ECM de Arielera
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Descripción de la experiencia:

Bebí parafina líquida en un intento de suicidio a eso de las 2 ó 3 de la madrugada. Entonces volví a acostarme. Simple, o eso pensaba.

Algo más tarde, tras despertar y ponerme en pie, me aseé. Tenía el mayor dolor físico de mi vida, por lo que llamé al 911. Recuerdo ser llevada al hospital Salem. Le estaba diciendo al médico que los conductores de la ambulancia eran rudos (lo cual era una subestimación). Recuerdo que me respondió que era más importante restablecerme que preocuparme por los rudos conductores de ambulancia. Le dije que bebí parafina líquida, le pedí un analgésico y me desvanecí.

Por lo visto, me llevaron de inmediato al hospital. Estaba cianótica (azul, sin aire). No sé si estaba o no clínicamente muerta. Lo que sí sé es que estuve en coma 3 semanas.

Estuve inconsciente durante 3 semanas, durante las cuales viví entera toda otra vida. Por entonces, vi cómo mi padre tenía que elegir como modelo de educación entre tres tipos de personalidad. Esencialmente se trataba de tres posibles versiones de mí misma: 1) la guapa y tonta, 2) la irremisiblemente perdida, o 3) yo tal como hoy soy, la corregible. Para aquella realidad alternativa escogió la tercera opción. Yo de mientras observaba la elección de esa tercera persona. El resto de la experiencia se desarrolló para mí en primera persona. Por un momento, volví a tener tan sólo 14 años [¡terrorífico!]. El resto fue un viaje de mi ¿VERDADERO? camino.

De alguna manera, logré experimentar un amor a primera vista recíproco. Encontré a mi marido, Keirin, y nos casamos en mi estado “alterado”. Él era mi primo, el tercer hijo del primo segundo de mi madre, lo suficientemente alejado genealógicamente como para tener el visto bueno de un antropólogo. Era mucho más joven que yo y medía 1’80 m. Provenía de una familia del Lago Erie de origen escocés. La reputada empresa familiar de construcción naval llevaba existiendo desde hacía al menos tres generaciones. Todos los buques que fabricaban eran de madera, a pesar del advenimiento de la fibra de vidrio.

Mi marido asumió el negocio familiar cuando su padre y sus dos hermanos mayores fueron a la guerra. La familia era célebre por sus trabajos de ebanistería de modo que mucha gente encargaba inmensas obras conmemorativas.

La familia no funcionaba muy bien. Nadie era feliz. Mi familia decidió marcharse. Su padre era una de las personas más desagradables con las que me he encontrado en mi vida. Su madre era una sofisticada cretina. Todos me odiaban. No podía entender la profundidad de ese sentimiento y aún no lo hago.

El padre y los hermanos de mi marido prestaban servicio juntos en un submarino. Se les dio por desaparecidos durante años y luego fueron encontrados. Todos estaban bien, pero yo no pondría la mano en el fuego sobre su salud mental. Entretanto, hubo un accidente durante la construcción de un nuevo barco y mi marido perdió el brazo derecho. Fue un poco antes de que me lo encontrara. (No puedo imaginármelo no estando completo, a pesar de su insistencia en que dice la verdad. Cuando recuerdo estar en la cama con él, no hay ningún problema, sea con un lado o sea con el otro. Pero, evidentemente, debería de haber habido.).

Mi boda fue hermosa, aunque fuera algo precipitada. No estaba embarazada. Pero recuerdo que hacíamos el amor con la esperanza de quedarme encinta para que la familia permitiera nuestro matrimonio. Las hermanas, los hermanos y el resto de la familia estaban presentes.

Mi anillo fue el anillo de boda de su madre. Me preguntó si no me importaba. Sabía que significaba mucho para él por lo que, por supuesto, dije que “sí”. Había lirios calla y rosas blancas por todas partes.

A pesar de la animosidad familiar, nos amábamos el uno al otro, y ellos lo respetaban lo suficiente, como para brindarnos una boda de ensueño. Los vestidos de la dama de honor eran los mejores que jamás vi, extraordinarios. Ropa interior de señora rosa salmón de los años 30, con mangas tres cuartos, faldas de bailarina largas, collar de joyas por delante, escotado en punta por la espalda con roseta de cintas. Mi ropa era parecida pero, siendo viuda (como lo soy ahora), era de color crema. Me gustaría mencionar que él llevaba puesto un smoking de tarde gris oscuro muy apropiado. Jamás vi un hombre tan bien parecido.

La cosa más importante fue sentir sus labios inmediatamente tras la ceremonia. Amantes, hambrientos y llenos de promesas. Yo “sabía” a qué atenerme pero nunca jamás sospeché que un hombre pudiese comunicar la esperanza, la confianza y la fogosidad que él me comunicó entonces, presente y futuro en un soplo, en un pequeño instante. Todo estaba allí: él y yo, sin importar el porvenir.

