ECM de Analisa D
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Descripción de la experiencia:

Creo que debo contaros un poco mi vida antes de la ECM, para que podáis entender el pleno impacto de lo que me sucedió.

Ahora tengo 26 años de edad. En Abril de 1998, cuando tenía 22 años de edad, tuve mi ECM. Fue provocada por un Síndrome de Estrés Post-Traumático. Cuando era pequeña, sufrí graves abusos por parte de mi padre y de mi abuelo; también fui víctima de pornografía infantil y de prostitución de menores. Estuve implicada en drogas y en alcohol y tuve un trastorno de la alimentación durante varios años. En la época de mi “muerte”, estaba intentando poner orden en mi vida; a los 19 años dejé la droga y los problemas de alimentación, pero sin gran éxito en lo referente a sentirme algo mejor; tan sólo cambié mis anteriores adicciones por una compulsiva adicción a fumar tabaco. Mi pasado seguía siendo demasiado doloroso como para poder afrontarlo; pero sin afrontar el pasado no podría vivir el presente con salud y con éxito. Creo que esas fuerzas son las que me desgarraron física y emocionalmente.

Uno de los problemas que acompañaban a mi Síndrome de Estrés Post-Traumático, era la incapacidad para dormirme. Era insomne. Tenía mucho miedo a dormirme, pues la noche y el sueño habían sido demasiado tiempo sinónimos de abuso. Empecé a dormir cada vez menos. De dormir 5 horas pasé a dormir 4, luego 3, luego 2, luego 1 hora, si tenía suerte, hasta que al final ya no dormía nada en absoluto. Simplemente, me abandoné al deterioro. Había perdido el gusto por la vida; ya no me alimentaba más y bebía insuficientemente. Tras 7 noches sin dormir nada, acabé en el hospital, gravemente enferma. Los médicos le declararon a mi madre que no sabían si iba o no a resistir (esto no me lo dijo hasta muchos años más tarde). De lo único que me acuerdo es de que estaba en la habitación de hospital y que de golpe, me vi envuelta por esa luz brillante de un blanco-amarillento casi dorado. A lo lejos, era más brillante aún, veía esa luz como superpuesta al paisaje del otro lado de la ventana. De repente, fui atraída hacia esa luz sin saber cómo, fue el sentimiento de paz y amor más indescriptible que jamás experimenté. Era éxtasis en estado puro. ¡Mi corazón estaba vivo, tenía la impresión de que ríos de infinitas corrientes de aguas frescas lo atravesaban, era una sensación muy estimulante! ¡¡No quería que esa sensación cesase nunca, era tan feliz (por primera vez en mi vida)!! Estaba simplemente fascinada, permaneciendo en ese estado durante lo que pareció a la vez un largo y corto período. Fue como si todo el conocimiento hubiese sido volcado en mí, sin dejar nada. Me sentía muy amada y todas mis preguntas estaban siendo respondidas.

Entonces oí a una enfermera gritando contra mí. Parecía muy enojada; yo la veía como si mirara hacia abajo desde un punto cercano a un ángulo del techo. Me agarró e intentó darme una medicina. Yo no le respondía, estaba disgustada por sus intentos de traerme de vuelta. Finalmente, me volví a encontrar en mi cuerpo sin saber cómo; no me acuerdo de toda la secuencia de acontecimientos que siguieron, pero fue entonces cuando las cosas se empezaron a volver muy extrañas. Planeé cerca de la muerte durante el resto de la jornada (la experiencia inicial había ocurrido a primera hora de la tarde). Estaba muy triste por estar de vuelta. Al mismo tiempo, era capaz de “sentir” ciertas cosas. Yo era capaz, mirando a mi abuela, de ver el dolor que su pasado le había causado. Podía “sentir” la culpa que sintió por un aborto en su pasado, y el modo en que sepultó ese dolor. Podía “sentir” los pensamientos negativos envolvían a las personas. Podía, literalmente, sentir lo que pensaban. Podía “sentir” a mi padre a través del muro de la habitación y “verlo”, así como a la gran negatividad que lo rodeaba, la suya era la más importante, aunque también había presente una mujer que recuerdo que era muy, muy negativa. Esto realmente me fascinó, aunque fuera un poco inquietante. ¡Yo quería amar a todo el mundo! Lo más triste era que no todos querían aceptar ese amor. Las únicas personas de las que no sentía emanaciones negativas eran mi madre, que desde hacía mucho había superado la mayoría de sus problemas psicológicos, y un enfermero llamado Michael. De ellos sólo sentí amor y preocupación por mi bienestar. Incluso me acuerdo de tratar de convencer a cierta persona de que Dios no quiere que fumemos, pues cuando nos hacemos daño a nosotros mismos, también Le hacemos daño a Él, pues somos todos tan sagrados y hermosos. Mi madre me describió tras mi ECM como una niña flor hippie. (Todavía me lo dice y dice también que soy realmente sensible).

