“B”. Visión junto al Lecho de Muerte
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Descripción de la experiencia:

El 5 de Enero de 1993 mi esposo, de aquí en adelante 'T', cayó en coma y le vino fiebre alta en camino a una cita con el doctor. Pasamos los siguientes 8 meses con él saliendo y entrando de comas, debido a un tumor cerebral entre los lóbulos izquierdo y derecho del cerebro, de unos dos y medio cm de arriba abajo. A pesar de que el tumor fue considerado grande por los médicos, no supimos NADA de su existencia hasta el 5 de Enero de 1993. Mi esposo era un boxeador profesional. Él entrenaba cada día, corría dos veces al día, y además trabajaba en un trabajo diariamente. El único cambio físico perceptible del que nos dimos cuenta en casa, que aceleró la visita al médico en Enero, fue que él dormía un poco más profundo que lo habitual. Lo habíamos atribuido a algo de estrés debido al hecho de que teníamos un nuevo bebé después de diez años juntos; problemas familiares; la planificación de su retiro y su deseo de volver al colegio en 1993; y que yo hubiese resultado herida en dos en dos accidentes automovilísticos durante 1992. Los médicos no lograban confirmar si el tumor se debía al boxeo o a una infección terminal, la cual fue más adelante diagnosticada.

El 5 de Septiembre de 1993, “T” estaba en el hospital esperando su alta de vuelta al hogar con enfermera permanente de 24 horas y atención domiciliaria. Sus múltiples medicamentos habían sido nuevamente cambiados debido a presentar efectos tóxicos. El Viernes antes de su muerte en esta vida, los médicos sugirieron que “T” permaneciera en el hospital hasta el Martes 6 de Septiembre, por si acaso “T” llegara a presentar alguna reacción debida al nuevo cambio de tratamiento. Si se quedaba, los doctores podrían responder de inmediato en vez de tener que re-ingresarlo y evitaría el retraso que significaría la atención de emergencia durante el fin de semana.

La noche antes, “T” me había pedido (por primera y única vez durante su enfermedad) quedarme con él en su habitación hospitalaria para acompañarlo. Las veces que estaba consciente, él constantemente me pedía irme a casa o a la casa de mis padres, en las cercanías, antes de que se hiciera muy tarde. Nos mantendríamos en contacto telefónico durante la noche. Ese Sábado yo me quedé, con permiso del hospital y conversamos toda la noche. Hicimos memoria de las cosas que habíamos hecho juntos hasta este momento de nuestras vidas y en la mañana vimos a un ministro televisado del que habíamos hecho un hábito el verlo. Ambos, la conversación y el hábito televisivo, eran una parte habitual de nuestra relación. Yo asistía a la iglesia físicamente; “T” había sólo comenzado a asistir a iglesias durante los dos años anteriores.

La mañana del Domingo, entre las 8:00 y las 9:00 am, los médicos y las enfermeras comenzaron a llegar a su habitación hospitalaria cada vez con más frecuencia, para monitorear las máquinas a las cuales él estaba enchufado. Cerca de las 10:00 am dos doctores entraron en la habitación y con calma franqueza informaron a “T” y a mí que las máquinas mostraban un patrón de deterioro que llevaría a un coma y en su opinión, a una muerte probable dentro de veinticuatro horas. Yo quedé estupefacta ante el hecho de que los médicos pudiesen diagnosticar, predecir y emitir su sentencia absoluta de muerte. Ellos como un hecho de la causa, nos preguntaron sobre su o nuestra decisión sobre NR ('No Resucitar', ni ofrecer ayuda médica). Yo siempre fui una creyente de la vida larga: 'Hacer todo lo posible bajo el sol' para mantener la vida.

“T” no creía en las medidas extremas y estaba de acuerdo con NR. Él había tomado esta decisión años antes a causa de su profesión y de experiencia familiar. Él nunca quiso correr el riesgo de terminar siendo un 'vegetal' vivo. De hecho, debido a una niñez muy abusada, él nunca creyó que viviría más allá de su cumpleaños número treinta. Eso era lo que su familia le había dicho durante toda su vida. Él lo había aceptado como una verdad literal. En su cumpleaños número treinta, él estaba sorprendido cuando se dio cuenta que no había muerto. El Domingo 5 de Septiembre de 1993, “T” tenía ya treinta y dos años de edad. Aunque los doctores le preguntaron a “T” cuál sería su elección respecto a NR, se me había dicho antes que yo podía pasar por alto su decisión debido a su condición médica y a un certificado de delegación médica que él había mantenido siempre, nombrándome a mí para tomar decisiones médicas por él. “T” escogió racionalmente NR y a no tomar medidas extremas. Yo respeté su decisión y entonces pedí permiso para tomar un descanso emocional lejos, al final del pasillo. Por último, una enfermera que había trabajado junto a nosotros aproximadamente durante seis meses me ayudó a rearmarme preguntándome si yo quería pasar su último día con él o llorar por eso en el pasillo.

