Descripción de la experiencia:

El pasado 21 de julio di a luz por cesárea con anestesia epidural. Unas dos horas después, de regreso a mi habitación, tuve una hemorragia bastante importante… Llamé al servicio para que me cambiaran las sábanas que estaban manchadas de sangre. La enfermera me preguntó si me encontraba bien, y respondí que sí. Dejó sonar el pitido de la alarma y dos auxiliares sanitarias vinieron al rescate… La misma pregunta… Pero esta vez respondí: “Me siento partir, esto gira”. Llegaron otras dos auxiliares, 5 personas afanándose en torno a mí… Y a pesar de eso, me sentí partir más y más lejos… Semiconsciente todavía, oí llorar a mi bebé, levanté la cabeza para verlo, y una puericultora entró y se lo llevó… Yo pensé: “Todo va bien, lo están atendiendo”… Y lo dejé todo, me dejé ir a pesar de las conminaciones del personal sanitario que me cacheteaban las mejillas diciendo: “¡¡¡Quédese con nosotros!!! ¡¡¡Eh!!!! ¡¡¡Señora!!!”

Entonces salí de mi cuerpo, ya sabía lo que era, pues mi consorte había salido una vez del suyo. Me vi sobre la cama con las 5 personas atareadas a mi alrededor, como si estuviese pegada con celo al techo de la habitación. Todo estaba oscuro, veía las siluetas de personas en negro sobre fondo marrón oscuro. No distinguía sus rostros… ni el mío… Me creí muerta.

Entonces oí: “No temas”… No tenía miedo… Estaba muerta, o al menos lo creía, no tenía ninguna sensación dolorosa… Y ya tenía este sentimiento de estar invadida por un amor infinito como nunca había sentido… ¿Qué temer del amor? El amor no desea el mal…

Los recuerdos de entonces son borrosos. Recuerdo haber sido aconsejada sobre mi manera de vivir y mi salud. Por ejemplo, no volver a fumar ni beber. Sobre mis relaciones con mis familiares y sobre todo con mi mamá pues las relaciones habían sido hasta entonces más bien tensas.

No tengo recuerdo material de lugar, tiempo… Estaba rodeada de almas muy cariñosas… Y eso es todo: ni habitación, ni paisaje… solo almas.

Lo que hizo que volviera en mí, y a esta realidad terrestre, fue una de las auxiliares que pronunció el nombre de mi hijo diciendo: “Él te necesita”.

En los 3 días siguientes, 3 de las 5 auxiliares presentes en el momento de los hechos dijeron haber tenido miedo de perderme.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No estoy segura. Fue 2 horas después de un parto por cesárea con anestesia epidural. Ignoro si la epidural tenía aún efecto.

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Sí.

¿Qué es lo que la hacía difícil de describir con palabras? Un Amor tan fuerte no puede describirse con palabras… Una tal emotividad tampoco… Sentimientos indefinibles de lo fuertes que eran… Hasta entonces nunca había experimentado nada tan fuerte.

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí, ver la primera pregunta.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Estaba completamente inconsciente, pero muy lúcida. Físicamente inconsciente a las realidades de lo que pasaba: me cachetearon fuerte sobre la mejilla y no lo recuerdo. Pero psíquicamente lúcida: sabía que estaba muerta o no lejos de morir y sabía que estas almas pertenecían a lo que comúnmente llamamos el más allá… Y que sin duda no iba a regresar.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Lo que le dije a mi padre que me planteó la misma pregunta es que la diferencia entre un sueño y la realidad es que en un sueño solo se tienen sensaciones, y en la realidad se tienen percepciones. Aquí experimentaba percepciones: no era un sueño.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. Yo no tenía forma física, solo era un alma, no había nada de material aparte del personal auxiliar y yo misma sobre la cama.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No.

¿Vio usted una luz? No.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Eran almas, en un lugar sin realidad material. Tenía la impresión de conocerlas, pero no las reconocía. Me aconsejaron sobre mi forma de vivir: dejar de fumar, prestar atención a mi alimentación… y sobre mis relaciones con mis familiares. Y que el Amor es más fuerte que todo… Existe un Amor que no se sabe vivir, o que ya no se sabe vivir, a nosotros nos corresponde reencontrarlo y comunicárselo a los demás.

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? No.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. No sé decir si la experiencia duró 3 días o 2 minutos… Los auxiliares me dijeron que fueron alrededor de 10 minutos… y yo estaba en un lugar sin realidad física: sin muros ni paisaje… sin referencias espaciales.

¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? Sí. Existe un Amor más fuerte que todo, que no se sabría describir con nuestras palabras… Debemos transmitir este amor a nuestro alrededor.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No estoy segura. Aún tengo recuerdos borrosos a este nivel pero tengo en efecto la impresión de haber sido informada de acontecimientos futuros.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? No.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No estoy segura. Tengo la impresión de que puedo curar con mis manos, pero no tengo “técnica”, sin embargo tengo el fuerte deseo de investigar en este aspecto.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí. Menos preocupada de las realidades materiales… Paso más tiempo con mis familiares que se han convertido en mi prioridad.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Ver más arriba.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.