Permanecí durante algún tiempo en este estado, pero enseguida mi pasado negativo volvió a imponerse. Como no le había realmente plantado cara a mi doloroso pasado, éste me volvió a golpear de lleno. Todas las viejas culpas, dolores e iras soterradas volvieron a aflorar, sólo que esta vez sentía que iban a consumirme. Y me consumieron. Empecé a pensar lo indigna que era de lo que había experimentado, empecé a pensar todos estos malos y horribles pensamientos sobre mí misma y me volví a hundir en mi viejo estado, una depresión que corroe las entrañas. Fue entonces cuando tuve mi segunda ECM. Fue una de las cosas más horribles que nadie pueda imaginar.

Yo estaba echada en la cama cuando de repente experimenté esta oscuridad. No había ninguna luz, no había nada. Ni siquiera era como si yo pudiera ver la oscuridad, sino que yo simplemente existía y sabía que estaba allí. De repente, había estos seres a todo mi alrededor. No puedo recordar cuántos eran, pero sentí que eran seres que habían estado alrededor de mí desde hacía tiempo y que habían estado esperando este momento. Empezaron a tirar de mí y me llevaron a este sitio de desesperación absoluta. No había nada, y sin embargo yo existía en este horrible vacío. La esencia de este vacío era que se trataba de una AUSENCIA DE DIOS. Quiero recalcar esto enérgicamente. Era una tortura absoluta…nada, absolutamente nada puede describir este dolor. Era la peor de mis pesadillas hecha realidad. Los seres que se hallaban allí me dijeron que toda mi familia estaba condenada a estar en el vacío y que sería por mi culpa. Incluso hablar de ello me resulta muy, muy duro. Era puro terror.

No sé cómo volví, pero tras lo que pareció una eternidad me volví a encontrar en mi cuerpo, en el hospital. Le intenté hablar a la gente sobre lo que había experimentado, pero pensaron que estaba loca. Le conté a mi novio de entonces lo que había experimentado. No podía dejar de hablar de ello. Me abandonó 2 semanas más tarde. Me recuperé física pero no emocionalmente. ¡Los efectos negativos de la experiencia se prolongaron durante 3 años! (y durante el año pasado, los efectos positivos de la primera experiencia empezaron a aflorar). Abandoné todo tipo de fe, pero al mismo tiempo que en apariencia profesaba una ausencia de creencias, por dentro temía ser condenada a ese vacío horrible, y que muchas personas fueran también a ese lugar.

Ya no creo en esto. La principal diferencia entre ambas ECM, creo, era mi estado de ánimo en aquel momento. Durante la primera, sabía en mi corazón que era amada, estaba preparada para una muerte pacifica y ocurrió. Durante la segunda, dejé que mis miedos más profundos se representaran delante de mí. Creí que no existía posibilidad alguna de ayuda o de esperanza. Creo de veras, que si hubiese pedido ayuda durante la segunda experiencia, la hubiese recibido. En vez de eso, pensé que ni siquiera Dios podía ayudarme y permanecí en aquel horrible lugar.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que puedan haber afectado a la experiencia? No.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí.

¿Qué es lo que en la experiencia la hace difícil de comunicar? Fue tan intensa y hermosa, que las palabras ni siquiera pueden empezar a describirla. Al mismo tiempo, la segunda fue tan horrible, que ni aproximadamente puedo describir ninguna de las dos.

¿En el momento de la experiencia, existía una situación amenazante para su vida? Sí.

sufría un severo Síndrome de Estrés Post-Traumático (diagnosticado después del hecho). No podía dormir debido a los abusos sufridos durante años (que resultaron en un intenso miedo al sueño). Había pasado siete noches sin dormir, no comía desde hacía tiempo y tampoco bebía. Mi cuerpo estaba en choque.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Estaba muy alerta, más alerta que cuando estaba viva, era como si pudiese acceder a todo el saber durante la experiencia (la primera)…durante la segunda, estaba muy demasiado alerta.

¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, era más real que todo lo que había experimentado…este mundo parece un sueño en comparación.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

Describa su aspecto o forma cuando estuvo fuera de su cuerpo: no me miré, pero me sentía tan bien y tan ligera, libre y flotando…

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? La primera vez, sentí una alegría y una belleza indecibles. Era tan extraordinariamente feliz, más que en éxtasis. Me sentía libre. Me sentía ligera. Sentía infinito AMOR.

La segunda vez sentí vacío y horror. Me sentí abandonada y detestable…aterrorizada.

¿Oyó usted algún sonido o ruido extraños? No.