Tengo que decir que yo jamás he amado…dado o recibido amor de aquella manera. Ni puedo, ni quiero olvidar. En ese aspecto, no conozco a ninguna persona así. De hecho, hace 15 años ya que estoy viuda y un segundo matrimonio no entra dentro de mis planes. Ningún recuerdo de la institución en sí. Tras volver a mi estado actual, pasé por un normal penoso proceso de duelo debiendo dejarlo atrás. Tengo la sensación de que no sería nada raro doblar la esquina de la calle y encontrármelo allí.

Ahora que estoy aquí, en esta realidad, a veces está “taaaaan” presente aquí que tengo que mirar alrededor para asegurarme de que no es así. Considerando los eventos mundiales, a veces me parece haber entrado en una tercera realidad.

Durante los tres primeros meses tras mi experiencia, tuve que pensar mucho para saber qué realidad era el lugar verdadero. Al principio, la tentación de volver era casi aplastante. No era el final de mi viaje, ¿pero qué mujer en sus cabales NO querría un amor como ése? Hay momentos en esta vida, en que el deseo es tan intenso que pienso que se me va a romper el corazón.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que puedan haber afectado a la experiencia? No. Me prefundieron “Valium”, pero ninguna sustancia capaz de provocar una respuesta alucinógena. La perfusión era placentera, pero no lo suficiente como para CREAR un nuevo marco de referencia.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí.

¿Qué es lo que en la experiencia la hace difícil de comunicar? Es difícil hablar de ello. Mi familia siempre ha tenido premoniciones. No tenía ganas de bromear a propósito de esto con la gente, dado el carácter especial de las circunstancias.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Ninguno. Aunque algunos testimoniaron que respondí a estímulos mínimos. Me dijeron que di números bancarios pero yo no recuerdo eso.

¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? NO. No era como el sueño. Era una vida contigua, secuencial y muy comprensible, que tenía un sentido. No tenía ningún motivo para dudar de esa realidad pues no era consciente de que era irreal. El incidente se produjo hace casi dos años y es más un recuerdo que un sueño.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

Describa su aspecto o forma cuando estuvo fuera de su cuerpo: yo tal como soy ahora más o menos, ¿¿¿¿¿¿quizás un poco más joven??????

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Caí enamorada. Hice las paces con mi madre en cierto sentido. Entendía más y mejor. Me sentía amada. No tenía deseo alguno, pero eso es una ausencia ¿no? Había allí otro ser cuya presencia era reconfortante.

¿Oyó usted algún sonido o ruido extraños? NO.

¿Pasó usted por, o en, un túnel o recinto? No.

¿Vio usted una luz? No.

¿Encontró usted, o vio, a otros seres? Sí.

Describa: había allí un hombre o ser masculino que me explicó ciertas cosas tras tener que dejar mi marido. Me habló de telequinesia y de nuestra capacidad natural al respecto. Me explicó que, en tanto que especie, NOSOTROS creamos nuestros propios dilemas. El objetivo no es crear dilemas, ni circundarlos, sino pasar a través de ellos como si no existieran. Nuestra realidad de la tierra es sólo una ilusión. En otras palabras, esta realidad es un falso sentido de poder que tomamos por cierto.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí.

¿Observó usted u oyó, durante su experiencia, algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? Sí.

Describa: muchas cosas, siendo la más verificable que George Bush ganaría la presidencia.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí.

Describa: ningún lugar perfecto, salvo aquellos donde se hallaba el hombre que yo amaba. También había estado allí antes en esta realidad. Estábamos a lo largo de la cara neoyorquina del lago Erie. No era de una belleza excepcional pero tenía su aquél. Pensé que estaba en un hospital de Búffalo, aunque obviamente no lo estaba.

¿Tuvo usted alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.

Describa: por entonces no. Sin embargo, tras mi experiencia, comprendí que, en 3 semanas, había vivido una corta vida. La elección de George Bush en noviembre pasó bien antes de que yo “despertara”. El tiempo fue comprimido en aquella realidad en comparación con ésta.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Se dio usted cuenta de futuros acontecimientos? Sí.

Describa: ya contesté a eso.

¿Se implicó usted en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

Describa: le hice daño a mi marido. Le abandoné para volver a la salud. Sé que le hice daño hasta cierto punto porque recuerdo que me dijo que comprendía mi decisión y que no me hacía responsable. Me amaba.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.

Describa: una elevada intuición.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o de creencias? Sí.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Ahora puedo preocuparme menos. Yo era una supercumplidora en el terreno de la amistad. Ahora he adoptado la actitud de“que hagan lo que tengan que hacer”.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Describa: al principio no hablaba mucho de ello. Ahora, cuando comparto mi experiencia, la gente capta lo que puede de lo que fue real para mí. Ninguna persona racional se ha alejado de mí diciendo que se trataba de una experiencia ilusoria. Jamás gasté un solo segundo en una sala psiquiátrica.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Pena.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Estar aquí de vuelta.

