, incluido mi propio cuerpo. Por supuesto, no me atreví a hablar de mis viajes fuera del cuerpo. Estaba seguro de que aun siendo uno de los mejores alumnos del internado de la marina, me echarían de la escuela si mencionaba aunque sólo fuera una parte.

Mi aprendizaje espiritual se hizo de manera telepática en una serie de lecciones con el ángel Lamdiel mientras me encontraba fuera de mi cuerpo, flotando y bebiendo las palabras del ángel. Pero antes de eso, debí presentarme como voluntario para ayudar a los demás. Por entonces sólo tenía 15 años, pero lo hice.


El aprendizaje conllevaba informaciones sobre otras vidas en el Universo, el origen de la humanidad sobre la tierra, la realidad interna de la materia, las velocidades, la energía y numerosos datos que subrayaban o contradecían totalmente lo que entonces aprendía en ciencias
en la escuela.

Pero uno de los acontecimientos más apasionantes fue cuando el ángel me habló del futuro de la humanidad.

"Hoy tengo un mensaje muy importante para ti" dijo.

Instantáneamente nos encontramos en el espacio, mirando hacia abajo, y una gran excitación se apoderó de mi alma. Un planeta azul se encontraba ahí abajo.

"¡El planeta Tierra!" grité con júbilo.

Impregnado de sentimientos de amor, no paraba de mirar hacia abajo, absorbiendo la escena en mi alma. Son instantes que jamás olvidaré.

Lo que sigue es un mensaje auténtico dado por Lamdiel, ángel de Dios. (Se ha extraído de "The Ultimate Prophecy-Book One" ["La Última Profecía-Libro Uno"]).

"Vosotros, la especie humana sobre la Tierra, habéis recorrido un largo camino en vuestro proceso de evolución, y pronto vais a entrar en una nueva era para vuestras vidas, es la etapa siguiente,la mayor de vuestro proceso evolutivo ( . . . )

Ya te he enseñado el concepto de formas de vida avanzadas, tales como el ser humano, que es, de hecho, un compuesto de vidas dentro de la vida. Una nueva forma de vida cada vez más avanzada emerge de la unificación de las precedentes. . . examinemos esto con más detalle. Es importante porque la comprensión de este concepto te ayudará a entender el destino de la humanidad ( . . . )

Tú sabes que el ser humano es de hecho un grupo de vidas combinadas. Está construido a partir de partículas más pequeñas, o de formas de vida más pequeñas, que son las células de tu cuerpo. Pero la historia no ha acabado. Las células de tu cuerpo están también compuestas de partículas más pequeñas que están igualmente vivas. Vuestros científicos no las consideran vivas; sin embargo, ellas comportan su forma de vida más simple. Vuestros investigadores las llaman moléculas. Estas formas de vida están organizadas en un código específico, creando las proteínas y las células vivas de tu cuerpo, que a su vez, crean el cuerpo humano. De nuevo, David, no se trata del comienzo de la forma de vida compuesta. Estas moléculas están igualmente compuestas de partículas más pequeñas: los átomos ( . . . )

Sobre el plano físico, sobre la Tierra, vuestros científicos consideran los átomos como los más pequeños fundamentos o la base última de la materia física. El aspecto viviente del átomo es ignorado; sin embargo, bajo una forma mucho más simple, los átomos tienen su propio pequeño espíritu que vive en ellos ( . . . )

En realidad, los espíritus de los átomos no son el comienzo de la historia. Como recuerdas de anteriores lecciones, cada átomo está compuesto de numerosos sub-átomos 7, que están compuestos de sub-átomos 6, y así sucesivamente hasta el sub-átomo 1. Cada sub-átomo 1, con los elementos vivientes puros sobre el plano infinito, es el fundamento de base de la materia y de la vida en el Universo ( . . . )

Si has seguido la estructura compuesta de vidas en las vidas, probablemente habrás observado que una sola persona es, actualmente, uno de los complejos de vida más avanzados sobre la Tierra. Pero ¿es este el fin de la historia de la evolución? ( . . . )

Un ser humano sobre la Tierra no es el fin del sistema de reagrupamiento. La etapa siguiente del proceso de evolución es una de las más asombrosas ( . . . )

A imagen de las células de tu cuerpo, toda la población humana de la Tierra va a formar el próximo grupo en tanto que nueva vida compuesta. Por la unificación de todos los humanos sobre el planeta Tierra, va a emerger una nueva forma de vida gigante, que poseerá un espíritu mucho más grande, en el interior de las almas humanas ( . . . )

A imagen de los enlaces energéticos entre las células de tu cuerpo, en paralelo con las conexiones fisicoquímicas entre tus células, existen enlaces energéticos invisibles entre todos los humanos, incluso entre los enemigos de hoy. Los enlaces que os unen mutuamente los unos a los otros son mucho más fuertes que las necesidades del individuo o incluso que la vida del individuo. Por consiguiente, estos enlaces energéticos afectan a cada persona sobre la Tierra, esté o no consciente de ello ( . . . )

Por todas partes en el planeta Tierra, un creciente número de humanos está en permanente búsqueda de un sentido de la vida, porque experimentan en sí mismos un sentimiento de vacío espiritual. Este vacío en el alma de las personas las fuerza a llenarlo de una u otra manera, mediante una actividad espiritual o metafísica. Es en parte la razón por la que los hombres establecen religiones o cultos a los que se consagran. El vacío en el alma de los humanos es también el factor que los forzará a unirse aún más los unos a los otros. . .
éste no será un proceso de unión física como en las células de tu cuerpo. . . sino emocionalmente, mentalmente y espiritualmente, un hecho que llevará a un acontecimiento evolutivo sobre la Tierra ( . . . )