¿Pasó usted por, o en, un túnel o recinto? No estoy segura.

fue como si hubiera sido llevada sobre un rayo de luz hacia la fuente de la luz…era más brillante a lo lejos…No sé si necesariamente llamaría a eso un túnel o un recinto…era más bien un camino de luz…

¿Vio usted una luz? Sí.

era una especie de luz amarillenta…amarilla dorada--blanca.

¿Encontró usted, o vio, a algún otro ser? Sí.

en la segunda experiencia había esos seres horribles…aquél del que mejor me acuerdo visualmente era una especie de cosa demoníaca horrible de ver…lo sé porque es algo que yo he creado a partir de mis propios miedos, y también del miedo de los demás…negro, aquello se cernió sobre mí y me agarró (sin contar los otros seres horribles de los que no me acuerdo tan bien).

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Observó usted u oyó, durante su experiencia, algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? Sí.

que en el pasado, mi abuela había abortado.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí.

en la segunda experiencia estaba en el “infierno”…era horrible…era tan sólo un vacío, una vacuidad…una ausencia de Dios…una ausencia de amor…no había visión…tan sólo puro pensamiento y los pensamientos eran tortuosos y horribles.

¿Tuvo usted alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.

todo era infinito…ocurriendo simultáneamente…nada era lineal…no había ni principio ni fin.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.

¡¡Sí!!

Todo era comprensible…todo era amor…y ese amor estaba hecho de luz…el amor-luz es el principio de funcionamiento básico de todas las cosas. Estaba por todas partes y dentro de todas las cosas. La razón de todos los sufrimientos es no tener consciencia de este amor-luz. Entendí de qué hablaba Jesús (y pienso que llegué a este punto porque por entonces era Católica) y que el Espíritu Santo del que habla la Biblia es puro amor-luz. Este Espíritu está dentro de mí y dentro de cada uno de nosotros…y es esta potencia la que puede vencer toda oscuridad…era todo tan simple y hermoso.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Se dio usted cuenta de futuros acontecimientos? Sí.

yo sabía que este espíritu de la luz…el amor de Dios, estaba presente aquí en la tierra desde siempre, y que la gente despertaría a su realidad. ¡¡No se me dio ninguna visión específica de futuros acontecimientos…sino tan sólo el conocimiento de que, finalmente, el amor de Dios sería visto como realidad y eso era todo lo que importaba!!

¿Estuvo implicada usted en, o consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

la luz me comunicó telepáticamente que quería que yo la viese para que comprendiese y que le hablase de ello a otras personas en la tierra…por lo tanto, de esta manera supe que iba a retornar, como si todo aquello formase parte de un plan.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.

a pesar de todos mis intentos, no pude escapar a los ulteriores efectos de estas experiencias. Durante los 3 últimos años he visto un “fantasma” y he tenido otros encuentros extraños con fuerzas sobrenaturales. Cosas me tocaban cuando no había nada ni nadie que pudiese hacerlo. Recibí una llamada telefónica de mi difunta tía mientras me encontraba en un momento de angustia. He tenido sueños proféticos. Paso muy malos ratos con las tormentas porque atraigo los rayos como un imán. El año pasado, los rayos cayeron numerosas veces literalmente a algunos centímetros de mí, generalmente a una distancia de unos 60 centímetros, pero el último realmente estuvo a algunos centímetros. Mi médico llegó a decir bromeando que quizás tenía en la cabeza una placa de metal cuya existencia ignoraba. A veces puedo sentir la energía corriendo a través de mí. Siento las emociones de los animales y las plantas. Y, a veces, puedo sentir espíritus alrededor de las personas, sus amados que tratan de dirigirlos y pasarles mensajes. Mi cuerpo también ha cambiado. Ya no puedo comer cualquier clase de carne, pues tendría acidez de estómago. La comida tratada me molesta y me hace sentirme enferma. Compro productos biológicos. Tengo que hacer ejercicio porque si no, me hundo en la depresión. No puedo ingerir en mi cuerpo nada que lo pueda dañar de alguna manera.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o de creencias? Sí.

