Descripción de la experiencia:

Estoy escribiendo esto desde dos puntos de vista, primero desde mi experiencia y segundo desde el punto de vista de Alicia. El 16 de julio del 2001, me enviaron con el ejército fuera de la ciudad, mi compañera de habitación, a la que consideraba como a una hija, estaba enferma de obstrucción intestinal provocada por una cesárea. La noche del 16 entró en insuficiencia cardíaca y estuvo unos 9 minutos sin latido cardíaco, fue reanimada y llevada a urgencias del hospital local. Fui informada de esto a través de la cruz roja y estaba volando a casa la mañana del 18, en el viaje de regreso en avión, a las 8 de la mañana, sentí como si alguien hubiera jalado algo fuera de mi cabeza, en aquel momento vi, la mejor manera en que puedo describirlo sería, como una borrosa estrella oblonga, provenir de al lado de mi cabeza, volar hasta el asiento que había frente a mí y después desaparecer a través del techo del avión. Debido a que fue una experiencia tan intensa, tomé nota de la hora.

De vuelta a la ciudad fui al hospital donde estaba mi amiga en cuidados intensivos en estado de coma, sin probabilidad de supervivencia según el pronóstico. Hablando con el médico ese viernes, me animó a firmar una orden de no reanimación, señalando que su corazón se había detenido de nuevo el miércoles. “A las 8 de la mañana”: dije yo, y él me miró y dijo: “Sí”. No lo preguntó, pero su mirada venía a decir: “¿Cómo lo has sabido?”

Algún tiempo después, Alicia salió de su estado de coma. Casi desde el primer momento me contó una asombrosa historia de haber ido al paraíso. Me miraba y apuntaba con el dedo hacia el cielo diciendo: “He ido al paraíso, era hermoso”. Abría los brazos lo más que podía y decía: “Había mucha gente, mucha gente”. Cruzaba los brazos sobre el pecho y decía: “Todos se amaban entre sí, no había maldiciones, ni peleas, ni disparos”. Con cada afirmación usaba sus manos para enfatizar lo que decía, y finalmente dijo: “Yo no quería regresar”.

Falleció el domingo, día de Pascua del 2003. Hay que saber que sufrió daño cerebral masivo y era prácticamente incapaz de recordar nada, sin embargo, su recuerdo de haber ido al paraíso nunca lo olvidó y nunca cambió. No experimenté nada el día que falleció para siempre, creo que la primera vez estaba asustada y vino a mí por miedo, pero la segunda vez no tuvo miedo, sabía que iba a un lugar hermoso y pacífico.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No estoy segura.

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Coma.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No estoy segura.

¿Vio usted una luz? Sí, un hermoso y brillante lugar.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí, mucha gente.

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? No estoy segura.

¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? No estoy segura.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí, paz.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí, se quedaron sobrecogidos.

Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que tenga para mejorar este cuestionario. De algún modo, permitir los relatos de segunda mano.