Me recompuse a mí misma como fui capaz, Llamé a la familia pidiéndoles que se vinieran directo al hospital después de la iglesia, a la 1:00 pm (pero sin dar a conocer su sentencia de muerte, excepto a la madre de su hijo mayor, de manera de dejarla decidir cuál y cómo sería la mejor manera de preoara a su niño y a su familia). Entonces volví a la habitación del hospital con la idea de que él tendría hasta las 5:00 pm de ese día. Nadie me contó que él fallecería precisamente a las 5:00 pm. Yo sólo reaccionaba emocionalmente a la situación en esos momentos.

Al entrar en la sala, “T” estaba comenzando a tener una respiración dificultosa. Con el comienzo de una respiración ruidosa, “T” seguía preocupado acerca de cómo estaba yo. Insistía en preguntarme cómo me sentía. Él necesitaba saber si estaría yo bien. Él incluso me ofreció cambiar su decisión de NR y correr el riesgo de ser un vegetal si yo así lo deseaba. Hasta el día de hoy, me conmuevo profundamente con el hecho de que con su diagnóstico inevitable, él pudiera estar tan concentrado y preocupado por mi bienestar emocional y físico. Le hice mi promesa de que estaría bien. Que yo seguiría viva más adelante. Le dije que yo respetaría sus deseos. Él dijo que él quería mantener su decisión, aceptando visiblemente todo lo que le iba a pasar. Yo estaba sentada junto a su pierna, en la cama, sosteniendo su mano y su respiración iba rápidamente empeorando, más ruidosa y con esfuerzo. Sus ojos estaban tranquilos. El equipo médico entraba y salía de la pieza, revisando las máquinas. Pensé para mí misma, Si fueran éstos mis últimos minutos, horas. Yo sostenía la mano derecha de “T” y alcancé la Biblia desde su mesita de noche. Decidí dejar que se abriera en la parte que fuese y me mantendría leyendo la Palabra de Dios. ¿Qué podría ser mejor para que él oyera? – Nosotros ya habíamos agotado todo lo nuestro la noche anterior.

La Biblia se abrió en Mateo 28:1, sobre María y María Magdalena caminando hacia la tumba de Jesús. Yo podía leer y ver el rostro de “T” mientras su respiración ahora sonaba, pero pacíficamente. Él conscientemente me miró hasta cuatro respiraciones antes de su último aliento. En ese aliento yo estaba TOTALMENTE consciente de lo muy tranquilo que estaba todo. Mientras yo permanecía sentada allí, sosteniendo su mano, yo presencié una visión totalmente inesperada. Yo VI, no a través de mi visión natural, aun así YO VI lo que parecía una sombra humana blanquecina, tenue, nubosa, pasar de recostada a sentada primero, a levantarse para dejar su cuerpo. Fue hacia arriba y diagonalmente hasta el rincón del techo. Incluso se me salió la frase: ‘Es increíble...'. Yo SABÍA que él ya no estaba más dentro de la cáscara del cuerpo humano. No había dudas. E incluso sentí que yo era parte de todo aquello. Todo lo que veía y lo que no podía ver se conectaban perfectamente en medio de una serena dicha. También estoy segura de que “T” junto a otra presencia, se encontraban en la habitación, ubicados en el rincón del techo detrás de mi hombro izquierdo. Percibí que podía unirme a ellos. Estaba en conexión, sentía, sabía, que “T” necesitaba estar seguro de que yo estaría bien con su partida, antes de que él pudiera, hubiera de partir. Precisaba reasegurárselo. Sorprendentemente, me sentía bien con todo esto. Realmente más que bien, así es que giré mi cuerpo hacia el rincón del techo y dije fuerte: 'Está bien. Yo estoy bien. El bebé y yo estaremos bien. Puedes irte. Te prometo que estaremos bien'. Todavía en una atmósfera de una paz maravillosa, ellos partieron.

Una enfermera y un doctor entraron, apagaron la máquina, registraron la hora de muerte y en silencio dejaron la habitación. Yo estuve tranquilamente al tanto de todo esto y asombrada con la sensación de perfección en todo, así como el desvanecimiento del miedo y de la pérdida que tanto había temido.

Unos pocos minutos más tarde (parecieron unos dos minutos), la madre de su hija mayor entró en la habitación y mi respuesta impensada fue: ‘¡Oh! Lo perdiste por poco. Nos quedamos al menos treinta minutos junto a su cama compartiendo bromas sobre lo que él era. No fue hasta que abandonamos el edificio, alrededor de una hora más adelante, que nos dimos cuenta de que ella jamás se detuvo en el escritorio de la enfermera de visitas para preguntar el piso ni el número de su habitación. Ella simplemente se apuró para llegar al hospítal (ella sabía que yo estaba sola esa mañana). En su apuro, nunca se le ocurrió que no había pedido esa información.

Jamás he deseado ni querido que él regrese o cuestionado su partida desde entonces. Yo he compartido esta experiencia lo mejor que he podido con amigos y familiares a través de los años. Esta noche siento la necesidad de escribir sobre esto. No sé por qué.