en el momento de mi “muerte”, yo era Católica, pero desde entonces he ampliado mi visión a una perspectiva más universal, hecha de amor, no dictada por un dogma o una religión, pues sobre este punto estoy totalmente convencida, Dios es pura energía, puro amor, y nada más, pero Él/ Ella se manifiesta bajo la forma más amante y reconfortante para ti, sea cual sea. Todavía tengo mis días buenos y mis días malos, días en los que me siento desequilibrada y aislada, pero dado que me cuido debido a mi pasado, ello se vuelve cada vez menos frecuente con cada día que pasa. No soy perfecta en absoluto, pero trato de vivir mi vida basándome en mi corazón y compartiendo amor con todos los que me encuentro. Reflexiono sobre todas las cosas que mis ECM me han enseñado, siendo la más importante el compartir con los otros el amor que se me dio, haciéndoles saber que no están solos y que todos somos muy especiales y maravillosos. Estoy constantemente asombrada por la cantidad de gente que niega esta realidad, y puede llegar a ser muy frustrante a veces. Si cada uno despertara a esta belleza, veo hasta qué punto este sitio se volvería un mundo maravilloso. No habría más guerras ni odio. Sólo habría amor. He perdido amigos a causa de esto. Me consideran ingenua y pueril y me lo han dicho (muchos de ellos son pacifistas y activistas de derechos civiles). Esto me lastima, pero sé que sin una conexión a aquella fuente divina que sentí cuando “morí”, estoy perdida.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Sé que debo trabajar sobre una cosa: aceptar a las personas tal y como son, pues tengo el extraño poder de acceder directamente al corazón de todo problema emocional no resuelto, intento hacerles trabajar sobre sí mismos, estén preparados o no. Pero si siento que puedo ayudar, aunque sólo sea a una persona, a darse cuenta de hasta que punto es verdaderamente maravillosa y amada, entonces mi vida habrá valido la pena. Le estoy intensamente agradecida a Dios por haberme dejado vislumbrar la vida futura y saber que todos estamos aquí en una misión, todos y cada uno de nosotros.

Mi vida diaria también ha cambiado. Trato de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, escucho a los animales, las plantas y los minerales, intento igualmente hacer cada día cosas agradables por los demás y por mí misma. ¡Vivo más en el presente! Mi práctica religiosa varía, últimamente he estado asistiendo a ceremonias de los indios de América, ¡pero no me abrazo a ningún camino pues ahora veo la verdad en todas las creencias! Antes era demasiado estricta en mi Catolicismo. También antes estaba siempre dudando con respecto a lo que quería hacer con mi vida, pero he comprendido que mi camino y mi misión en esta vida es hacerme docente, ayudar a los niños pequeños a comprender, no sólo sus talentos, sino también como de amados, valorados, y especiales son (abusaron tanto de mí cuando era más joven, que realmente tengo el sentimiento de que aquello pasó para orientarme hacia este camino).

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

he obtenido una gran variedad de reacciones…Mis primeras experiencias me marcaron durante un tiempo, y ahora es cuando he empezado a compartirlas con otros.

Las primeras personas a las que les hablé de ello fueron mi ex novio y las enfermeras. Mi novio me abandonó al cabo de 2 semanas, las enfermeras dijeron que sufría psicosis…me enviaron al ala psiquiátrica. El primer médico me diagnosticó inicialmente como esquizoafectiva, prescribiéndome potentes fármacos psicotrópicos. Más tarde, se desdijo de su primer diagnóstico. Cambié de médicos y actualmente el diagnóstico es el de Síndrome de Estrés Post -Traumático acompañado de una depresión, causa del incidente a mis 22 años.

He compartido esta experiencia con algunos de mis amigos. Uno dijo que yo era una ingenua soñadora (es un ateo convencido). Otra amiga me escucha cortésmente cuando hablo de ello pero no creo que lo entienda del todo. Mi madre me cree y eso ha reforzado su ya de por sí fuerte fe en el amor y en una vida después de la muerte. Otros reaccionan como un profesor del que estoy muy cercana y que me ha apoyado mucho, pues él mismo ha tenido 2 ECM. Mi nueva terapeuta me cree y no piensa que esté loca, sino que me encuentro aquí con un fin preciso…De hecho, en relación con las ECM, esta noche voy a una lectura de poesías, podría pues comunicaros otras reacciones si deseáis saberlas.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? ¡¡Todas!!

Alegría extrema, felicidad, gratitud, así como las profundidades de la tristeza y la ira. ¡He recorrido toda la gama de emociones!

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La alegría y el conocimiento infinitos fueron lo mejor…

¡¡¡Lo peor fue la segunda experiencia en su totalidad, el sentimiento de que estaría en "el infierno" por toda la eternidad y sin esperanza alguna, no puede hacerse a la idea de lo horrible que era!!!

¿Tras la experiencia, ha habido otros elementos en su vida, medicamentos, o sustancias que hayan reproducido parte de la experiencia? Sí.

cuando comencé a trabajar sobre mi pasado de abusos y a resolverlo, la sensación que tenía en mi corazón cuando morí la primera vez volvió (aunque no esté permanentemente presente), sin embargo cuando está allí todo se intensifica y puedo percibir cosas que normalmente no se perciben. Es como si el amor de Dios se colara a través de mí, tengo la capacidad de dar tanto amor a los demás, es maravilloso.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

¿Por favor ofrezca alguna sugerencia que usted tenga para mejorar el cuestionario de www.nderf.org? Creo que es bastante minucioso.