En este mismo momento, la humanidad está ligando más fuertemente a cada humano con todos los demás. Esto se lleva a cabo de manera invisible, pero los individuos sensibles pueden sentir sus efectos sobre todo el planeta, en particular el potente pensamiento colectivo superconsciente, que va a ser mucho más fuerte en un futuro próximo. Igualmente, el crecimiento de las nuevas tecnologías afecta a la humanidad mucho más de lo que se pudiera suponer al principio. Esto va a influir sobre nosotros consciente y subconscientemente. Conscientemente por las tecnologías avanzadas de la informática y las comunicaciones, subconscientemente por la transmisión invisible de ondas de radio, televisión y otras que constituyen en la práctica uniones energéticas entre todos los hombres sobre la Tierra, creando así una especie de red de energía inmensa alrededor del planeta Tierra uniendo mucho más todavía a toda la humanidad en un espíritu subconsciente y superconsciente único. Esta etapa es el requisito previo para la siguiente etapa mayor de la evolución ( . . . )

Tu planeta está vivo. . . el planeta y cada una de las formas de vida que en él residen posee su propio espíritu. La Tierra está de manera permanente en comunicación con tu alma. Tu evolución es también la evolución del planeta. Las especies vivientes sobre la Tierra representan su evolución viviente, pero las formas de vida más evolucionadas allí son los seres humanos. Ellos representan las funciones más avanzadas del planeta, al igual que las células del sistema nervioso son las células más evolucionadas de tu cuerpo, aquellas que son la sede de uniones
con un alma superior, el alma humana ( . . . )

Este proceso es similar a la manera en la que las almas de las células se han unido ellas mismas y han avanzado en la siguiente etapa de la evolución, a fin de continuar y de crecer en tanto que parte de una forma de vida más grande que ellas han creado, que puede ser una planta,
un animal o un humano ( . . . )

A continuación, los humanos nuevamente unidos o ligados energéticamente, que constituyen de hecho las formas de vida más evolucionadas sobre el planeta Tierra, franquearán una etapa suplementaria en llenar el espacio vacío de su alma. Van a ligarse ellos mismos a un espíritu mucho más grande que se va a unir con todas las almas de los hombres sobre la Tierra, de manera similar a aquella por la que tu propia alma se ha unido con las pequeñas almas de las células nerviosas de tu cuerpo ( . . . )

El nuevo, inmenso espíritu gigante coordinará todas las vidas humanas en el nuevo complejo de la humanidad unida. . . este espíritu ayudará a la humanidad a evolucionar más aún hacia nuevos horizontes en el Universo. Se trata de la etapa evolutiva real, que numerosos planetas en el
universo que han pasado por una progresión evolutiva idéntica, están esperando a fin de comunicarse con vosotros ( . . . )

Este proceso puede parecer extraño, pero recuerda que tu propio cuerpo ha hecho lo mismo. Tus células vivientes, cuando eras muy joven, un embrión de pocas semanas, deseaban ardientemente un alma más grande, que es tu alma, para que se uniese a ellas, para traer una vida superior a sus vidas. Ellas tenían necesidad de tu alma para que ayudara a las pequeñas células a realizar sus propias necesidades de evolución. Estas necesidades están, en realidad, impresas en cada uno de los sub-átomos y en cada elemento viviente de su espíritu. Tus células han franqueado una etapa mayor en el proceso de la evolución. Ellas se han unido a un alma más grande. . .
Se han unido a tu alma a fin de crearte tú, una forma de vida mucho más evolucionada que la que cada una de ellas adopta por separado. Este proceso ha enriquecido enormemente la vida de las células. Su vida ha cambiado completamente. Se han vuelto más fuertes, iluminadas, llenas de amor y satisfacción. Se han vuelto parte de una forma de vida más grande con un alma más grande que ha llenado el vacío de sus propias pequeñas almas. Han franqueado una etapa mayor en el proceso de evolución que forma parte de la unificación de toda vida en el Universo ( . . . )

Vosotros, la humanidad entera, vais a proseguir. Tras el proceso de evolución de los unos con los otros, vosotros los humanos sobre la Tierra vais a cumplir la etapa principal de la evolución última en tanto que individuos humanos, vais a uniros con un espíritu más grande, inmenso".

Yo estaba entusiasmado. "¿Quién es este espíritu gigante?" Tenía la impresión de que mi corazón latía a punto de romperse aun estando en mi cuerpo astral. El ángel sonrió, luego respondió lentamente a mi pregunta.

"Va a ser un espíritu potente, inmenso, de fuerte intensidad, del tercer nivel de existencia, del nivel de las fuerzas. Este espíritu va a unirse con toda la humanidad sobre el planeta Tierra".

"Esto va a crear una nueva entidad inmensa, que va a mejorar enormemente vuestras vidas y para siempre. Este espíritu ya es bien conocido por la humanidad sobre la Tierra. Numerosas personas, sin saberlo, desean ya ardientemente unirse a Él.
Rezan conscientemente para obtener su ayuda, le aman. En un rincón de su pensamiento subconsciente, todos los hombres sobre la Tierra lo saben ya. Y crean o no en una religión establecida, en tiempo de gran necesidad la mayor parte de los humanos reconocen su existencia. Lo conocen como Dios, Elohim, Yahvé, Allah, el Padre Celestial y por muchos otros nombres".