Información previa:

Sexo: Mujer

Fecha en que ocurrió la ECM: '5 de Sept. de 1993'

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? Incierto Enfermedad Pocas horas antes de que mi esposo dejara este mundo, los médicos entraron en su habitación hospitalaria y nos dijeron (a él y a mí) que los monitores médicos mostraban que él caería en una nueva pérdida de consciencia o un estado de coma del que ellos creían que el nunca saldría ni que viviría más allá de doce horas, si es que lograba llegar tan lejos.

Elementos de la ECM:

¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Maraviloso

¿Se sintió separado de su cuerpo? No

¿Cómo compararía su máximo nivel de consciencia y alerta durante la experiencia con su consciencia y alerta normal de todos los días? Más Consciente y alerta de lo normal Como arriba se menciona.

¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y alerta? Yo estaba intensamente consciente de la perfección y belleza del día soleado, de la luz del día, de los sonidos, la temperatura, el aire y mi piel, de la 'paz más allá del entendimiento', de la unicidad del universo y la maravilla de lo que veía con mis ojos y más allá de mi visión natural. Paz total de fuera de este mundo, calma y perfección que las palabras no pueden expresar con precisión. La total ausencia de miedo.

¿Sus pensamientos estaban acelerados? Increíblemente

¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? Todo parecía estar sucediendo a la vez; o el tiempo se detuvo o perdió todo significado Paz de fuera de este mundo. La perfección existe.

¿Sus sentidos eran más intensos que de costumbre? Increíblemente más intensos

Compare por favor su visión durante la experiencia con su visión cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Si Todo era absolutamente claro, perfecto.

Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Si Perfecta, pacífica, dichosa. Yo busco y disfruto ruidos naturales y pacíficos fuera, a pesar de no poderse comparar con la indescriptible paz no terrenal. Esa paz es diferente de lo que podemos nosotros llamar “pacífico”. Esa paz es interior y exterior.

¿Le pareció ser Consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se tratase de percepción extra sensorial (ESP)? Sí, y los hechos han sido comprobados

¿Pasó hacia o a través de un túnel? No

¿Encontró o llegó a ser Consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Si Percibí a la otra presencia y vi –no con mi vista natural- la pureza de mi esposo sin su cuerpo al momento de su partida.

¿Vio, o se sintió envuelto por, una luz brillante? Una luz de claro origen místico o de otro mundo

¿Vio una luz sobrenatural? Si La luz de ese día era inusualmente excelente.

¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? Un reino claramente místico o sobrenatural

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? PAZ PERFECTA, PERFECTA ALEGRÍA, POR DENTRO Y POR FUERA.

¿Tuvo¿Tuvo una sensación de alegría? Increíble alegría

¿Sintió una sensación de armonía o unidad con el Universo? Me sentía unido o uno con el mundo

¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo sobre el Universo

¿Volvieron a usted escenas de su pasado? Mi pasado rápidamente pasó ante mí, fuera de mi control Totalmente en el momento.

¿Vinieron a usted escenas del futuro? Escenas del futuro del mundo

¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? Incierto

¿Llegó a una frontera o punto de no retorno? Llegué a una barrera que no se me permitió cruzar; o fui devuelto contra mi voluntad

Dios, espiritualidad y religión:

¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su experiencia? Incierto 'Cristiana - bautista, Fuerte creencia en Jesús como Hijo de Dios. Jesús es el Salvador de nuestras vidas. Nadie va al Padre en el Cielo si no es a través de la creencia en Jesús'.

¿Han cambiado sus prácticas religiosas desde su experiencia? Si

¿Cuál es su religión ahora? Conservadora / fundamentalista. Bautista

¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? Si

¿Le pareció encontrar a un ser místico o una presencia, u oyó una voz no identificable? Me encontré con un ser definido, o una voz claramente de origen místico o sobrenatural

¿Vio usted espíritus fallecidos o religiosos? Los vi realmente

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

¿Obtuvo durante su experiencia conocimiento o información especial sobre su finalidad? Si

¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? Si Veo de manera diferente la vida, la muerte, el amor y el propósito de nacer.

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Si Las palabras no pueden describir de manera adecuada la paz y la perfección de estar con mi esposo cuando él pasó al más allá. Sigo atónita por la experiencia.

¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones especiales que no tuviera antes de la experiencia? No

¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o importantes para usted? El amor va más allá de toda comprensión terrenal. No soy capaz de explicar esto como yo quisiera por falta de palabras adecuadas, sin embargo, yo sé que el amor está vinculado con La Luz, el aura perfecta, el sentimiento. Cada célula de cada cosa es parte de todo esto.

¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Si Puede que haya compartido algo de la experiencia con mi familia al anochecer del día de su partida. Sí la compartí a la hora del servicio de su funeral.

¿Tenía usted algún conocimiento de las experiencias cercanas a la muerte (ECM) antes de la experiencia? No

¿Qué pensó sobre la realidad de su experiencia poco tiempo después (días o semanas) de que sucediera? La experiencia fue definitivamente real

¿Qué piensa ahora sobre la realidad de su experiencia? La experiencia fue definitivamente real

¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya reproducido parte de la experiencia? Si Yo tuve a lo menos una 'visión' hace dos años, de manera inesperada, durante un servicio religioso en la iglesia.

¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de su experiencia? No por ahora.