¿Hay algo más que quisiera añadir en relación con la experiencia? Podría haber sido “diferente” pero los “médicos” a los que se lo conté, estaban tan interesados en lo físico (el milagro y los aspectos de la curación) que el resto de mi experiencia apenas les

¿Ha cambiado su vida específicamente a consecuencia de su experiencia? Sí.

Describa: algunos lo calificarán de cinismo. Ahora sé más. Este ¿¿¿rodeo??? es lo mejor que me ha podido pasar. Aún deseo y sueño con cosas que puedo obtener.

CONTESTACIÓN A PREGUNTAS ADICIONALES ACLARATORIAS (DE UN LECTOR DE NDERF)

¿Se me dio opción a elegir entre renacer en la situación “alternativa” o volver a este plano y finalizar aquella existencia?

Es un hecho para mí que mi partida de esa “nueva” situación era muy dolorosa y que heriría profundamente al hombre con la que estaba casada. La separación es muy clara para mí; me acuerdo de ella gráficamente al detalle. Curiosamente, no es la última vez que tuve noticias de mi marido.

La respuesta literal a la pregunta es que no recuerdo ninguna amable pregunta formal presentándome una opción. Supongo que a partir de esto se puede deducir que había alternativas.

Inmediatamente tras esta decisión, el “Guía” volvió y me dijo claramente que había cosas que tenía que aprender y cosas de las que tenía que dar testimonio a mi vuelta. Ahora que pienso en ello, se trataba de una especie de curso preparatorio para “comprender” las más vastas complejidades de la vida, ya sea aquí o allí. En que esto trata sobre todo de la interacción humana y los fundamentos de nuestra extraña naturaleza en tanto que especie.

Para subrayar la noción de que se trataba de una opción, aún hay días en que me pregunto: “¿en qué demonios estaría pensando cuando volví?” Trato de comunicar que éste es el PRIMER pensamiento que surge, sin ningún otro pensamiento por detrás de él. Como una especie de reflejo rotuliano si así lo queréis. La espontaneidad de la respuesta indicaría que yo tenía un nivel de control de la situación.

Tras regresar de aquella vida, la experiencia con mi “marido” ha permanecido clara, idéntica, y aunque estuviese en coma, sentía pena, culpa y melancolía por aquella vida “perdida”. Kierin, mi marido, se me volvió a aparecer brevemente una vez más en medio de otra experiencia para decirme que me comprendía y perdonaba por el abandono. ¡La ironía es que recuerdo haber pensado que él ni siquiera conocía la mitad de la historia! Nunca sabría la “verdadera” razón de mi partida pues se me prohibió ponerle enteramente al corriente.

Recuerdo haber tenido una especie de disputa con su padre antes de partir. Yo sabía que me iba y recuerdo haberle, por entonces, informado al menos a él. Él había maltratado a Kierin y a sus otros hijos. Le informé que debía estar agradecido de que me fuera, pero que si seguía así, sin duda perdería a todos sus hijos y que el peso de la falta recaería sólo sobre él. Haciendo esto sentí como si cumpliera un designio.

Creo que la decisión de volver estaba basada en una acción “JUSTA”. Allí no sólo había un objetivo, sino que la opción misma era una medida del estado de mi alma. Por lo que me pregunto cuánto tenía aquello realmente de opción. Permítame abundar en el hecho de que yo no creo en llamas de infierno y azufre. En ningún momento de mi “experiencia” tuve indicación de una tal cosa o de que un lugar amenazante pudiese existir. La acción justa tiene más que ver con el hecho de que las cosas están interconectadas. Si usted toca una parte de una telaraña, hasta la parte más alejada de la misma será afectada, aunque sólo sea una ligera vibración. Es algo que no habría ocurrido sin intervención.

Personalmente, rechazo el concepto de la teoría del caos. Pienso que nosotros los humanos no siempre vemos ni buscamos las conexiones y por lo tanto estamos privados de la capacidad de predecir las consecuencias de una acción cualquiera. Si usted considera las facultades parapsicológicas, podrá extrapolar y concebir que esos talentos representen una manera natural de anticipar las situaciones futuras según los acontecimientos corrientes en juego. La cuestión es la siguiente: ¿es que el hecho de conocer en qué desembocan las acciones presentes inhibe el comportamiento negativo, sin tener en cuenta su deseabilidad? Considerando el número de cosas estúpidas e inteligentes que se relevan a diario, tenemos derecho a preguntárnoslo. Tengo el sentimiento de que las ideas de Infierno, “pecado original” y otros refuerzos negativos son un sustituto, bien malo por cierto, de la comprensión real y de la elección de una conducta basada sobre el verdadero conocimiento de las consecuencias de nuestros gestos.

Como dijo el “Guía”: “Nosotros somos la única fuente de nuestros propios problemas”. Puede que no sea así de simplista para un planeta con miles de millones de personas, pero de seguro que es la esencia de la cuestión.